domingo, 29 de septiembre de 2024

De África a la Mesa

Los testimonios de colaboradores cubanos en la lucha contra el Ébola nos permitieron conocer cómo fueron aquellos días...

Claudia Hernández Rodríguez en Exclusivo 07/05/2015
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Tras el paso del huracán Katrina por el sur de los Estados Unidos, el veintinueve de agosto de 2005, un grupo de médicos cubanos socorrió y brindó ayuda humanitaria a la población de ese país. A su vez, y sin saberlo aún, comenzaba a formarse una brigada de solidaridad que marcharía hasta los lugares más remotos de este mundo con el único fin de salvar vidas.

Conformada por especialistas en Medicina General Integral, epidemiología, gastroenterología, psiquiatría, cardiología, cirugíay pediatría, hoy la Brigada Henry Reeves cuenta en su aval con misiones en Pakistán, Haití y África. Precisamente a la labor de los galenos cubanos en la lucha contra el Ébola, y en presencia de varios de ellos, fue dedicada la Mesa Redonda de este miércoles seis de mayo: Héroes cubanos en la lucha contra el Ébola.

El doctor Jorge J. Delgado, encargado del contingente de médicos que se establecieron en Sierra Leona, estuvo entre los tres primeros especialistas cubanos que llegó a tierra africana. Sobre el primer contacto en este país comentó: “El que llegaran 165 compañeros no era cuestión fácil, por tanto, había que preparar condiciones de alojamiento, de alimentación e hicimos las coordinaciones previas con el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), de modo que ese inolvidable día dos de octubre, a las diez y veinte de la mañana, cuando aterrizó nuestro avión de Cubana de Aviación transportando a nuestros hermanos, prácticamente ya lo teníamos coordinado todo para su distribución en los distintos lugares de alojamiento”.

Además de las largas jornadas de entrenamiento en las que participaron los especialistas cubanos que se trasladarían hacia África, principalmente de la mano del director del Instituto Pedro Kourí, Jorge Pérez; una vez en Sierra Leona, Liberia y Guinea se llevó a cabo un entrenamiento teórico, seguido por varias jornadas donde debían usar el equipo de protección personal y un acercamiento a los lugares de tratamiento.

Al referirse al intercambio con médicos de otras naciones, el doctor Delgado comentó: “Cuando llegó la brigada ya estaban Médicos sin Fronteras y pequeñas cantidades de expertos, pero nuestra brigada fue el grupo más grandes, más numeroso, más impactante que haya llegado a Sierra Leona, posteriormente vinieron 101 trabajadores de la salud, paramédicos y enfermeros de la Unión Africana, ya esto fue a finales de diciembre… Las tres ONG con las que estuvimos trabajando fueron excelentes, fue muy satisfactorio, ambas partes aprendimos mucho…”

De acuerdo con los testimonios ofrecidos, tras la llegada de los especialistas cubanos se cambió el tratamiento, que hasta ese momento era por vía oral, a la vía intravenosa, lo cual tornaba la situación aún más peligrosa, pero permitió salvar múltiples vidas.

La comunicación con el MINSAP era permanente, pues se emitían partes diarios desde los tres países donde había presencia cubana; en estos se explicaba la situación tanto de los pacientes como del personal médico.

Los médicos y enfermeros eran uno solo, trabajaban muy unidos, atendiendo íntegramente al paciente, recuerdan los panelistas invitados a la Mesa. “Los compañeros de la salud de otras ONG se quedaban maravillados ante la experiencia y las habilidades que tenían nuestros compañeros para canalizar las venas. Cuando llegamos a trabajar a cualquier lugar ya era un sello de garantía, por la honestidad, la humildad, el desinterés”.

Uno de esos enfermeros que en más de una ocasión se confundió con médico es Jorge Martínez Cruz, quien calificó la experiencia como titánica: “A pesar de haber participado en misiones anteriores creo que en esta el personal de enfermería verdaderamente se creció… fuimos un solo profesional médicos y enfermeros, pero la tarea del enfermero de bañar al paciente, manipular los fluidos más veces que el médico, hacía que le pusiéramos mucho interés al trabajo que estábamos haciendo. Canalizar una vena implica exponerse más al virus que hacerle un examen a un paciente y mucho más peligroso hacer una extracción de sangre, que prácticamente las hacíamos todos los días”.

Para el doctor Féliz Báez los sacrificios fueron dobles, pues además de tratar la enfermedad en otras personas, también se convirtió en paciente. Tras la interrogante ¿qué pensó cuando recibió la información de que estaba infectado de Ébola?, respondió: “El día once de noviembre la dirección del MINSAP en Cuba decide que fuéramos una avanzada a Port Loko, un distrito con una alta incidencia de Ébola y con pocas posibilidades de atención médica en ese momento… en el hospital se contaba con un solo médico y menos de cien camas, la situación era difícil y empezamos a trabajar”.

Cuenta Báez que, en horas de la madrugada del día dieciséis, comienza con fiebre y escalofríos, por lo que comunica a sus compañeros sus sospechas de que estuviera contagiado con la enfermedad. “El lunes próximo me hicieron las primeras pruebas y todo indicaba que podía estar enfermo. No me sorprendió porque estábamos preparados, yo le decía a mis compañeros de trabajo que no se preocuparan, que me iba a curar”.

Casi al cierre de la Mesa, los comentarios del doctor Ronald Hernández reafirmaron una vez más que las tormentas no frenan el carácter y el ímpetu de los cubanos. Para este médico, las redes sociales fueron una fuente de esperanza y comunicación.

“La experiencia del trabajo en Liberia fue única, era mi tercera misión pero creo que esta me marcó para siempre… es un país con un sistema de salud muy deprimido, con un solo hospital… lo más reconfortante es que fue el primer país en reportarse libre de Ébola. El trabajo mío con las redes sociales comenzó con la misión en Venezuela… Cuando llegué a Liberia seguí haciéndolo, lo primero era informar lo que estaba pasando, era un vínculo entre los cooperantes en Libera y su familia acá”.

Cuando ya son pocos los galenos cubanos que aún se encuentran en tierras africanas, otros cuarenta y ocho colaboradores del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias, se preparan para partir hacia Nepal, junto a un hospital de campaña que incluye unidad quirúrgica, esterilización, cuidados intensivos, laboratorios semi-automatizados, ultrasonidos, rayos X y áreas de consulta y rehabilitación, la Henry Reeves dice nuevamente presente.


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Claudia Hernández Rodríguez

Estudiante de Periodismo

Se han publicado 1 comentarios


YO
 7/5/15 13:46

No alcanzan los alagos, para estos profesionales de la salud que brindan sus servicios en cualquier lugar del mundo a riesgo de sus Vidas, Felicitaciones  y gracias por poner tan en alto el nombre de Cuba.

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