Para nadie es secreto que una encuesta proveniente del Instituto Republicano Internacional (IRI), y además secreta en Cuba, solo sirve a los financistas y a los que sostienen la política de hostilidad contra la Isla. Hasta la fecha han realizado ocho en el territorio nacional cubano para sus fines.
El IRI es una organización que se auto titula no gubernamental, de ideología conservadora y asociada al Partido Republicano. Fue fundada en 1983 como parte del programa de Apoyo Internacional a la Democracia del Congreso de Estados Unidos y recibe fondos federales.
Su financiamiento proviene del Departamento de Estado (57%), USAID (33 %), y el National Endowment for Democracy, NED, (11 %), y un 0.15% viene de donaciones privadas, según varias fuentes. Solo en 2010 el IRI recibió 800 mil de dólares de los 2,44 millones declarados por la NED, destinados para actos de subversión en Cuba.
El IRI, como la NED y otras entidades afines, tiene estrechos lazos con las agencias de inteligencia de EE.UU. En un documento interno, de 2008, se lee que uno de los objetivos principales de sus programas en Cuba es la recolección de informaciones para ser trasladadas “a las agencias del gobierno norteamericano”, así como la formación de la “disidencia” cubana en métodos de cifrado de comunicaciones por Internet, empleando el modelo aplicado por la oposición en Siria.
En la página Web del IRI está publicado el resultado de la octava encuesta realizada en la Isla desde 2007, esta vez entre el 20 de enero y el 20 de febrero de 2013. El muestreo incluyó preguntas a un total de 688 adultos cubanos, de temas que incluyeron el acceso a Internet y a los teléfonos celulares, el panorama económico en la isla y el estado actual de la represión que ejerce el gobierno Castrista sobre los cubanos.
La encuesta que se realizó en 14 provincias cubanas, tiene un margen de error de +/- 3.7%, y un intervalo de confianza de 95%.
El carácter seudocientífico de estas encuestas con su dudoso margen de error y sus conclusiones fueron analizados fehacientemente en un trabajo anterior del escritor y sociólogo Jorge Ángel Hernández, quien explicó, que la muestra del IRI entre el 29 de febrero al 14 de marzo de 2012 apenas toma una aproximación al 0,1% (787 personas) de la población total y considera, con ello, que la fiabilidad será del 95% en tanto el margen de error es del ± 3,5%.
Pero lo más contradictorio y ejemplificante del carácter de estos ejercicios clandestinos en Cuba cuyos fondos se emplean para justificar la hostilidad, es la afirmación de que los cubanos muestran optimismo respecto al panorama económico de su país. De este modo queda manipulado el resultado: “Aunque los consultados mostraron optimismo respecto al panorama económico, el 64% no puede citar ninguna reforma que los haya beneficiado en sus vidas personales”.
Usando los resultados como prevé la maquinaria mediática ejemplificada en El Nuevo Herald se dice: “Al preguntarles cómo creen que a su familia le iría económicamente en los próximos 12 meses, el 45 por ciento de los cubanos entrevistados dijo que mejorará, y 35 por ciento dijo que se quedaría igual.
Respondiendo a una pregunta similar en el 2012, 27 por ciento esperaba mejoras y el 58 por ciento no esperaba ningún cambio.”
Las preguntas de elemental sentido común son cómo alguien puede sentir optimismo respecto a mejoras económicas sin percibir efecto alguno en algo tan cercano e inmediato y cuál es la causa de que de un año a otro aumente tal percepción.
A pesar de que estas encuestas intencionadas se realizan en su mayoría entre los beneficiarios vinculados a la “ayuda” de los fondos millonarios que se destinan a las disidencia cubana y sus ramificaciones de oportunistas, no pudieron escamotear el hecho concluyente de que los cambios que acomete la revolución cubana para actualizar su modelo económico rinden frutos sin importar el fin, la propaganda y la manipulación.
Que la octava encuesta clandestina realizada en Cuba por el IRI indique que la represión en laIsla se mantiene alta y que el gobierno cubano reprime es lo que necesitan continuar diciendo porque si no, no habrá fondos que justifiquen la agresividad como política, que Estados Unidos sostiene. Pero, que hasta un universo no aleatorio de encuestados muestre optimismo es el punto de viraje que hace aguas a las encuestas clandestinas del IRI.
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