“Volverán”, dijo, y Volvieron (+Fotos)(+Video)

Su irreverente verbo siempre fue su arma más letal. Lo empuñaba con un sentido de justicia que hacía vacilar al más bravo de los contrincantes.

Aquel 23 de junio de 2001 el Imperio mismo, en sus monstruosas entrañas, supo que más tarde o más temprano cedería ante los azotes del látigo.

“Solo les digo una cosa: Volverán”, sonó como mensaje de advertencia para los yanquis y como bálsamo para el pueblo que reclamaba el regreso de aquel “quinteto de gigantes, inteligentes y cultos” que se convertirían en “ejemplos no solo para los jóvenes y el pueblo de Cuba, sino también para la juventud y los pueblos del orbe”.

En esa Tribuna Abierta Fidel les habló a los cubanos con la certeza de que la Patria tendría a sus cinco hijos de vuelta, aunque fuese una de las batallas más difíciles libradas por la Revolución Cubana.

“Ellos no han cometido un solo acto de violencia. Planteamos, sostenemos y estamos dispuestos a probar que son presos políticos, prisioneros del imperio”, aseguró, y explicó que Gerardo, Ramón, René, Fernando y Antonio estaban combatiendo la guerra abierta que contra Cuba han llevado la Casa Blanca, la ultraderecha estadounidense y la mafia cubano-americana, quienes han fomentado invasiones, atentados y acciones terroristas, en las que han muerto miles de cubanos.

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Penetrar en los grupos terroristas miamenses fue una medida legítima con la que Cuba se empeñaba en garantizar la soberanía, la paz y el desarrollo económico y social del país.

Hemos sido blanco constante de ataques mercenarios y el Comandante en Jefe lo sabía. Su alocución ese día fue una declaración de firmeza y conciencia. De este lado del mar sabemos con cuánta complicidad y tolerancia del Gobierno estadounidense gozan esos terroristas. Y Fidel los denunció, otra vez.

Para aquella fecha, solo había transcurrido tan solo dos años del injusto encarcelamiento bajo supuestos cargos de espionaje y otros delitos cuando Fidel, en el mismo lugar por donde entró el Ejército Rebelde a la capital habanera el 8 de enero de 1959, insistía en que la batalla por el regreso de los Cinco podría tomar años, pero que, además de estar pendientes de todo el proceso, podíamos estar seguros de que regresarían.

La confirmación de sus palabras llegaría en el año 2014. El mundo entero estaba asombrado, lo cubanos, aunque conmovidos, no nos dejamos impresionar: la batalla era nuestra. Fidel lo había asegurado: “Volverán”, y volvieron.