Desde hace días Carlitos se prueba el uniforme una y otra vez. “Está muy embullado por empezar las clases —dice Maribel, su mamá—. El curso anterior lo llevé por el aula de preescolar para que viera cómo es y se adapte rápido a la escuela”.
“El primer día yo también iré —afirma Carlos, su papá—, porque la escuela es también de la familia. Todos tenemos que estar atentos para apoyar y alertar”.
Raisa va para el pre. Su ilusión es ser abogada y por ese objetivo —dice— se esforzará estos tres años de bachillerato. “Yo sé que es difícil entrar en la universidad, que hay que sacrificarse y estudiar, pero si llegué hasta aquí, ahora no me voy a quedar por el camino”.
Yordan está en la secundaria, empieza noveno y quiere acceder a un técnico de nivel medio. “Quiero empezar pronto a trabajar, tener un oficio. Mi hermana Jessica empieza este año en la secundaria y quiere ser maestra de primaria, así que deberá esforzarse para cumplir con ese sueño”.
Así, cada cual con su meta, 1 millón 890 mil alumnos en la Enseñanza General y unos 31 mil en la Educación Superior acudirán este 3 de septiembre a las aulas. Un curso escolar que tiene como objetivo central consolidar las transformaciones que, en la búsqueda de una excelencia académica, se vienen desarrollando en todos los niveles educacionales.
Igualmente es objetivo central del sistema nacional de Educación formar de manera integral a los estudiantes, porque la escuela, además de enseñar letras y ciencias, debe fomentar en los educandos valores éticos, estéticos y patrióticos.
La preparación y superación constante de los maestros es requisito indispensable para que se realice adecuadamente el proceso de enseñanza-aprendizaje y motor impulsor para que la familia confíe más en el centro escolar al que entrega a sus hijos. Por ello este es también un objetivo central del actual curso escolar.
Hace varios períodos lectivos se emprenden diversas acciones para lograr estos objetivos. En el anterior se dio un paso fundamental en el nivel de secundaria básica, donde el maestro comenzó a dar la mayoría de las clases de manera frontal, y el televisor y el video solo se usan hoy como apoyo didáctico.
Cada docente comenzó a impartir dos asignaturas afines, y para este curso ya se anuncia que en el caso de matemática y física se asumirán de manera separada por los profesores.
En declaraciones a la prensa los ministros de Educación y Educación Superior coincidieron en que las condiciones mínimas indispensables están garantizadas para el inicio del curso escolar, aunque no dejaron de señalar dificultades de tipo material que deberán ser superadas con decisión por los colectivos estudiantiles y docentes para que no se afecte el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Dificultades con las computadoras es un problema generalizado en todos los niveles de enseñanza, sin embargo ambos ministerios realizan acciones para ir sustituyendo, progresivamente, las máquinas rotas u obsoletas.
En el caso de la enseñanza general, ya la mayoría de los preuniversitarios cuentan con los laboratorios para las clases de química, física y biología, y a partir del mes de noviembre comenzarán a instalarse en las secundarias básicas.
En las universidades las prácticas de laboratorios presentan dificultades por la falta de equipamiento, por ello se adoptará la decisión de utilizar las instalaciones de empresas y organismos del Estado, a donde los estudiantes puedan concurrir a realizar sus trabajos prácticos.
La titular de educación, Ena Elsa Velásquez Cobiella, explicó que la cobertura docente se muestra en mejores condiciones que en el curso anterior, con más de 175 mil maestros, lo cual satisface el 93,2 por ciento de las necesidades.
Hay provincias como La Habana, Artemisa y Matanzas que presentan las mayores dificultades, por lo cual se están aplicando variantes para lograr que ninguna aula esté sin maestro.
En el caso de la Educación Superior, la situación es menos compleja, pero se apela a la contratación de profesionales que imparten clases a tiempo parcial y que constituyen una fuerza importante, ya que trasmitirán a sus alumnos su amplia experiencia profesional.
Al respecto, Rodolfo Alarcón, ministro de Educación Superior, significó que pesar de los problemas, las universidades cuentan con un claustro bien preparado, que en su trabajo cotidiano lucha por vencer las dificultades presentes y lograr el cumplimiento de los objetivos docentes.
“A pesar de todas las insuficiencias, no estamos en una situación de estancamiento; hemos tenido que postergar algunos de nuestros sueños, pero todos los años hay una contribución al mejoramiento de la infraestructura, aunque inferior a lo que nosotros aspiramos y necesitamos.
“Estamos trabajando sobre la base de los recursos con que se cuentan para obtener los máximos resultados. Para ello tenemos que utilizar nuestra inteligencia y sentimientos revolucionarios.
“Son evidentes las limitaciones y no podemos hablar de un inicio de curso sin mencionarlo, son conocidas, se trabaja sobre ellas para mejorar las condiciones, pero sobre todo se labora en lo subjetivo, para suplir y cumplir los objetivos de la educación superior.
“Se requiere de un mayor esfuerzo, dedicación y conciencia económica. Podemos lograr cosas con menos recursos. Tendremos un curso escolar que cumplirá los propósitos establecidos y le aportará a la calidad que ya es tradicional en nuestra Educación Superior”.
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