viernes, 27 de septiembre de 2024

A la medida de la economía

Actualizar el modelo económico cubano requiere aplicar mediciones confiables y seguras, pues sin estas no se puede hablar de control económico ni de calidad...

Ledys Camacho Casado en Exclusivo 12/06/2014
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INIMET
La metrología es muy necesaria para el desarrollo de la economía.

Medir es una de las acciones más comunes de nuestra vida cotidiana, desde que venimos al mundo y se registra el tamaño y peso al nacer, hasta que luego transcurre cada día de la existencia, sin que reparemos en su relevancia, cual condición sine qua non.

Uno se levanta al sonar un reloj despertador, medidor del tiempo, aprieta el interruptor de la luz y arranca el metro contador de la electricidad y luego el del agua si abres el grifo, o cuando hay una temperatura corporal o una presión arterial elevadas, nos obligan a usar el termómetro o el esfigmógrafo, según el caso.

Y así ininterrumpidamente a lo largo de nuestros días, aunque como regla solo se le tiene en cuenta cuando algo sale mal, por lo que es realmente una necesidad que las personas asuman a la metrología cual parte intrínseca de su vida, y la respeten más.

Es evidente que aún no se logra en las mediciones el rigor requerido por la sociedad y, sobre todo, la economía, pues, por ejemplo, en el pesaje, una de las acciones más importantes y visibles de esa rama, son cotidianas las irregularidades en las diferentes modalidades comerciales en el mercado interno, lo mismo en las ventas agropecuarias, que en tiendas recaudadoras de divisas, placitas, carretillas y en cuanto punto de venta existe en el país.

Y es que los medios e instrumentos de medición intervienen en los más disímiles usos de nuestra vida cotidiana, para lo cual se cuenta con equipos en toda la gama de diferentes volúmenes o dimensiones de productos, en función de un comercio justo y de una mayor protección al consumidor.

Lo ideal es que las personas empiecen a asumir las mediciones como algo inherente a su quehacer y la veneren más desde su percepción socialmente útil de una manera elevada, sobre todo, quienes se encargan y son responsables de garantizar su exactitud y precisión tanto en el papel de vendedor de productos o prestador de servicios como en el lugar del consumidor de estos.

Se trata de lograr que sean correctas, seguras e inalterables, para acabar de una vez por todas con la infeliz creencia de que hay actividades que pueden funcionar bien sin que medien los cálculos y comprobaciones lo más estrictas posibles.

Ocurre que si bien tenemos en cuenta las mediciones cuando se trabaja en una verificación fiscal de una transacción comercial internacional, sin embargo, a lo interno es cada vez más frecuente escuchar sobre quejas de clientes afectados por el mal pesaje, la incorrecta manipulación de los artículos preempacados, entre otros males.

A pesar de que se enfatiza en la necesidad de mayor concientización sobre el conocimiento de la metrología, proliferan los malos hábitos en ese sentido, caldo de cultivo para conductas delictivas, que si no se atajan a tiempo entorpecen la cultura de consumo pro activo en defensa de los derechos del consumidor.

La metrología tiene el reto de garantizar las mediciones que hoy se realizan y las de nuevas tecnologías de avanzadas que se introduzcan en correspondencia con el desarrollo que se propone nuestro país y la mejora continua de la calidad de vida de la población.

DEL RIGOR METROLÓGICO

Modestos pero importantes avances en el aseguramiento metrológico ha tenido Cuba en los últimos años, sobre todo en el transcurso de la Revolución triunfante y en la actual etapa de transformación económica, en cumplimiento de planes priorizados en la implementación de los Lineamientos que hoy enrumban a la Mayor de las Antillas.

Y es que esta rama ya cuenta con los fundamentos de una nueva política para lograr su mejoramiento, pues del empleo de mediciones confiables y certeras dependen el más riguroso control económico y una calidad probada y certificada, resultantes todos de normas y requisitos bien establecidos, que ante los nuevos desafíos sirvan de soporte a la eficiencia.

En los Lineamientos, que muestran hoy la senda económica de la ínsula caribeña, se orienta “mejorar la infraestructura técnica de normalización, metrología y calidad, en correspondencia con los objetivos priorizados del país, por lo cual el reto es resolver estas exigencias para que las mediciones permitan soportar el desarrollo económico y resolver los problemas de control que subsisten en alguna medida”.

Fernando Arruza Rodríguez, director de Metrología de la Oficina Nacional de Normalización (ONN), ha insistido en lo que significa mantener esa actividad en una nación bloqueada como Cuba, la que ha sobrevivido a condiciones tan difíciles como las del Período Especial, teniendo en cuenta que se trata de una ciencia muy costosa pues los instrumentos de medición, los dispositivos patrones y la preparación del personal en general son muy caros y requieren de cuantiosas inversiones.

El país logra mantener un considerable nivel en el control metrológico, a partir del fortalecimiento de la aplicación de sus componentes entre estos, la aprobación de modelos, verificaciones y supervisiones, la extensión de las unidades de medidas mediante cadenas de calibración, con avance en los márgenes de exactitud e incrementos de nomenclaturas.                                  

Por ejemplo, el Servicio Nacional de Metrología (SENAMET) participa en programas priorizados tales como la producción de alimentos, la industria del pienso, la azucarera, la agropecuaria, la salud pública y la fabricación de envases y embalajes, entre otros que incluyen a todos los sectores de la economía y los planes de desarrollo, sobre la base del uso racional de los recursos y con un servicio que alcanza más de 500 000 verificaciones y calibraciones anualmente.

El SENAMET actúa en colaboración con varios organismos en el aseguramiento de las mediciones que intervienen en el trasiego y control de combustible, en la elaboración de programas para potenciar el uso de fuentes renovables de energía, en la generación y distribución de electricidad y de agua, entre otras acciones que demuestran la fortaleza del país frente a las limitaciones económicas y las barreras en el acceso a las nuevas tecnologías y a la interconexión con órganos homólogos internacionales, impuestas por el bloqueo.

En Cuba, desde hace ya varios años se lleva adelante una Revolución Energética, cuyos propósitos serían inalcanzables si no se contara con mediciones para el monitoreo y control de sus procesos, de su impacto medioambiental, así como la garantía de confiabilidad, disciplina y rigor en el uso de múltiples aplicaciones.

Se trabaja por el fortalecimiento de la disciplina tecnológica para lograr que, en todas las esferas del acontecer socioeconómico del país, donde quiera que se mida, se haga bien, pues aún hay insatisfacciones en cuanto al cumplimiento de los propósitos y metas planeadas, por la incidencia mayormente de condiciones objetivas.

Los más adelantados en el empleo de la metrología y sus aplicaciones son algunos sectores que lo incorporan casi de forma habitual por la naturaleza misma de sus creaciones como es la fabricación de medicamentos, la biotecnología, la salud pública o aquellos con una proyección allende los mares.

También la rama de los combustibles o la energética en general, así como la defensa representada en las fuerzas armadas, son de las que tienen muy bien pensado el tema, al igual que el comercio exterior, pues en este último se reconoce que las exigencias metrológicas muchas veces actúan como barreras no arancelarias u obstáculos técnicos al intercambio mercantil.

Garantizas las mediciones de acuerdo con los requisitos y buenas prácticas establecidos a nivel internacional y en el país demandante de tus exportaciones o simplemente estás obligado a realizarlas donde el otro exija, lo cual encarece la operación.

Otros segmentos de la industria cubana tienen que pensar más en serio y profundizar sobre este asunto, ya que no solo se trata de reconocer su relevancia sino de priorizar los recursos que la sustenten, pues se sabe que la metrología requiere de financiamiento y personal calificado para su mejor desempeño.

En el ámbito global, la metrología cubana está presente en grupos y comisiones de la Organización Internacional de Metrología Legal (OIML) y en la Cooperación Euroasiática de Instituciones Metrológicas (COOMET), además de su modesto pero sostenible incremento en las capacidades de medición del país, publicadas en la base de datos del Buró Internacional de Pesas y Medidas.

Es esa una valiosa contribución del Instituto Nacional de Investigaciones en Metrología (INIMET), del Centro de Isótopos (CENTIS) y el de Protección e Higiene de las Radiaciones (CPHR), al reconocimiento internacional de las capacidades de medición requeridas para respaldar los más importantes rubros de la economía.

Precisamente en noviembre próximo el INIMET cumple cinco décadas de fundado por el Che, quien lo propuso desde su puesto de ministro de Industrias.

POTENCIAR SECTORES EMERGENTES

Un nuevo tema, el de la metrología química como soporte del avance en la industria biotecnológica y farmacéutica, será uno de los ejes centrales del IX Simposio Internacional que sobre esa especialidad sesiona esta semana en el Palacio de Convenciones de La Habana.

Una ocasión especial para actualizar conocimientos, intercambiar experiencias y compartir resultados en la esfera de las mediciones, una de las más golpeadas durante los años de crisis en esta isla antillana, según aseguran sus principales directivos.

Convocan a ese encuentro, que se celebra en Cuba desde 1990, la Oficina Nacional de Normalización (ONN) y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), con el objetivo de propiciar el acercamiento entre ejecutivos, expertos, especialistas y personal técnico, vinculados con la metrología.

Académicos, empresarios, gerentes, productores, metrólogos, tecnólogos, importadores y comercializadores de instrumentos y sistemas de medición, en general, asisten al evento, provenientes de más de diez países, para superar la cifra de 300 delegados entre nacionales y extranjeros.

Mediante talleres y paneles se expondrán los asuntos más candentes, actuales y trascendentes de esa rama, y además en sesiones plenarias se impartirán conferencias magistrales por distinguidas personalidades invitadas, entre estas, el director del Buró Internacional de Metrología Legal, Stephen Patoray; el presidente del Buró de Mediciones de Canadá, Alan E. Johnston; y el vicedirector del Instituto Mendeleiev, de Rusia, el doctor Yury Kustikov.

La Metrología, “Ciencia de las mediciones y sus aplicaciones”, está presente en prácticamente todas las actividades de la vida y tiene una repercusión directa en el progreso socioeconómico de un país, al punto de que, en diversas coyunturas se tiende a considerar entre los indicadores de desarrollo, los relativos a esa rama.


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Ledys Camacho Casado


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