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sábado, 23 de noviembre de 2024

América Latina y el Caribe en mes de Carnavales (+Fotos)

Ni las inundaciones que azotan varias naciones, ni la pobreza, ni las protestas políticas detienen la alegría del Carnaval, una fiesta tradicional que celebra América Latina...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 22/02/2012
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Carnaval de Brasil - Portada
El carnaval de Río de Janeiro atrae cada año a más de medio millón de extranjeros.

Ni las inundaciones en Bolivia y Perú, la violencia en Brasil y Colombia, la pobreza en Haití, las protestas políticas, el cotidiano de la vida, a veces muy dura, detienen la alegría que viven los pueblos durante los festejos del Carnaval, una muestra exuberante de músicas y danzas representativa de la multiculturalidad de Centroamérica, Suramérica y El Caribe.

Los jolgorios en esta región del mundo poseen fechas cambiables, según el calendario de la Iglesia Católica, pero que coinciden con los días previos a la Cuaresma. Incluso hay países donde a los carnavales sigue el recogimiento religioso durante un gran feriado que, paradójicamente, la mayoría de la población aprovecha para seguir la diversión.

Este 2012, en la que Naturaleza de nuevo se ensañó con las inundaciones causadas por el fenómeno La Niña en varios países, dejando un saldo de fallecidos y damnificados, no ha privado a las poblaciones, empero, de los festejos carnavalescos.

El carnaval comienza en Uruguay. Es el más extenso del mundo, ya que dura 40 días. Se inaugura en enero y termina en marzo.

Esta celebración es famosa por sus candombes, una antigua tradición musical de los negros traídos como esclavos durante la colonia, creando su música y su cultura. También se escucha en esos 40 días las murgas, grupos que también utilizan los tambores, pero con un componente satírico en lo social y lo político.

CULTURA INDÍGENA EN LAS CALLES

En Bolivia, por ejemplo, severamente castigada por las lluvias, los famosos carnavales denominados La Diablada de Oruro concentran la mayor cantidad de visitantes nacionales y extranjeros que desean asistir a la danza bailada por primera vez a principios del siglo XVIII.

La Diablada de Oruro -declarada por la Unesco Patrimonio Oral e Intangible de Humanidad- integra a centenares de familias que, al igual que en otros países de la región, trabajan el año previo al evento para construir las máscaras gigantes y los trajes bordados, herederos del sincretismo español e indígena.

La fama ganada por el carnaval de la ciudad boliviana atrajo al lugar un tercio de millón de visitantes, de ellos más de 50 mil extranjeros, informó el ministro de Culturas, Pablo Groux.

Según el titular, el espectáculo dejará más de siete millones de dólares de ganancia neta, procedentes de los servicios de alimentación y hotelería, sin contar el mercado informal En esta ocasión, se presentaron 48 comparsas tradicionales y más de 30 mil bailarines que interpretan danzas de los pueblos originarios.

EN BRASIL, OTROS ELEMENTOS CULTURALES

En Brasil, el carnaval de Río de Janeiro atrae cada año a más de medio millón de extranjeros, que este año dejaron ganancias netas de más de 640 millones de dólares, dijeron autoridades de ese municipio cuyos habitantes son conocidos como cariocas.

La fastuosidad, el colorido, el ritmo de la samba de raíces africanas han repletado no sólo el Sambodrómo Márques de Sapucaí, obra del arquitecto Oscar Niemayer, sino que durante 10 meses los cariocas se preparan en sus respectivas Escuelas de Samba ensayando cada día los temas y bailes que mostrarán a los espectadores — más de 60 mil por noche- .

Durante 10 días la ciudad se vuelca al Carnaval, unos como miembros de las Escuelas y otros disfrutar en el Sambódromo, cuyas entradas cuestan desde 100 hasta mil reales (dos y un poco más reales por dólar) con camarotes privados y otros adquiridos de por vida por artistas, deportistas y adinerados.

Son 16 Escuelas de Samba, incluidas las grandes del Grupo Especial, con cerca de 100 mil miembros que compran y confeccionan sus trajes por su cuenta. A ello se le suma la ganancia que cada escuela recibe de benefactores privados y de los ensayos cobrados al público, para confeccionar sus lujosas carrozas.

Además, en época carnavalesca aumenta en alta proporción el mercado informal de trabajos en los alrededores del Sámbodromo y antes en los barrios donde cada día salen las comparsas formadas por los vecinos, como las famosas Cachorro quente (Perro caliente) de Flamengo y Quenta, mais no sae” (Calienta, mas no sale), encabezada por la sambista Beth Carvalho.

De igual manera hay, cada una con sus características culturales, jolgorios populares en los restantes países suramericanos.

TRADICIONES Y JUEGOS CARNAVALESCOS

En Ecuador, los carnavales más famosos — aunque se realizan en la mayoría de las localidades-, se celebran en Guaranda, el festival Pawkar Raymi en Peguche y la fiesta del Coangue, en el Valle del Chota, en Imbabura; el Taita Carnaval, en el Azuay, y la Fiesta de las Flores y la Fruta, en Ambato.

Pero además de comparsas y bailarines, aún persiste la tradición en estas fiestas. En Guaranda es famosa la bebida Pájaro Azul, que elaboran los moradores del lugar, y también se mantiene la costumbre de lanzarle agua, harina de trigo y huevos a los transeúntes.

Unos 300 mil turistas mantienen llenos los hoteles en Ambato para presenciar la tradicional Fiesta de las flores y las frutas, y aunque a veces se lanza algún chorro de agua este es un hábito que pocos lamentan debido al fuerte calor existente ahora en Suramérica.

Se estima que hasta los Carnavales de la Sierra ecuatoriana llegan como mínimo un millón 300 mil nacionales, más otros miles de extranjeros que vienen al país a disfrutar de momentos de altos valores culturales.

En Perú, mientras, una característica común de los carnavales en la parte serrana es el ritual de la yunza, conocida como umisha en la selva o cortamonte en la costa.

La tradición consiste en plantar de manera artificial un árbol cargado de regalos. Las parejas bailan en torno a la planta hasta tumbarlo con cortes de un arma afilada. Quienes lo cortan se tornan una pareja real a cargo de la organización de la yunza del siguiente año. También es muy habitual lanzarle agua a las personas. Las ciudades carnavalescas más importantes son Cajamarca, Puno, Ayacucho y Huarás.

Fiestas populares se vivieron también en Argentina — donde los carnavales oficiales son en marzo próximo, pero ya comenzaron las celebraciones. En Venezuela, sólo al estado de Nueva Esparta llegaron 40 mil turistas. En Colombia, se colmaron los hoteles, en especial en la ciudad de Barranquilla, donde gigantescas carrozas de más de siete metros de altura tuvieron su inspiración en El Caribe y en las tradiciones y culturas indígena, africana y europea, propias de esa región.

Centroamérica también disfruta de carnavales. En Panamá, por ejemplo, el pueblo celebra por las noches bailando tras grupos de música típica, vestido con los trajes de la nación, en espera del final, para entonces incorporarse a los Carnavalitos de barrio hasta que comience la liturgia.

Para muchos ha sido una sorpresa que en la sufrida Haití haya carnavales. Luego de dos años de ausencia de estas fiestas a causa del terremoto de enero del 2010, los tambores sonaron de nuevo en la sureña localidad de Cayes, ubicada a unos 200 kilómetros de Puerto Príncipe. Y a unos 200 mil haitianos y centenares de turistas se unió el presidente Michel Martelly, quien inauguró el jolgorio e hizo gala de sus dotes artísticas, uniéndose con sus interpretaciones a bandas musicales.

Luego de los Carnavales volverán los problemas cotidianos. La lucha por los derechos humanos, las protestas políticas. Los medios de comunicación continuarán con sus noticias habituales. Pero ahora, las páginas están ocupadas por las informaciones del Carnaval.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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