Detrás de cada chapa hay manos de mujeres (+Fotos)

Valentina Rivera baila todos los días desde las 8:00 de la mañana y hasta las 5:00 de la tarde. “Puede parecer que no estoy bien de la cabeza, pero es que mi trabajo es como el baile, aunque esté la mayor parte del tiempo sentada. Es que me mantengo en actividad constante, con el cuerpo caliente; y aunque después tengo dolores en el cuello, los brazos y la espalda, ya le cogí la vuelta, ¿sabes?”.

Así me dice y sigue troquelando, poniendo números y letras, el trabajo que ha hecho por más de veinte años. También sé estampar —me cuenta, y empieza a explicar todo el proceso de una y otra actividad, con lo que se garantiza la producción de la matrícula para un vehículo.

“Antes era más difícil —asegura—. Las chapas, esas que vemos circulando en las calles, costaban mucho trabajo, porque la materia prima llegaba en rollos de láminas de aluminio que teníamos que desenrollar, cortar, troquelar, limpiar, darle color; y todo eso demoraba, porque eran once combinaciones de colores con una letra inicial que identificaba a cada provincia.

“Si hacía una línea continua de chapas para Guantánamo, por ejemplo, luego debía cambiar las piezas de la máquina para preparar las de Holguín, y así sucesivamente. Ahora, con el nuevo sistema será mejor, porque las matrículas ya se importan cortadas, y fácilmente las troquelamos y les damos relieve negro”.

Coinciden con Valentina las otras nueve mujeres que trabajan en la Fábrica de matrículas de vehículos del Minint, ubicada en el municipio capitalino de Arroyo Naranjo.

“Somos mayoría femenina —sonríe—. Solo Raúl, que trabaja con nosotras, y el jefe son hombres, así que cuando veas un carro por ahí recuerda que detrás de cada chapa hay manos de mujeres.

”Cuando nos visitó el representante de la empresa alemana radicada en Panamá, la que nos suministra la materia prima, nos dijo que allá este era un trabajo solo para hombres, y que ellos podían hacer de 300 a 400 matrículas al día. ¿Serán hombres o jicoteas?, porque cada una de nosotras puede hacer 1 000 o un poco más, si hace falta”.

“Por ahora no es necesario, porque desde agosto del 2012 se comenzó la producción de las nuevas matrículas, y cuando el 27 de mayo comience el proceso de cambio de identificación de vehículos, cada provincia cuenta con un stock considerable para los próximos seis meses.  No obstante, nuestra producción es continua para garantizar el suministro de manera escalonada a cada territorio”, explicó el teniente coronel José Joaquín Préstamo Silva, jefe de la fábrica.

“Este sistema nuevo, además de resultar más económico para el país en su sostenimiento, en comparación con el vigente en la actualidad, contribuye a disminuir y flexibilizar una serie de trámites de la población”, añadió.

“Si usted era de Santiago de Cuba y quería vender su auto, debía colocarle una chapa de transición para que luego aquí, en La Habana, se le colocara la correspondiente. Ahora ya eso no será necesario. Y dicho así suena fácil, pero es que esas matrículas que tenemos todavía son de dimensiones únicas en el mundo y se encarece mucho su producción.

”La empresa alemana nos exigía comprar 5 000 unidades de cada color anualmente para mantener el contrato y, realmente, en muchos casos no las necesitábamos todas. Era un gasto considerable para el país, que ahora con el nuevo sistema se reduce a la mitad”, agregó.

”El suministro llega con tiempo, nuestra tecnología está en plena capacidad para la producción y nuestras chaperas hacen lo suyo”, acotó Préstamo Silva.

Valentina Rivera: “Las chapas esas que vemos circulando en las calles costaban mucho trabajo." (Foto: Raúl Pupo/Cubahora)

Cada provincia comenzará el cambio con un stop considerable de nuevas matrículas. (Foto: Raúl Pupo/Cubahora)

En la Fábrica de matrículas de vehículos del Minint, ubicada en el municipio capitalino de Arroyo Naranjo, laboran en total diez mujeres y dos hombres. (Foto: Raúl Pupo/Cubahora)