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martes, 5 de noviembre de 2024

Diario de un médico Cubano en Perú: el árbol de la vida (+Video)

Cada día tiene más manitas –que representan vidas salvadas– y hermosas fotos con caras sonrientes lo adornan...

Mario Héctor Almeida Alfonso en Exclusivo 02/08/2020
11 comentarios
Bandera Peruana. Médicos cubanos en Perú
El paciente de la cama tres, antes de despedirse, regaló a la brigada una bandera de su patria como agradecimiento (Foto: Cortesía de la brigada médica cubana en Perú)

Las semanas se antojan difíciles: casos complejos, días de frío en las carpas y las horas de trabajo en las que, aunque abrigados, nuestros cuerpos tiemblan cuando alguna brisa majadera huye del Pacífico y penetra en La Caleta.  

Dentro de poquísimos días cumpliremos dos meses en tierras peruanas. Se ha trabajado duro y la mayor satisfacción resulta el alta de un paciente que pudo morir y, en cambio, regresa a su casa victorioso. Pudiera ser reiterativo hablar de cada alta médica, pero esta semana dimos varias, siete en total. A quienes no están en el ruedo les pudiera parecer insignificante, pero para todo el equipo asistencial, los familiares y el paciente, se trata de algo sin dudas maravilloso.

Cuando pasamos en la mañana, oxímetro en mano, el mayor deseo de los que participamos del pase de visita es hallar un número cercano a 100 en cada paciente. La angustia de una cifra baja en el saturador de oxígeno equivale entonces a mayor grado de insuficiencia respiratoria y, con ello, peor pronóstico. Los pacientes con los días van descubriendo la importancia del diminuto  pero valioso aparato.  Preguntan de vez en vez: “¿Cómo voy, Doc.?” y resulta difícil explicar qué pudiera ocurrir de seguir cayendo la saturación.

Constantemente debemos exponer que no existe el medicamento mágico, el bálsamo milagroso que de un plumazo desaparezca esta enfermedad; ante la angustia de lo inevitable, los familiares lo solicitan. A pesar de la cobertura mediática que se le ha dado a la COVID-19, la población continúa con escasa percepción de riesgo.

Un colega comentaba hace unos días que acompañar al paciente y al familiar, no solo en la atención médica sino también solidarizándose con su situación, ayuda y reconforta a todos. Pero lo que se vive aquí es tan fuerte, que a veces me pregunto si en verdad funciona, si acaso no será un consuelo de tontos para intentar salvarnos el alma.


Don Manuel Valverde, el paciente de la cama 3, minutos antes de recibir el alta médica, quien regalara a la brigada de médicos cubanos una bandera peruana como agradecimiento (Foto: Cortesía de la brigada médica cubana en Perú)

Esta semana, el anciano de la cama tres, al despedirse, me regaló una bandera peruana. Diabético de larga data con complicaciones crónicas, permaneció por más de 15 días en la carpa y había llegado a ella con franca insuficiencia respiratoria.

Con el transcurso de los días y la terapéutica, fue mejorando hasta el punto de poder regresar con su familia. Don Manuel Valverde, hasta ese momento un paciente más, se presentaba entonces como teniente gobernador del pueblo Joven Florida Alta; jamás dijo quién era ni reclamó trato diferencial ni se quejó.

En cambio, se despidió entregándonos su agradecimiento. Con una voz calma pero precisa, dio gracias al hospital por las atenciones recibidas, exhortó a sus conciudadanos a asistir a esta institución en busca de ayuda y alabó nuestra presencia depositando en mi mano, con la mayor humildad, la bandera de su querida patria.

Las fotos de su alta médica, como la de otros muchos que han corrido igual suerte, adornarán nuestro “árbol de la victoria”. En una pared frente a la carpa, por idea compartida con los colegas peruanos, fue sembrado un árbol. Al entrar o salir, irremediablemente la vista tropieza con él. Cada día tiene más manitas –que representan vidas salvadas– y hermosas fotos con caras sonrientes lo adornan.


Las manos que conforman el árbol de la victoria representan las vidas salvadas (Foto: Cortesía de la brigada médica cubana en Perú)

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Cuando lees el “El diario perdido de Carlos Manuel de Céspedes”, comienzas a vivir en el presente los hechos del pasado. El Padre de la Patria es exaltado a su naturaleza humana por el maestro Eusebio Leal. Las palabras de este van describiendo los hechos de manera única: aciertos y desaciertos de los grandes de la historia son reflejados sin manchar la honra ni menguar su grandeza.

Escribía entonces que la verdad debe ser contada, independientemente de que fuese dolorosa o no. Hoy la verdad de su muerte física nos conmociona a todos, pero sabemos que “la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”. Seguirá recorriendo calles empedradas y reconstruyendo la hermosa Habana, como él mismo dijese. Cuba está de luto. Ha muerto uno de los grandes, de los imprescindibles.


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Mario Héctor Almeida Alfonso

Médico cubano miembro del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias "Henry Reeve" que colaboró en Perú . Actualmente se encuentra en Mozambique en el enfrentamiento a la Covid-19.

Se han publicado 11 comentarios


Jhanes
 7/8/20 10:21

Nos reconforta tanto ver cómo el personal de la salud cubano lleva VIDA, el tesoro más preciado, a quienes lo necesiten sin distinción de nacionalidad, raza, posición social. Son los valores de nuestro José Martí. Cien, treinta, diez, una vida.... Incluso una sola vida vale todo el tesoro de la tierra; y ustedes son los portadores de cuidados y esperanza. Orgullo de toda la humanidad, qué profesión esta tan admirable, tan altruísta. es tremendo!!!!.  Gracias Mario.

Ignacio Moreno Reyes
 3/8/20 13:45

Gracias médicos cubanos, entiendo, Cuba creó Interferón 2B como defensa, básicamente como prevención de enfermedades virales; que comentarios tienen sobre el Dióxido de Cloro, porqué no lo investigan y lo comprueban. Los que les admiramos necesitamos sus respetadas opiniones Mi nombre es Ignacio Moreno Reyes con DNI 06002254

Mario hector almeida
 4/8/20 14:39

Saludos, muchas gracias por sus palabras.

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Manuel
 3/8/20 11:39

Muchísimas gracias Dr Mario y a todos sus colegas cubanos por esta labor encomiable, esforzada y de corazón que están realizando en nuestra patria. Dios les añada muchas bendiciones. Siempre les quedaremos agradecidos.

Mario hector almeida
 4/8/20 14:27

Muchas gracias. El mayor premio a nuestro trabajo son las vidas salvadas.

26
Alejandro
 3/8/20 9:00

La mano solidaria de Cuba, en un mundo cargado de egoísmo, recorforta en extremo. Nos hace pensar todavia que la humanidad tiene todavía otro camino, el camino del amor y la solidaridad. Aplauso reverente para estos profesionales de la salud, que no solo dejaron su amada patria, sino también sus familias. VIVA CUBA, GENEROSA Y SOLIDARIA

Mario hector almeida
 4/8/20 14:30

Muchas gracias por sus palabras. Somos servidores publicos . La medicina es un sacerdocio. Gracias

33
Nancy Polledo Díaz
 2/8/20 23:30

Bendiciones para todos los profesionales que se encuentran día a día reviviendo las hojas del árbol de la vida ....con ese gran líquido que se llama amor...felicitaciones...

Mario hector almeida
 4/8/20 14:31

Muchas gracias por sus palabras ese arbol de la vida crece y se multiplica. Gracias.

26
carlos
 2/8/20 20:09

Mas alla de la politica ,la critica,y muchas cosas mas con respecto a los medicos cubanos ,sobrepasa la solidaridad y los valores humanos con los cuales hemos sido educados por nuestros padres de generacion en generacion ,Dios te siga bendiciendo cubano y ponga en tus manos la sabiduria y recursos para que con el mediante puedas seguir salvando vidas humanas .El mundo necesita mas personas como uds.God bless you brother un abrazo desde el Canada de cubano a cubano.

Mario hector almeida
 4/8/20 14:37

Gracias por sus palabras. Es un estimulo leer su comentario. Soy medico hace 26 Años y esta experiencia es unica. Una vez mas gracias por sus palabras. Tenga usted un abraso.

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