Democráticas y ejemplarmente participativas

La secretaria del colegio electoral le avisa al Presidente para que organice la guardia cederista la noche y madrugada anterior a la votación. Este, a su vez, coordina con una miembro del Secretariado para que atienda a los pioneros que cuidarán las urnas. Recuérdale a las madres que le den a cada niño una botellita con agua hervida, insiste.

Con días de anticipación están dispuestos el escudo nacional, la bandera cubana y las urnas que estarán el domingo 21 de octubre en el sitio de los comicios, así como previsto la limpieza del local, bien conocido por los vecinos, pues no es otro sino el consultorio donde la médica y enfermera de la familia atienden a los pacientes de la circunscripción electoral.

Desde hace semanas, los electores comprobaron sus nombres y direcciones en los registros previamente elaborados y expuestos en sitios tan frecuentados como los mercados de víveres y artículos industriales, y se han ido familiarizando con las fotos y datos biográficos de los candidatos a delegados. Si había alguna equivocación en el listado de electores, hubo tiempo de enmendarla, o se puede hacer el mismo día de la votación.

Sin fanfarria propagandística ni invertir cuantiosos recursos que el país no dispone por ahora, o dedica a otras prioridades, así transcurre la primera etapa de las elecciones generales que deberá elegir el próximo 21 de octubre a los delegados de circunscripción y las autoridades de las 168 municipalidades de Cuba.

Como requisito exigido por la Ley Electoral, el o la elegida para representar a los vecinos a ese nivel, eslabón esencial en el que se erige todo el sistema del Poder Popular en la Mayor de las Antillas, deberá contar con más del 50 por ciento de los votos, de lo contrario, corresponde ir a una segunda vuelta entre aquellos que hubieran reunido el mayor número de boletas. En ese caso, la segunda convocatoria sería el domingo siguiente, es decir, el próximo 28 de octubre.

Fenómeno social y político original de la Revolución, desconocido unas veces y difamado otras muchas por quienes lo niegan por oficio, el sistema electoral cubano es tan democrático como el que más lo sea, y ejemplarmente participativo por su carácter popular y masivo. No se limita además al acto de votación, sino que abarca el acompañamiento de la gestión de los elegidos para los cargos representativos, quienes la realizan sin percibir remuneración ni privilegios por ello.

Sin que medien favoritismo político ni posición económica individual, concede a los ciudadanos plenitud en el ejercicio de sus derechos civiles, entre ellos la inscripción en los registros electorales, una vez que se arriba a la edad de 16 años, así como la posibilidad de elegir y ser elegidos a los cargos representativos del Poder Popular desde la base hasta la nación.

Sólo se exige como condición para los delegados de base la de ser nominado previamente en asamblea pública por los vecinos donde resida, aprobado por las comisiones de candidatura formadas por los representantes de la comunidad y, finalmente, elegido por mayoría superior al 50 por ciento en los comicios convocados al efecto.

En esta primera etapa se elegirán a los delegados de circunscripción, que integrarán a su vez las asambleas municipales.

Más de 32 300 candidatos salieron de esa cantera durante el proceso de nominación que transcurrió hasta finales de septiembre en todo el país.

Estos principios funcionales, desde la circunscripción hasta la máxima instancia de la Asamblea Nacional, garantizan una proporción del 50 por ciento de representantes directos de la base en las instancias de dirección estatal a nivel de municipios, provincias y en la máxima instancia legislativa nacional, amén de la otra mitad de candidatos seleccionada y elegida entre personalidades sobresalientes en todos los aspectos de la vida nacional, incluidos las representantes de los institutos armados del país.

Los que integran esa cantera, no provenientes de los delegados de base, al igual que estos, son propuestos por las comisiones de candidatura, y su elección corresponde a la segunda etapa de las elecciones generales, cuando se convoca por la Comisión Electoral Nacional para elegir a los componentes de las asambleas provinciales y la asamblea nacional.

Para la constitución de las asambleas municipales del Poder Popular, integradas por los delegados elegidos en estas elecciones de finales de octubre, se realiza una convocatoria simultánea en todo el país el mismo día, en la cual los asistentes escuchan la propuesta de las comisiones de candidatura a ese nivel, las aprueban o rechazan y, finalmente, votan por los candidatos (as) a Presidente, vicepresidentes y secretario.

Estas elecciones parciales, que tendrán lugar dentro de una semana, corresponden a las primeras que realiza el país luego del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, cuya Conferencia Nacional celebrada en enero pasado sugirió a las autoridades del Poder Popular analizar críticamente la estructura y funcionamiento de estos órganos e introducir los cambios necesarios para el perfeccionamiento de su labor.