miércoles, 25 de septiembre de 2024

De mis novatadas periodísticas

Anécdotas sobre mis inicios en el Periodismo y de cuánto me valieron los estudios de Mecanografía y Taquigrafía para sortear escollos...

Félix Arturo Chang León en Exclusivo 24/01/2014
23 comentarios
Arturo Chag
Una sola vez tales habilidades no me salvaron, expresó Arturo Chang.

Mis inicios en el Periodismo pudieron ser peores si cuando tenía 9 y 10 años no hubiera estudiado Mecanografía y Taquigrafía, para de ahí en adelante tomar notas de clase y luego transcribirlas con una máquina de escribir Remington.

Una sola vez tales habilidades no me salvaron. Yo tenía apenas 16 años de edad, cuando al querer viajar de La Habana a Las Villas en 1968 para despedir ese año en familia, el periódico El Mundo me ordenó comentar de lo que no sabía absolutamente nada: los diez años del voleibol revolucionario.

Víctor Joaquín Ortega, a quien confesé que no me daba tiempo a buscar los datos, dijo: “Vete. Yo te lo escribo”. El año pasado (2013), para saldar la deuda de que además mi nombre apareciera inmerecidamente junto al suyo ya prestigioso, se lo agradecí, y he aquí su respuesta: “Oye, Chang, yo no me acuerdo de eso”.

Poco antes, en el Plan Cordón de La Habana, en el Wajay, el entonces ministro de Justicia, Alfredo Yabur Maluf, tras darme una lección periodística de que a nadie le interesaba que él estuviera llenando con tierra bolsitas de polietileno para sembrar café, dijo que lo noticioso eran los resultados de los bufetes colectivos.

Taquigrafié sus declaraciones y luego, tras varias horas ante la máquina de escribir, sin saber valorar los datos, el colega Casañas (después reportero de Verde Olivo), al notar mis sufrimientos, tomó la transcripción y redactó la nota que firmó con mi nombre.

En otra ocasión: “Chang, ¿qué deporte tu practicas?”. Cuando respondí: judo, vino la orden: “Cubre esta noche el torneo del CVD Martí”.

Al salir hacia la cobertura me negué, cuando supe que era una competencia de lucha en la cual estaría el campeón centroamericano del momento. Corrí a pedirle a Manolo Cabalé que fuera él, pero estaba ausente, y por eso yo era el suplente.

El chofer, Mont, dio la solución: “Coge lo que ha escrito Cabalé, cambia los nombres y los datos y ya”. Fui al archivo, copié taquigráficamente varias informaciones y con ellas me guié para indagar los elementos necesarios y estructurar la nota.

Al regresar protesté porque no hubo judo sino lucha. “Da lo mismo, es darse los tirones esos que ustedes se dan. Apúrate que solo falta lo tuyo para cerrar”, gruñó despiadadamente alguien apodado Almirante.

A pocos metros de la puerta del periódico, temprano al siguiente día, Mont, con tono misteriosamente alerta: “Llamó el comisionado de lucha para negar que anoche dio declaraciones a la prensa”.

Retrocedí y retorné temeroso después de almuerzo, con la esperanza de que pasara la tempestad, pero no dejaban de esperarme: “Ve a aclarar eso ahora mismo”.

—Compañero, usted me dijo que Miguel Tachín estaba mal anoche.

—¿Y quién tú eres? A ti sí te lo dije.

Con 16 años tendría cara infantil, pero afortunadamente acerté:

—Yo soy periodista y le pregunté desde el palco de la prensa.

Interpreté que su silencio y el darme bruscamente la espalda e irse sin una despedida era sinónimo de que podía informar al jefe de la página deportiva que no había problemas.

Toda la prensa daba cobertura a una delegación militar soviética de alto nivel que recorría el país. Un colega me invita a jugarle una broma pesada a un conocido periodista que nos mostraba mortificantemente su moderna grabadora, mientras los demás nos valíamos de un lapicero y una agenda.

Solo tres logramos la entrevista en exclusiva. El avezado reportero con su aparato hacía preguntas sustanciosas, el inventor de la broma intercalaba interrogaciones triviales, en tanto yo solo taquigrafiaba lo estrictamente necesario.

—Chang, vamos a perdernos de aquí para que ese no nos pida los datos porque ahora él tiene que oír mis tonterías y la grabación completa. Huye antes que nos agarre.

Cuenta el fotógrafo Manuel de Feria que mientras yo tomaba taquigráficamente un discurso (las baterías de la grabadora estaban descargadas), había más personas mirándome escribir que atendiendo al orador, quien miraba de reojo y cara de pocos amigos.

Por supuesto, yo estaba ajeno al suceso perturbador ocurrido en los años 70 del siglo pasado en la localidad de Hatillo. Al concluir, para entregar la versión taquigráfica al periódico, salí apresurado hacia el auto, seguido de De Feria, quien no cesaba de reír y narrar el incidente.

Si no era porque creían que escribía en chino, también podían sospechar de mensajes en clave para el enemigo. Tras dar cobertura periodística a un evento en Cumanayagua, en un momento que nunca he podido determinar, manos misteriosas captan mi libreta, y 80 kilómetros más adelante, en Trinidad, alguien la devuelve: “Mira, cuídala que sin eso no vas a poder hacer el reportaje. Ah, no hagas preguntas que no pueda responderte”.


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Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.

Se han publicado 23 comentarios


Arturo Chang
 6/3/14 18:30

VERANIEGA: Lo haremos caminar. MILAGROS: Quizás este viernes, si las jefas en Cuahora lo aprueban, aparezca un material sobre el uso de los espacios públicos, que comienza con una alusión a un lugar muy conocido de Jaimanitas y a dos personas que fueron muy populares en los años 70 del siglo pasado. Gracias a ambas por sus mensajes.

Milagros
 25/2/14 16:14

Los recuerdo en esa epoca, prometistes escribir sobre Jaimanistas, tus recuerdos de los años de estudios, creo que tambien lo debias de incluir en tu libro

Veraniega
 13/2/14 17:43

Chang, dónde diablos estás? TE EXTRAÑAMOS EN EL VANGUARDIA. Aquello sin ti no camina!

Arturo Chang
 31/1/14 9:37

Lissette: Me alegra el reencuentro contigo que siempre es agradable. Te aclaro, no he abandonado el Foro de Vanguardia, pero sucede que tiene múltiples dificultades (y ya sabes a causa de quién) y eso hace engorroso el trabajo, pero espero que se restablezca pronto la situación. Recibe mis saludos y promesa de que algún día el foro volverá a funcionar bien y establemente.

Lissette
 31/1/14 1:36

Vaya chino,mira por dónde te encuentro,tienes el Vanguardia abandonado no seas vendido. Ying

Arturo Chang
 27/1/14 18:59

Estoy triste. Eugenio Suárez Pérez me dio la noticia de que Casañas falleció. No olvidaré nunca a Casañas y le estaré eternamente agradecido.

Arturo Chang
 27/1/14 13:30

Isis: Veo que tienes buena imaginación al verme y escucharme cuando lees lo que escribí. Te agradezco el comentario y te deseo un feliz 2014.

Arturo Chang
 27/1/14 13:22

Vázquez: Gracias por recomendarme que haga un libro con esas notas. No tenía pensado esa posibilidad, pero me parece muy buena su idea de que haga un libro. Es reconfortante saber que le han resultado simpáticas las anécdotas. Le agradezco su comentario

Isis
 27/1/14 7:20

Chang me parecía estarte viendo y escuchando... Besos, está genial.

Vázquez
 26/1/14 17:53

Me alegra que estés recreando este sitio con estas crónicas de tu vida personal. Te recomiendo que las guardes para que hagas un libro. También me he reído con las anécdotas.

Arturo Chang
 25/1/14 13:24

madelainean: Me parece muy bien su proceder con las informaciones. Gracias por comentar

Arturo Chang
 25/1/14 13:06

Nelson Monzón Padrón: Le agradezco sus palabras, y aquí, secretamente, entre usted y yo: he disfrutado mucho de sus elogios, pero para que no se me descubra mi vanidad ahora muy bien alimentada, no diré una palabra más. Solo seriamente agrego que haré mucho por merecer lo que usted dice. Gracias

madelaineam@ucm.vcl.sld.cu
 25/1/14 11:02

me gusta estar informada, como la gran mayoria, retengo la que me es de interes y lo demas solo la mantengo al margen

Nelson Monzón Padrón
 25/1/14 8:47

Le llegó a Cubahora el periodismo que los lectores buscan. Chang, sabes como pocos comunicar, hacer comparaciones, imaginarnos tus "locuras" y reconocer siempre la honestidad. Gracias por tus artículos.

Arturo Chang
 24/1/14 21:29

Laura Lyanet: está bien, admito que los teclazos en la máquina de escribir los vuelven locos a ustedes en la redacción, pero no me puedes negar que les conviene porque soy un competir menos para ocupar una computadora con la cual están permanentemente en Facebook. jejeje... De ese tema trataré en próximos espacios. Saludos, gracias por comentar.

Arturo Chang
 24/1/14 18:47

Gracias a todos por comentar. Por ahora, solo les digo que gracias a esa máquina de escribir es que no pierdo tiempo y siempre puedo redactar los orignales, pues en el periódico Vanguardia lo habitual es que todas las computadoras están ocupadas con Facebook y aunque usted ponga Face no de Book, sino de enojado, nadie da una oportunidad. Pues sí, seguiré publicando aquí, o mejor dicho, continuaré entregando mis materiales, aunque puede haber algunos textos "impublicables", pero eso que lo decida la Jefa. Saludos para todas y todos

lilian
 24/1/14 13:53

Genial Chang...como usted. Un abrazo y esperamos nos siga deleitando con las anécdotas.. Muchas graciasss

Rafael Machiran Ferrer desde FB
 24/1/14 13:46

Aquí en alemania esa máquina es und antigüedad de la fábrica no existe nada pero son buena

Hortensia Santana Ayon desde FB
 24/1/14 12:16

No pensé nunca que todavía existieran esas máquinas, eres lo máximo.

Laura Lyanet Blanco Betancourt desde FB
 24/1/14 12:15

Nos tiene locos con el taca-taca de su "pc con sistema operativo windows 59".

Yohandry Fontana desde FB
 24/1/14 11:31

Eso es un P4!!!!

Arístides
 24/1/14 11:15

Cómicas anécdotas de tus inicios como periodista. Tienes el don de hacerme reír con tus ocurrencias. Espero que yo nunca falte a tus comentarios

Mercy
 24/1/14 9:56

Es una buena lección de vida. Me he divertido, gracias, Chang.

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