Hemos conocido con indignación que un reducido grupo de eurodiputados que responden a la agenda de Washington, han logrado incluir en la próxima Asamblea Plenaria del Parlamento Europeo que se celebrará el día 8 de junio, un punto relativo a la Situación Política y los Derechos Humanos en Cuba.
Pretenden que se adopte una resolución contra nuestro país, tergiversando la realidad que vivimos; tratan desesperadamente de quebrar los vínculos que nos unen a la Unión Europea y detener la implementación del Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación que se desarrolla en la actualidad sobre la base del respeto mutuo y la igualdad entre nuestros Estados.
No nos asombran tales acciones, son propias del doble rasero que les anima, de la doble moral que les caracteriza.
Aparentan preocupación por el ejercicio de los derechos humanos en Cuba, un país libre, independiente, soberano, democrático, de justicia social y solidaridad humana, donde el pueblo decide sus destinos y donde siguiendo un inviolable principio martiano, recogido en la Constitución, la ley primera de la República es el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre.
Es curioso que, tan intranquilos e inquietos por los derechos humanos en Cuba, no hayan convocado al Parlamento Europeo para analizar la principal violación de los derechos humanos que sufre el pueblo cubano, que es bloqueo genocida impuesto a nuestro país desde hace 62 años y recrudecido hasta límites cualitativamente increíbles en medio de una pandemia y una crisis económica mundial; un bloqueo que afecta también a los ciudadanos de Europa, especialmente a sus empresarios.
Actúan también con total insensibilidad ante flagrantes violaciones de esos derechos cometidas en Estados Unidos y otros países del mundo, incluyendo la propia Europa, en los que se han exacerbado durante el último año las manifestaciones de brutalidad policial, la aplicación de políticas discriminatorias contra los migrantes, los discursos que fomentan el odio y las ideas supremacistas, o las violaciones de la libertad de prensa y de expresión, así como las manifestaciones de racismo, xenofobia y otras formas de intolerancia.
Denunciamos esta maniobra de quienes no representan a la totalidad de los miembros del Parlamento Europeo. Estos ejercicios politizados responden a exigencias de intereses ajenos que intentan comprometer la actuación independiente de la Unión Europea en política exterior.
Llamamos respetuosamente a los eurodiputados a no hacer el juego a semejante infamia, a detener esta maniobra.
Comisión de Relaciones Internacionales.
Asamblea Nacional del Poder Popular.
La Habana, 4 de junio de 2021.
«Año 63 de la Revolución».
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