domingo, 29 de septiembre de 2024

Diario de cualquier viajero (+Fotos)

Muchos y diversos son los testimonios que pueden ofrecer la mayoría de los viajeros cuando se trata de salir o regresar a casa dependiendo del transporte urbano...

Abel Rojas Barallobre en Exclusivo 24/02/2015
1 comentarios
Fotorreportaje transporte 07
El flujo de personas que se trasladan por esta vía a diario es creciente y asombroso, sobre todo en La Habana. (Abel Rojas Barallobre / Cubahora)

Muchos y diversos son los testimonios que pueden ofrecer la mayoría de los viajeros cuando se trata de salir o regresar a casa dependiendo del transporte urbano. El flujo de personas que se trasladan por esta vía a diario es creciente y asombroso, sobre todo en La Habana; donde a pesar de que se observa un mayor número de ómnibus, aún no se logran los resultados que se necesitan para dar respuesta a la gran demanda de la población que requiere este servicio público.

Como consecuencia de ciertas indisciplinas sociales, ya sea por parte del chofer o por los pasajeros, se producen múltiples avalanchas humanas para subir al tan esperado transporte; el cual puede demorar en muchas ocasiones demasiado tiempo o simplemente continuar su recorrido de largo y hacer caso omiso a la parada oficial.

Cuando finalmente llega y se detiene, por lo general algunos metros antes de la parada, las personas ansiosas por la larga espera arriban al ómnibus con desesperación con la firme idea de finalmente partir hacia su destino. Casi sin respiración y aguantando fuertemente las mochilas o carteras, logran montarse en ocasiones con dificultad; pues aunque el espacio muchas veces resulta bastante reducido el chofer siempre pronuncia aquella frase ilógica de que todavía se puede dar un paso más.    

Si para subir resultó complicado, más aún se nos dificulta el viaje cuando el recorrido es largo y a la hora de bajarse. Entre codazos y pisotones, el calor de un intenso verano que es común en nuestro clima y la música que pudiera estar a todo volumen y no ser exactamente acorde al gusto más refinado, se nos presenta una odisea que resulta inevitable para muchos en el día a día. El viajero está consciente de que en el estrecho pasillo podrá encontrarse con semejantes estresados, sudados e incómodos que al igual que él no les queda otra que afrontar la situación y mirar el reloj con la esperanza de poder llegar puntual a su destino.

Acudir a los buenos modales y el respeto al prójimo contribuiría en gran medida a suavizar nuestra jornada diaria a la hora de esperar y coger el transporte urbano. Palabras como permiso, gracias y por favor deben estar incluidas siempre en nuestro vocabulario. Además, se debe cumplir con los reglamentos y horarios establecidos por parte del personal que ofrece este servicio; y cuidar este bien público que tanto necesitamos para así disminuir en gran medida determinadas indisciplinas sociales que nos afectan a todos. Es necesario fomentar en la población el sentido de pertenencia y la buena conducta social para que fluya el entendimiento y la comprensión entre las personas y no dar cabida en ningún momento a la violencia.


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Abel Rojas Barallobre

Se han publicado 1 comentarios


carlosvaradero
 27/2/15 9:33

El problema del transporte es un asunto que data de muchos años, no es un problema de ayer, ni de ahora, què pasa?...pues quien sabe, pero a mi modo de ver es un problema que debe abordarse por todos quienes de una forma u otra tienen que ver con el asunto, desde el ministro del transporte, hasta el pasajero.

Porquè no se resuelve aùn cuando se lleva años hablando del asunto, pues porque realmente no ha existido una voluntad para resolverlo, como tampoco ha existido voluntad tampoco para detener por ejemplo las indisciplinas sociales y siguen sucediendo como un mal de fondo.

Cuantos ministros de transporte han pasado por el ramo?..desde que tengo uso de razòn han sido muchos.

Què pasa entonces con eso?

Independientemente de las indisciplinas por parte del pasajero, hay mucha culpa tambien en los choferes y conductores etc.

Pongo un ejemplo muy claro:

Porquè razòn las rutas interprovinciales, el chofer tiene que parar cada cierto tiempo a recoger personas en el camino, cargando paquetes enormes de cosas para vender luego màs adelante??

Acaso el chofer no se va con una tajada de todo ese rejuego?

El pasajero no es tonto, todo lo ve..lo sabe todo el mundo y sigue sucediendo!

En cuanto al transporte local, me cabe preguntar.

Acaso los choferes no deben ser idoneos tambien para manejar?

Donde està la etica y la profesionalidad de estos choferes negligentes??

Quien vela y responde por eso?

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