Hoy con Miguel Díaz-Canel Bermúdez en la dirección del Gobierno se da continuidad a las ideas que planteaba el líder de la Revolución Cubana con un concepto mucho más actualizado, #PensarComoPaís: "Hemos convocado a pensar distinto, a ser proactivos, a distinguir las potencialidades del tiempo que vivimos, cualitativamente diferentes, como también lo son los seres humanos (…). Estamos convencidos de que esa búsqueda tiene que tomar en cuenta los nuevos contextos, los avances tecnológicos, los aportes del conocimiento en unos de los periodos más dinámicos de la civilización humana, y no solo en cuanto a lo que hemos avanzado como especie, también en cuanto a lo que hemos perdido bajo el empuje consumista y depredador del sistema capitalista".
En esta propuesta de construcción colectiva no cabe el individualismo, aunque sí se tiene en cuenta la prosperidad personal para que esta se revierta en la sociedad. La gestión del presente Gobierno ha sido cercana al pueblo, con el que ha habido constante retroalimentación.
De ahí que, aunque el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos continúa siendo el principal obstáculo para el desarrollo del país, Cuba no está dispuesta a ceder ante amenaza o chantaje alguno: “Quien conozca la historia de los cubanos en la larga lucha por lograr la emancipación y en la firme defensa de la libertad y la justicia conquistadas, entenderá sin equivocaciones el peso, la sinceridad y la autoridad de estas convicciones…” (Bruno Rodríguez, ante la ONU el 28 de septiembre de 2019).
LA SOLIDARIDAD Y LA ALTA CALIDAD DE LOS PROFESIONALES CUBANOS
Aun en tiempos difíciles, eludiendo las campañas norteamericanas que transgreden las normas elementales del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas, Cuba no ha dejado de brindar su solidaridad a los países en desarrollo, ya sea para colaborar en medio de catástrofes y epidemias, o para llevar la salud a las comunidades más necesitadas. El país ha demostrado a la comunidad internacional lo que se puede hacer en materia de Cooperación Sur-Sur.
El pueblo cubano durante toda su historia ha manifestado su solidaridad por diferentes vías, una de ellas es la asesoría técnica en esferas como la construcción, explotación y desarrollo de industrias, la agricultura, ganadería, avicultura, la pesca, el azúcar, la educación, el transporte, las comunicaciones y la salud. El mérito del sistema educativo cubano es indudable. Ha formado profesionales de alto nivel científico y a la altura de cualquier graduado de las universidades más reconocidas en el mundo, prestigio avalado constantemente por los estudiantes extranjeros que estudian en Cuba y por los miles de colaboradores que prestan su servicio en más de 60 naciones.
Recientemente el titular del Ministerio de Salud Pública (Minsap), José Ángel Portal Miranda, resaltó la importancia de los 35 787 estudiantes de 141 países graduados en universidades cubanas, fundamentalmente de África y América Latina, lo que demuestra la influencia positiva que ejerce Cuba en otras naciones.
En la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), por ejemplo, ingresan estudiantes de familias humildes y de diferentes grupos étnicos, y al marchar a sus países poseen una buena formación desde el punto de vista científico y son capaces, competentes, con una inclinación hacia la atención primaria de salud y grandes valores humanos.
Las escuelas cubanas trabajan en el perfeccionamiento de los materiales de estudio con el objetivo de que estos respondan a las características de los estudiantes de estos tiempos y tengan en cuenta los avances que ha alcanzado el país con respecto a las tecnologías. Para ello se actualizarán los libros de texto, cuadernos de trabajo y materiales que utilizan los estudiantes y profesores.
SIN CONCESIONES DE NINGUNA ÍNDOLE
La dignidad y entereza del pueblo cubano jamás podrá admitir que un foráneo le venga a imponer un modelo cultural único, totalitario y avasallador. La nación Antillana permanecerá fiel a su destino, ese que resguarda la cultura, la identidad y la historia de la nación. Y va mucho más allá, porque mientras se aguarda con esperanza el final del bloqueo, hay que doblarse las mangas y fortalecer la macro y microeconomía.
La Constitución de la República de Cuba, proclamada el 10 de abril de 2019, plantea las ideas de una sociedad que se actualiza. A partir de la aprobación de nuevas leyes, el país se enfrasca en profundos análisis para encontrar las vías: la informatización de la sociedad, la separación de las funciones de las cooperativas, el impulso del trabajo por cuenta propia, la diversificación de las formas de propiedad, la descentralización de las decisiones de los municipios y provincias, el aumento del salario del sector presupuestado, la aprobación de subsidios, la creación de comedores para la comunidad, el otorgamiento de chequeras para asistenciados, el aseguramiento a hogares de ancianos y maternos, y casas para niños sin amparo filial.
Con la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, actualizados en el 7mo. Congreso del Partido, en el país se han aprobado 159 políticas (cierre de esta cifra en marzo de 2018), que entre otros temas tratan de los programas que impactan en todos los sectores de la producción y los servicios, el desarrollo de las ramas sideromecánica, química, ligera, electrónica y de reciclaje, y la potenciación del turismo.
Estas son solo algunas de las conquistas de la Revolución Cubana y el pueblo, con respecto a ellas, no está dispuesto a hacer ninguna concesión. Los cubanos no renuncian a vivir en un país sin violencia, sin armas de fuego, libre de extrema pobreza, que lucha por la eliminación total de profundas raíces de machismo y homofobia que prevalecieron durante siglos, y que está en contra de toda discriminación sexual, religiosa, racial y cultural.
El General de Ejército Raúl Castro, en el acto central en conmemoración del aniversario 60 del triunfo de la Revolución, en Santiago de Cuba, el 1ro. de enero de 2019, definía certeramente la postura de Cuba: "Reitero nuestra disposición a convivir civilizadamente, pese a las diferencias, en una relación de paz, respeto y beneficio mutuo con los Estados Unidos. También hemos señalado con toda claridad que los cubanos estamos preparados para resistir un escenario de confrontación, que no deseamos, y esperamos que las mentes más equilibradas en el Gobierno norteamericano lo puedan evitar".
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