La violencia y los delitos violentos en Cuba, son temas bastante frecuentes en las redes sociales. En este sentido, hace algunos días el periodista Humberto López, invitó a su habitual espacio televisivo “Hacemos Cuba”, al Coronel Irael Fumero y Beatriz Peña de La O, Jefe de Información y Análisis de la Dirección Técnica de Investigaciones (DTI) y Jefa del Departamento de Investigación de la Dirección de Procesos Penales de la Fiscalía General de la República respectivamente, para conversar de estos temas.
La percepción de agresividad en el país ha aumentado en los últimos tiempos, el Coronel Peña de La O explicó que el número de los delitos violentos se mantienen estable. Sin embargo, si existe un aumento del resto de delitos que no son catalogados de graves, explicó.
La situación electroenergética, el desabasto de combustible y los problemas asociados a la distribución de la canasta básica son algunos de las variantes que llevan a cometer hechos de este tipo; así lo explicaron de manera conjunta ambos invitados.
Estos factores en conjunto con la difícil situación económica que enfrenta actualmente el país, agravada por el bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos hacia Cuba, hace que estos hechos delictivos se intensifiquen.
Es por eso que los crímenes o delitos patrimoniales son los más frecuentes. dígase delitos de hurto y robo, principalmente de teléfonos celulares, vehículos ciclomotores y otros similares.
La violencia es un tema de impacto y altísimo interés, así lo refirió el anfitrión de Hacemos Cuba, quien además, compartió las estadísticas actuales.
Partiendo del reconocimiento de la presencia de violencia en la sociedad cubana, específicamente la violencia criminal, nos encontramos ante una situación donde dicha violencia es claramente notable. La evaluación de su intensidad, ya sea mayor o menor, está sujeta al momento, contexto y periodo de referencia para la comparación.
Durante el período de restricciones impuestas por la COVID-19, el país se vio paralizado en términos de movimiento y actividades, lo cual resultó en una disminución en la actividad delictiva, tanto en términos de atención como en la delincuencia en general. Así pues, estamos partiendo de un punto en el cual la incidencia del delito era mínima.
Sin embargo, al analizarlo desde esta perspectiva, se observa un aumento en la actualidad. En comparación con los momentos anteriores a la pandemia, anteriores al 2019, la situación es diferente.
En ambos tiempos. la violencia en la sociedad cubana es un desafío que requiere un compromiso colectivo y acciones concertadas para promover la seguridad, el bienestar y la armonía entre los ciudadanos. Es fundamental abordar esta problemática desde un enfoque integral que promueva la prevención, la educación, la aplicación efectiva de la ley y el fortalecimiento de una cultura de paz y respeto en la sociedad cubana.
La colaboración entre autoridades, instituciones, organizaciones civiles y la comunidad en general es clave para abordar la violencia en todas sus manifestaciones y trabajar hacia la construcción de una sociedad más segura, justa y pacífica para todos sus miembros. La promoción de valores como el respeto, la igualdad, la empatía y la resolución pacífica de conflictos son fundamentales para construir un entorno en el que la violencia no tenga cabida.
Desde un punto de vista numérico y cuantitativo, el delito, en este caso, no ha experimentado el aumento que se percibe en la actualidad en redes, en lo que respecta a los delitos vinculados a la violencia, simplemente, cada quien se parece a su tiempo, y en la era digital, no existen secretos…
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