El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, exhortó este lunes a la nueva administración de Estados Unidos a mantener una relación respetuosa con su país y las naciones de América Latina.
Al intervenir en la XXI Reunión del Consejo Político de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), el canciller llamó a la Casa Blanca a sostener vínculos basados en los postulados de la proclama que estableció a la región como zona de paz.
En este sentido, resaltó el respeto a la soberanía, independencia y libre determinación de los pueblos del continente.
El jefe de la diplomacia cubana denunció el recrudecimiento, durante la pandemia de COVID-19, del bloqueo económico, comercial y financiero que Washington aplica a su país, y señaló la extraterritorialidad de esa política.
Asimismo, condenó la inclusión de Cuba en la espuria lista de naciones que según Estados Unidos patrocinan el terrorismo y agradeció la solidaridad y el apoyo de los países miembros del ALBA-TCP ante esa decisión.
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Rodríguez igualmente rechazó la puesta en vigor del Título III de la Ley de Helms-Burton y las acciones subversivas promovidas desde territorio norteamericano contra la nación antillana, cuyo propósito es destruir el orden económico y social elegido por los cubanos.
Además, alentó a la administración estadounidense a revertir de forma total las medidas coercitivas unilaterales que causan daño al pueblo de la nación caribeña.
En sus palabras el ministro cubano exaltó el loable, dinámico y eficaz trabajo de coordinación de la Secretaría Ejecutiva de la Alianza, que durante la lucha contra la COVID-19 ha desarrollado encuentros de alto nivel y otras acciones que hablan de la revitalización del ALBA-TCP cuando más se necesita globalizar la solidaridad.
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“Una respuesta concertada y eficaz, basada en la complementariedad, solidaridad y cooperación, debe seguir siendo objetivo prioritario de los miembros de nuestra Alianza”, añadió.
El canciller reprobó la aplicación de medidas contra varios países, que afectan las condiciones de vida de sus pueblos, el acceso a la salud y las posibilidades materiales de ampliar la cooperación.
Ratificó el firme respaldo de Cuba y su solidaridad con la Revolución Bolivariana, así como la condena a las amenazas y agresiones de Estados Unidos contra la nación sudamericana.
De igual forma, reiteró el apoyo a los países del Caribe en su derecho a un trato justo y diferenciado para atender fenómenos como el cambio climático, los desastres naturales, las injusticias del sistema financiero internacional y la actual emergencia sanitaria.
Rodríguez también revalidó ante los miembros del ALBA-TCP, la disposición de Cuba a contribuir mediante los medios a su alcance al enfrentamiento a la COVID-19 en el área.
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