El puente más alto de Cuba

¿Cuál de las dos vistas que ofrece el  Puente de Bacunayagua te parece la más hermosa? Se preguntan a sí mismos los visitantes que por ahí pasan.

 De un lado las palmas reales, esbeltas, el Valle de Yumurì, a lo lejos un bohío  anunciando al campo cubano, las auras tiñosas sobrevolando sobre 114 metros de altura, y los turistas  adivinando que clase de ave es esa que no parece un águila europea, ni un cóndor americano.

 Del otro costado está el mar a lo lejos, y una coordillera de árboles se cierran entre dos partes para anunciar que ahí hubo un caudaloso río que desembocaba en el Atlántico.

Algunos le llaman el puente de la suegra por aquello de la fobia hacia la madre de sus cónyuges y la mala costumbre de querer “matarlas “. Aun así, hay deportistas que se arriesgan a lanzarse a desafiar a la muerte con el puenting  y contemplar de cabeza la belleza de sus parajes. Me imagino que de abajo, el puente se debe ver aún más majestuoso.

Bacunayagua  deriva también en separación de dos provincias, los viajeros saben que después de largos avatares, si llegan a este punto, lo que falta para llegar a Matanzas es un “kikiri” o como dirían los guajiros “alcantío de un gallo".

Inaugurado el 26 de septiembre de 1959, presenta en 7 kilómetros a la ciudad de los puentes y tiene una extensión de más de 310 m, con una extensión del arco de 114 metros y a una altura de 110 sobre el nivel del mar.  

Detenerse en Bacunayagua no es solo apreciar una de las siete maravillas cubanas de la ingeniería civil, sino también regocijarse del hermoso paisaje de la costa norte cubana, entre el Túnel de la capital del país y la Ciudad Balneario de Varadero.

La proyección y ejecución del puente estuvo a cargo de ingenieros cubanos dirigidos por Luis Sáenz Duplace, proyectista principal. Para la construcción del puente se buscaron ingeniosas y atrevidas alternativas debido a las condiciones del terreno sobre el que se erige. Una de estas alternativas la constituyó el uso por primera vez en Cuba de semiarcos del sistema Melan,que recreaba  con acero laminado el cuerpo de su estructura , girando cada una hasta lograr la posición correcta.

La mayoría de los conductores y viajeros se sobrecogen al transitar por allí, alargada pasarela que enlaza a Mayabeque con la ciudad de Matanzas

Una imagen única, para los foráneos significa la parada obligada en el mirador para degustar de la mejor piña colada de Cuba, observar el árbol del pan o buapen  o contemplar el capricho de los henequenes en posición oblicua a la tierra como si de pronto cayeran al precipicio, pero no es así.

El paso del tiempo mella su construcción, sin embargo las labores de restauración de esta maravilla de la ingeniería civil cubana que hoy cumple 55 años de inaugurada ya están en marcha.