Delegados, reforma y apoyo

Si alguna duda hubiera del respaldo de la población a sus representantes electos en la circunscripción, bastaría con examinar los análisis referidos a la Sección Segunda: Delegados a la Asamblea Municipal del Poder Popular, contenido en el proyecto de Constitución de la República de Cuba, sometido a consulta popular.

Y ese apoyo se expresa concretamente en propuestas de modificar el Artículo 188 en el que piden sustituir que “deberán compartir estas funciones con sus responsabilidades y tareas habituales” para cumplir el mandato que le han conferido los electores, en interés de toda la comunidad.

Hay confianza en que las gestiones del delegado son una vía para resolver los problemas puntuales de un lugar por pequeño y apartado que sea, pues los planteamientos se dirigen a ampliarles las posibilidades para cumplir sus funciones, por lo cual piden que sean liberados de sus faenas habituales.

El reconocimiento a la abnegación y entrega de esos hombres y mujeres está implícito en que los consultados han sugerido un salario digno para ellos y que se reintegren a su puesto de trabajo cuando concluyan el mandato.

Aunque al proponer una modificación, supresión o adición en el Proyecto solo se recoge la propuesta concreta, los vecinos se han referido al Artículo 182 que plantea renovar las asambleas municipales cada cinco años, y exponen sus argumentos.

Han considerado que es muy intensa la actividad de los delegados a esas asambleas, y sugieren mantener el mandato por dos años y medio, para evitar el agotamiento de esas personas.

Cuando se trata de lo relacionado con los cambios en la organización territorial del Estado, hay quienes prefieren sustituir las denominaciones de Gobernador e Intendente por Presidente, pero apoyan que uno se ocupe de gobernar y el otro de administrar los recursos.

Todo lo que otorga autonomía a provincias y municipios es bienvenido, pues de ese modo aumentan las facultades de los vecinos en los cuales  depositaron su confianza al votar directamente y de manera secreta para ser delegados a las asambleas Provincial y Municipales.

También hay una manifestación de respaldo cuando en el Artículo 194 proponen que el Consejo Popular no solo controle las entidades de producción y servicios de incidencia local, sino que sea a todas las ubicadas en su área aunque el alcance traspase las fronteras de la localidad.

Independientemente de que se deba analizar la conveniencia o no desde otros puntos de vista, es otra muestra de respaldo a los representantes electos directamente por la comunidad.

Si alguna insatisfacción existe en relación con los delegados, sobre todo los de las asambleas municipales, es el viejo reclamo de que las administraciones no puedan desoír los reclamos, quejas, sugerencias o denuncias que tramitan a través de ellos.

Se pide que los planteamientos sean resueltos materialmente en la medida de las posibilidades, o haya una explicación y se emprendan acciones por encontrar alternativas o resolverlos en la primera oportunidad, sin dilaciones que provoquen acumulaciones de reclamos de un año para otro.

Los electores también agradecerían que sus representantes contribuyan al cumplimiento de las normas de convivencia, otro asunto en espera de soluciones, pues se requiere promover la participación de todos para enfrentar indisciplinas tales como los ruidos ensordecedores y construcciones que violan las regulaciones urbanísticas y molestan a los vecinos.

No todo va bien, pero la sabiduría popular es capaz de discernir la conveniencia de ser representados por delegados que eligieron directamente entre sus vecinos para formar parte de las asambleas municipales, y en el debate de la reforma constitucional se está confirmando que los respaldan.