El 8 de noviembre de 2016 el republicano Donald Trump resultó electo presidente de los Estados Unidos. A partir de ese momento y, sobre todo, después de su investidura el 20 de enero de 2017, Trump se convirtió en una figura, cuando menos, controvertida e inquietante. Los discursos pronunciados por el presidente de los Estados Unidos en los Debates Generales de la Organización de Naciones Unidas (ONU) son una muestra de ello.
Sus comparecencias en la ONU se han caracterizado por ser de una estructura simple, con palabras coloquiales, apostando por un estilo conversacional, con frases cortas y directas. En varias ocasiones recurre intencionalmente a la ambigüedad de manera tal que si llegara a ser acusado por algo pueda ser reinterpretado a su favor.
Además, Donald Trump se apoya en palabras como “créanme”, “ciertamente” y “la verdad es que…”, sobre todo cuando no tiene muchos argumentos que mostrar. Esta necesidad de parecer una fuente de información verídica genera desconfianza y crea una alerta de inseguridad sobre el tema del que está hablando.
Otro rasgo característico ha sido el uso bastante frecuente de oraciones condicionales con tonos de amenaza al estilo “si esto pasa, responderemos así”. De esta manera crea escenarios ficticios donde la solución a los problemas suele ser la agresión.
El término más utilizado por Trump en sus tres discursos en la ONU ha sido Estados Unidos, acompañado de mensajes esperanzadores y positivos. Define a su país como la nación más poderosa del mundo” que a su vez “no busca imponer su estilo de vida a nadie” ni decir “cómo vivir, trabajar o rendir culto”.
Un punto constante en sus comparecencias han sido las acusaciones a varios países, incluidos Cuba, Venezuela, Irán y China. Corea del Norte también fue blanco de sus críticas en el 2017, aunque en el 2018 Trump mostró un discurso mucho más reconciliador tras su reunión con Kim Jong Un, presidente norcoreano.
En cuanto al tema de la paz mundial Trump asegura que eso es responsabilidad de cada país y sus líderes. No obstante, solo ve como tal a aquellos que comparten sus posturas políticas pues los otros los caracteriza como “dictadores” y presidentes de regímenes.
Sin embargo, hay muy poco de respeto en su política injerencista hacia algunos países como Cuba, Venezuela y Nicaragua, basado en una supuesta lucha por la libertad y democracia. Tampoco cuando genera falsas acusaciones y crea escenarios desestabilizadores para intentar doblegar a un país.
No parece querer mantener la paz cuando, por ejemplo, ha recrudecido el bloqueo económico, comercial y financiero hacia Cuba y tomando medidas como la obstaculización para comprar medicamentos, piezas para la reparación de equipos médicos o medios de transporte, la imposibilidad de acceder al mercado estadounidense, así como las sanciones impuestas a países y empresas que comercian con Cuba, entre otras, infectar.
Entonces si algo queda claro con el análisis de los discursos de Donald Trump en la ONU es las distorsiones de la realidad, la ironía que roza con la burla y la evidencia de que, del dicho al hecho, hay un buen trecho.
rac
2/10/19 11:24
Este personaje de no ser el Presidente de Estados Unidos no pudiera tomarse en serio, no sería más que un mero bufon que con facilidad arrancara la risa al público con ese don que tiene para mentir, decir idioteces , tonterias etc, etc, pero.. cuidado, este hombre loco cuenta con buen respaldo en su país, se propuso ser presidente y COMPRO las elecciones (con dinero y bajesas) ahora esta demostrando estar aburrido con su cargo y parece quiere ser algo "mayor" "Dueño del Mundo" ¡Alerta! , demósle la pelea, mantengamos el uniforme de combate listo. Me gustó mucho el trabajo de la periodista.
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