La agencia de prensa AP reporta que en el lugar donde se efectuó -“bajo una iluminación fluorescente en una sala de conferencias en el sótano del Departamento de Estado”- hubo alusiones a la Guerra fría, “varios opositores cubanos utilizaron el espacio público para arremeter contra el gobierno de Cuba, haciendo comparaciones con la Segunda Guerra Mundial y con los gobiernos de Siria e Irán” y que “algunos argumentaron que cualquier plan estadounidense sería contraproducente, al socavar la independencia y la credibilidad que se percibe en los florecientes medios de comunicación independientes en Cuba”.
Parece ser que a pesar de la veteranía de las instituciones implicadas y presentes -USAID, Oficina de Transmisiones hacia Cuba (Radio y Tv Martí), ente otros viejos conocidos- no se aludió a la lista de fracasos y escándalos en que han terminado proyectos anteriores, desde las transmisiones de Radio Swan en los años sesenta del Siglo XX, las célebres auditorías a las mal llamadas Radio y Tv Martí, siempre con bajo impacto en Cuba pero con despilfarro de cientos de millones de dólares, hasta el más reciente ZunZuneo que salpicó a importantes instancias del gobierno norteamericano.
En el caso de Internet, desde los años noventa del pasado siglo, el gobierno estadounidense se ha propuesto utilizarlo con fines de “cambio de régimen en Cuba”. Si algo no ha faltado han sido “estudios”, “proyectos”, y dinero que los gobiernos de Clinton, W. Bush y Obama asignaron en abundancia, con récord establecido por este último precisamente en los años en que impulsaba el “deshielo” con La Habana, momento en que surgieron las “florecientes” plataformas de comunicación que han proliferado y toman distancia por el momento de este nuevo plan, temerosos de que el “fuego y la furia” que soplan en el actual gobierno de los EE.UU. les incendie su ya bastante tenue vestidura.
En tiempos de Obama pasaron por Cuba expertos en la subversión a través de Internet como Jared Cohen, director de Google Ideas, con experiencias precisamente en lugares como Irán y Siria y que trabajara tanto con Hillary Clinton como con Codoleezza Rice en el Departamento de Estado, y Ted Henken, quien en 2011 hizo el estudio de campo sobre la blogosfera cubana que luego permitiera asignar contratos y becas que conviertieran a varios blogueros cubanos en gestores de medios de comunicación al servicio de la política estadounidense. Por cierto, la persona que el Departamento de Estado contactó para la reunión de este miércoles -Gilberto Torres Vela- nada más y nada menos que el coordinador de esa entidad de gobierno para asuntos cubanos, fungía en esos años como diplomático en La Habana en el momento en que Henken entrevistara a los que luego se convirtieron en asiduos invitados de algunas embajadas occidentales en La Habana.
Bajo la dirección de Cohen y el Senador anticubano Marco Rubio sesionó el 21 de marzo de 2012 en la Heritage Foundation en Washington un taller para objetivos similares a los proclamados ahora por la Task Force, donde participó también la gubernamental Oficina de Transmisiones hacia Cuba, y en septiembre de 2016 esa misma oficina convocó un evento en Miami con los mismos objetivos.
Pero de entonces a acá el acceso a Internet en Cuba se ha multiplicado de modo significativo, Fue el país que más creció en 2017. Según el Anual Digital Growth el incremento de usuarios a Internet creció en más de 932 mil (25%) y son miembros activos de redes sociales 886 mil más durante el año, para un total de acceso de 4.63 millones de cubanos y la cifra de usuarios activos de en Internet a través de telefonía móvil supera los 4.4 millones. Ya para este año, la empresa ETECSA anunció el servicio de servicios de datos a través de celulares para su conexión a Internet.
Ello ha sucedido a pesar de que las inversiones para ese incremento se han realizado en medio de las restricciones financieras impuestas por Estados Unidos y las multas a las entidades internacionales por presuntas violaciones, en las que también la administración Obama estableció récord, mientras mantuvo bloqueado el acceso a sitios web y aplicaciones que pudieran ser de interés para el desarrollo científico, tecnológico y económico del país.
A partir de este momento doce personas trabajarán desde distintas agencias gubernamentales estadounidenses a un costo de 30 000 dólares en hacer propuestas para que el presidente Donald Trump cumpla la promesa realizada en junio de 2016 en Miami de “to examine the technological challenges and opportunities for expanding Internet access and freedom of expression in Cuba.”
Junto a la creación de espacios y aplicaciones para impulsar sus objetivos en Cuba, el gobierno estadounidense pretende ahora utilizar también el incremento del acceso de los cubanos a Internet.
La respuesta de Cuba sigue siendo la misma, seguir desarrollando toda la infraestructura necesaria para ofrecer a su pueblo un acceso seguro y de calidad a Internet, satisfacer plenamente y con equidad las necesidades de información y servicios de la ciudadanía cubana, a la vez que fomentar una profunda cultura descolonizadora del uso de Internet desde una concepción fundacional: el uso social de la Red de Redes para hacer a los cubanos más cultos y libres.
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