Mario Abdo Martínez, del oficialista Partido Colorado y con fuerte ascendencia familiar en torno al exdictador Alfredo Stroessner, asume este miércoles la presidencia de Paraguay, pocas horas después de que se dictara una orden de captura contra el ex Fiscal General del país, Javier Díaz Verón por enriquecimiento ilícito.La toma de mando arrancará a las 07.00 hora local con una sesión solemne en el Congreso Nacional y continuará a las 08.30 en la explanada posterior del Palacio de López, como se conoce la sede del gobierno, ubicado al lado del edificio legislativo
Abdo Martinez, 46 años, empresario y millonario, afirmó poco después de la noticia sobre Díaz Verón que esperaba ¨una justicia independiente y valiente¨, tratando de deslindarse de su antecesor Horacio Cartes y la estela de corrupción de su administración, lo cual fragiliza la institucionalidad del país. Sin embargo, la realidad le impone al Mandatario, el número 57 de la nación guaraní, su obligación de adoptar posiciones oficiales ante el clima de robo público imperante, en el que están envueltos incluso Cartes y sus parientes. La Coordinadora de Abogados de Paraguay (CAP) apoyó ayer la orden de detención cursada contra Díaz Verón, y aseveró que ''continuará denunciando hechos corruptos de los magistrados'' por malversación y negocios turbios, y todo, apuntó, gracias a la movilización de la ciudadanía ante hechos reprobables de sus autoridades¨.
Cuando reciba la banda presidencial, el nuevo jefe de gobierno y su gabinete deberán enfrentar varios temas complejos dejados por su sucesor, quien renunció al máximo cargo para presentarse como Senador a fin de burlar con la inmunidad parlamentaria las acusaciones en su contra por presunto ladrón. Conocido como el heredero de la dictadura de Stroessner, el Mandatario es hijo del homónimo secretario privado de quien gobernó Paraguay con mano de hierro durante 36 años seguidos, y de Ruth Benítez Perrier, sobrina del militar estronista Rodolfo Perrier. Sus vínculos con el pasado se fortalecieron cuando contrajo un segundo matrimonio con Silvana López Moreira Bo, nieta del poderoso empresario Nicolás Bo Parodi, también ligado a Stroessner.
Martinez, que ganó por un mínimo del 3,7% de votos a Efrían Alegre, de la izquierdista Alianza Ganar, se hace llamar Marito para evitar que lo vinculen a su padre, e hizo una campaña en la que se presentaba poco en público junto al desprestigiado Cartes, quien hasta pagó a varios diputados para que hiciesen un cambio en la Constitución Nacional en busca de la reelección. ¨Marito¨ sabe que para gobernar debe aliarse con sus opositores, que son mayoría en el Congreso Nacional, aún cuando pudiera acercarse también a su predecesor, a pesar de sus diferencias. Muchos dudan que el corrupto Senador le brinde ayuda, ya que el Partido Colorado, a lo interno, está dividido entre una fracción dirigida por el Mandatario, y el ex, que no dudaría en ponerle un traspiés político.
Cartes lo desechó en los comicios internos del Colorado para designar al candidato presidencial, y luego marcó territorio cuando formó el grupo Honor Colorado para enfrentarse al Colorado Añetete del nuevo jefe de gobierno. Licenciado en Marketing Político en la Universidad Teikyo Post de Connecticut, centro de formación con programas flexibles y a distancia para militares, Abdo es subteniente de Reserva de Aviación como paracaidista militar. Entró a la política en 2005 como miembro del movimiento Reconstrucción Nacional Republicana, y luego fundó junto a Alfredo ¨Goli¨ Stroessner, nieto del tirano, la agrupación Paz y Progreso, lema del régimen militar. Fue presidente del Senado en 2015-2016, apoyado por agrupaciones enemigas de Cartes, como los partidos Frente Guasú, Partido Democrático Progresista y el Liberal Radical Auténtico.
Reconocido como un delfín de la derecha paraguaya, Abdo Benítez trata de desvincularse públicamente de la familia Stroessner, pero muchos dudan que lo logre, ya que aun hay poderosos intereses de ese apellido en la élite empresarial del país guaraní y son los verdaderos jefes de la política nacional. Poseedor de una inmensa fortuna heredada de su padre, el jefe del gobierno representa el imperio del Partido Colorado –que solo perdió una elección presidencial en 60 años consecutivos, cuando ganó el exobispo Fernando Lugo, derrocado por un golpe parlamentario- según opina el periodista Raúl Cazal.
En opiniones brindadas a la multinacional Telesur, Cazal puso en duda sus promesas de campaña, en especial su apoyo a la agricultura familiar, pero sin la titulación de las tierras, ya que ''iría en contra de la oligarquía que está detrás del Colorado''. Recordó que en el pasado, ''llegó a criminalizar a los campesinos'', por lo que hay, advirtió, ''una gran posibilidad de que ese importante tema para una economía agrícola, será promesa incumplida''. Según este reportero, el vicepresidente Hugo Velásquez va en la misma línea, ya que ''no hay ningún cambio esencial '', a diferencia de otras coaliciones políticas.
Abdo afirmó que continuará con una baja presión tributaria al empresariado local e internacional, ''tal como está, para que el país siga siendo atractivo para la inversión'', lo cual habla de un gobierno conservador.Otras presunciones sociales son la educación, que, en sus palabras, intentará posicionar como política de Estado, pero en cooperación con el sector privado con el que pretende alcanzar un pacto social. Dejó muy claro, a pesar de la demanda social, que rechazará el matrimonio igualitario y el aborto y vetará cualquier proyecto a favor de esas acciones.
Al margen de las publicidad mediática que lo llevó a la presidencia, Abdo Benítez tendrá que lidiar con una deuda externa de 7 761 millones de dólares, una pobreza que alcanza al 22.2% de los siete millones de paraguayos de habla bilingüe –español y guaraní-, un desempleo en torno al 7% y un subempleo sustancial. La tasa de crecimiento real gira en torno al 3% anual, según informaciones del Banco Central del país.
Paraguay, uno de los fundadores del Mercado Común del Sur, se opuso a la permanencia de Venezuela en el bloque comercial. También forma parte del llamado Grupo de Lima, que ataca de manera casi constante en el área diplomática y bajo las órdenes de Estados Unidos, a la Revolución Bolivariana. Uno de los primeros en felicitar a Abdo Benítez poco después de ganar los comicios de abril pasado fue el embajador norteamericano Lee McClenny, quien ocupa el cargo desde el pasado 20 de febrero. La vocera de la embajada, Heather Nauert, refirió en una comunicado que '' la robusta relación bilateral entre los Estados Unidos y Paraguay se basa en el compromiso compartido de los principios democráticos y el fomento de los derechos humanos y las oportunidades económicas para todos''.
"Estamos seguros de que los Estados Unidos y Paraguay seguirán trabajando juntos para promover la seguridad, la prosperidad y la buena gobernanza tanto en América como en todo el mundo. Valoramos la colaboración que hemos tenido con la administración del presidente Cartes y esperamos con interés trabajar con el presidente electo Abdo Benítez, cuando la nueva administración asuma el cargo en agosto", concluyó el comunicado. Vivir para ver.
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