Cuando este sábado 18 de enero se proceda de manera simultánea en todo el país a la elección de los gobernadores y vicegobernadores se habrá dado un importante paso en el perfeccionamiento de la democracia socialista cubana; al tiempo, que se cumplimentará lo establecido en la Constitución de la República, que instituye a estas dos nuevas figuras públicas dentro del aparato estatal.
Será un proceso inédito para el cual el país se ha venido preparando, y donde los delegados de las Asambleas Municipales del Poder Popular desempeñarán el rol más importante, pues, con su derecho al voto, tendrán la posibilidad de elegir –atendiendo a sus condiciones y aptitudes- tanto al Gobernador Provincial como al Vicegobernador, dos cargos claves que han sido propuestos por el presidente de la República.
Para ese momento, cada delegado del Poder Popular ha tenido la posibilidad de estudiar de manera detenida la biografías de los propuestos y le corresponderá de manera reflexiva y responsable dar su voto, o no, a favor del nominado, a sabiendas que no lo hace a título personal, sino en representación de sus electores.
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En otras palabras, junto con su voto, de manera indirecta, va el de todo un pueblo, pues cada cubano está encarnado por ese delegado de base, persona íntegra y probada que goza de la confianza de la ciudadanía que personifica.
A este trascendente paso constitucional le ha antecedido una Prueba Dinámica que comprobó en cada provincia los recursos materiales y humanos que intervienen en el importante momento electoral, que decide, en buena medida, el futuro del territorio por un período de cinco años.
El voto de cada delegado será directo, libre y secreto, y una vez efectuado el escrutinio, el Consejo Electoral Municipal tiene la obligación de informar sus resultados, especificando el total de boletas existentes en la urna, las declaradas válidas, en blanco, las anuladas y la cantidad de votos obtenidos por cada candidato.
Luego, en el transcurso del día -una vez validados por el Consejo Electoral Provincial y Nacional- igualmente serán debidamente notificados de la elección o no del Gobernador o del Vicegobernador de su respectiva provincia, y de no resultar electo uno y otro, se repetirá el proceso dentro de los diez días siguientes.
Todo ello asegurará la debida transparencia y reforzará el papel del delegado de base del Poder Popular, quien gozará a partir de entonces de mayor autonomía en su municipio; lo cual, es sinónimo de una mayor responsabilidad pública.
En 1974, cuando apenas nacían los órganos del Poder Popular, el general de Ejército Raúl Castro, al clausurar un seminario con los delegados del Poder Popular de Matanzas, provincia escogida para la experiencia gubernamental que se extendería dos años después a todo el país, definió la esencia del trabajo del delegado:
"Son los delegados los que se enfrentan directamente a los problemas, los que están en contacto diario y directo con la población, que pueden recoger sistemáticamente sus opiniones y sugerencias, los que deben reunirse, analizar cada problema, las posibilidades concretas de solucionarlo, proponer sus soluciones y elevar sus propuestas a los niveles correspondientes. La responsabilidad del delegado no es solamente la de trasladar las quejas y problemas de las masas, sino principalmente la de estudiar su solución, la de resolverlos o proponer cómo resolverlos".
Esos deberes y responsabilidades no han cesado; al contrario. Por ello, los delegados de base seguirán siendo la columna vertebral que sustente el sistema democrático cubano y este sábado 18 de enero, al depositar su voto en la urna, "es honra tal, que unge a quien lo recibe", como afirmara el Apóstol José Martí.
Tal y como estaba previsto iniciaron los 167 colegios electorales con masiva participación de sus delegados para elegir a los gobernadores y vicegobernadores provinciales del #PoderPopular hoy #18Enero #CubaElige en total #DemocraciaSocialista @AsambleaCuba pic.twitter.com/a6C8rxoASS
— Elecciones en Cuba (@Elecciones_Cuba) January 18, 2020
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