A punto de saber cuántos somos (+Fotos)

Luego de diez días de un esfuerzo descomunal de enumeración, concluye este lunes el Censo Nacional de Población y Viviendas, el décimo octavo que se realiza en la historia de la nación y el cuarto del período revolucionario, que en breve permitirá saber cuántas personas viven en Cuba.

El éxito de ese sondeo, muy importante para cualquier país, está basado en el trabajo de los 56 mil estudiantes de las enseñanzas técnico-profesional y superior que constituyeron la principal fuerza encargada de recoger los datos de las familias.

“Ellos han sido el baluarte de la investigación”, dice a Cubahora el jefe nacional del sondeo, el demógrafo Juan Carlos Alfonso, quien también dirigió el Censo de 2002, una investigación de la que confiesa guardar gratos recuerdos.

El más experimentado de los demógrafos cubanos explica el tremendo esfuerzo realizado para el conteo por una masa juvenil, “que tuvo que aprender en breve tiempo cómo llenar un cuestionario de 39 preguntas, 23 de ellas sobre las personas y 16 sobre los inmuebles”.

Por eso, la calidad de la recogida de datos ha sido una preocupación permanente de Alfonso, quien asegura que “no se trata de llenar mecánicamente los cuestionarios, sino de recoger la información exacta de cada persona, algo que las estructuras censales tomaron muy en cuenta”.

Concluida la primera etapa de acopio de la información, a partir de mañana martes 25, se terminarán de revisar los datos recibidos desde las más de mil 500 áreas censales, las “parcelas” en que se dividió el país para el trabajo de los enumeradores.

Después de hacer lo mismo a nivel municipal y provincial, el lunes ocho de octubre próximo se darán a conocer las cifras preliminares del levantamiento, que incluyen la cantidad total de habitantes, su clasificación por sexo, edades y color de la piel, así como el número de viviendas que tiene el país.

A pesar de que hubo que enfrentar, incluso este domingo, afectaciones por lluvias, falta de electricidad o transporte y la sustitución de algunos enumeradores, la investigación tomó un curso satisfactorio dese el principio, pues se organizó todo para poder tener resultados de alta calidad que sirvan a la hora de toma decisiones gubernamentales.

Es necesario actualizar la información gubernamental acerca del país, que no realiza una investigación de este tipo desde hace una década y en ese período más de un millón de los casi 3,8 millones de hogares cubanos ha tenido algún tipo de afectación por desastres naturales.

El conteo también llegó en un momento complejo para la nación, demográficamente hablando, pues tres de los cinco años en que ha disminuido la población están en la etapa que va del anterior censo a la fecha.

Los datos captados durante el Censo serán una herramienta para actualizar informaciones que pueden ayudar a evaluar la marcha de la implementación de los Lineamientos aprobados por el VI Congreso del Partido, en abril del pasado año.

“Hay un grupo de Lineamientos que se vinculan directamente con lo captado durante el Censo que es una herramienta para actualizar informaciones que pueden ayudar a evaluar la marcha de la implementación de los Lineamientos”, aseveró Alfonso.

El Censo va desde el nivel nacional hasta el más bajo de la división político-administrativa del país, es decir permite saber la situación de un territorio determinado en cualquier lugar que tienen característica distintas, pues en el país hay más de 7.000 asentamientos poblacionales, que van desde ciudades como La Habana, con dos millones de habitantes, hasta localidades con apenas 15 o 20 pobladores.

También se capta la información referida a quienes viven aislados, por lo regular en zonas rurales montañosas, un grupo que en el anterior censo llegó hasta 800 mil personas.

No por gusto, los censos son considerados como La investigación de las investigaciones que en el caso cubano permiten tener una idea exacta del país a nivel de nación, provincia, municipio, Consejo Popular y asentamiento.

Por lo pronto, tendremos que esperar hasta el próximo día ocho para tener una aproximación preliminar a la realidad nacional y no hay que desesperarse porque casi estamos a punto de saber cuántos somos.