domingo, 22 de septiembre de 2024

Editar a Martí

Pedro Pablo Rodríguez, director general de la Edición Crítica de la Obras Completas de José Martí, dialoga sobre esta “criatura” que le llena las horas de su días desde 1993...

Isaíris Sosa Hernández en Exclusivo 14/02/2013
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Pedro Pablo Rodríguez
Pedro Pablo estuvo al frente de la Edición Crítica de la Obras Completas de José Martí.

En su despacho del Centro de Estudios Martianos, Pedro Pablo Rodríguez me recibe un mediodía de enero, entre el breve espacio de tiempo que le deja una reunión recién finalizada y una próxima conferencia que le aguarda. La XXII Feria Internacional del Libro, Cuba 2013, le mantiene colmada su agenda, incluso, desde mucho antes, cuando le comunicaron que esta nueva edición de la mayor fiesta editorial del país estaría dedicada a su persona y al escritor Daniel Chavarría.

A nuestro entrevistado, Premio Nacional de Ciencias Sociales 2009, Premio Nacional de Historia 2010, y laureado recientemente por la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) con el Premio a la Dignidad, podríamos “interrogarlo” sobre temas tan diversos como interesantes, pues es de esas personas valiosas que consiguen desempeñarse al unísono en proyectos disímiles, y lo que es mejor, concretarlos todos con calidad impecable. Pero mi diálogo persigue un propósito claro, definido: indagar acerca de su labor al frente de la Edición Crítica de la Obras Completas de José Martí, “criatura” que le llena las horas de su días desde 1993.

—¿Cuándo surge la idea de realizar una edición crítica de las Obras Completas del Apóstol?

A finales de la década de los 60, en un evento sobre poesía convocado por Casa de las Américas, se comentó la necesidad de realizar un tipo de edición de las Obras Completas martianas de esta naturaleza. Ya en los años 70, Juan Marinello habló también del asunto en varias ocasiones. Pero es finalmente en 1977, al inaugurarse el Centro de Estudios Martianos (CEM), que se comienza con un proyecto de Cintio Vitier y Fina García Marruz, que son los padres de esta obra, la cual hoy nosotros continuamos, con algunos ajustes, pero de manera general continúa siendo una edición cronológica de los textos martianos, y estos, a su vez, agrupados en géneros —con un sentido amplio del concepto género.

—¿Cómo está conformado el equipo que trabaja en la edición crítica?

Son 12 personas las que trabajan fijo aquí en el CEM; es un equipo compuesto por distintas especialidades. Pero contamos además con una enorme cantidad de personas que colaboran para la edición crítica, tanto dentro de Cuba como en el extranjero. Estas colaboraciones pueden ser diversas, desde una consulta especializada hasta una ayuda material.

“Por ejemplo, con el texto “El terremoto de Charleston”, tuvimos que acudir a geólogos para entender algunos detalles y poder explicarlos después a los lectores en las notas que acompañan a cada volumen. Te pongo otro ejemplo, nosotros contamos con colecciones microfilmadas de casi todos los periódicos donde colaboró Pepe —así le decían sus amigos, Pepe Martí. Esto ha sido posible porque mucha gente ha pagado para ello, y esa ha sido su manera de colaborar con la edición crítica; lo cual es indicador de la cantidad de personas en todo el mundo que se sienten ganados por la personalidad de Martí, por su vida y por su obra. De ahí que tengamos una lista inmensa de colaboradores, que va variando en dependencia de las especificidades de cada tomo”.

—¿Cuánto suele demorar la confección de cada volumen?

El proceso de trabajo con cada tomo puede demorar de uno a dos años. Esta labor requiere de una gran cultura martiana acumulada. Tienes que saber mucho de Martí y dominar la historia y cultura cubana, latinoamericana, de Estados Unidos y de España. Por la amplitud de temas que Martí abordó, estos volúmenes se convierten en una gran enciclopedia de la cultura del siglo XIX.

—¿En qué tomo se encuentran trabajando ahora?

Tenemos el número 24 en imprenta, y este año pensamos entregarle también a la imprenta el 25. Editorialmente estamos trabajando con el tomo 26; pero en investigación ya vamos por el año 1890 y por el tomo 31.

—Usted, que ha tenido el privilegio de consultar los manuscritos del Maestro, ¿cómo se le ha revelado el alma martiana desde su propia caligrafía?

Martí siempre tenía una letra nerviosa, lo cual expresa su personalidad. A veces la televisión ofrece una imagen equivocada de Pepe, muy ecuánime, pausado, cuando en realidad era todo lo contrario. Martí era hiperquinético. Todo el que lo conoció decía que era un manojo de nervios; que siempre estaba apurado; que subía los escalones de dos en dos, como si sospechara que la vida no le alcanzaría. Y esto le sucedía también con la letra.

“Uno nunca puede escribir con la misma velocidad con que piensa, pero Martí pensaba, evidentemente, a una velocidad tremenda, y eso hacía que, por ejemplo, muchas veces no levantara la pluma y uniera dos, tres, cuatro palabras; o que se inventara símbolos y abreviaturas, como una especie de taquigrafía propia.

”Martí era un grafómano —así lo llama Ezequiel Martínez Estrada—, tenía manía de escribir, todo lo escribía. En sus cuadernos de apuntes, en sus notas, era capaz de anotar los sucesos más increíbles, más insignificantes, el detallito de lo que le ocurrió ayer...

”De manera que cuando los miembros de la edición crítica notamos la letra más enredada que de costumbre, pensamos que algo perturbaba a Pepe ese día. Esto sucede sobre todo con sus poemas, sus apuntes, que son cosas que no escribía por obligación. Por ello resulta fácil percibir esa relación entre sus estados de ánimos y los rasgos de su escritura.

 

”Con las cartas, por ejemplo, la letra es más cuidadosa, porque, lógicamente, escribe para que otra persona lo lea; pero incluso en ellas, aunque la caligrafía sea más clara, se advierte que también escribía con rapidez, porque no podía hacerlo de otra manera.

”Trabajar con los manuscritos nos ha permitido entender más la personalidad de Martí, y hasta en muchos casos, rompernos la cabeza también intentando descifrarlo”.

—Por último, y al mismo tiempo como adelanto, ¿qué nos ha preparado Pedro Pablo Rodríguez para esta nueva feria del libro?

Pues por el Centro de Estudios Martianos saldrán tres títulos: Al sol voy, que reúne un grupo de trabajos míos sobre el pensamiento político de José Martí; De todas partes, crónicas o viñetas en las que doy distintas facetas de Martí, no tanto de su vida como de su personalidad; y el tercero, Un caudillo útil. San Martín en Martí, es un ensayo sobre cómo a lo largo de su obra Pepe vio a San Martín.

“La Editorial de Ciencias Sociales hará una segunda edición de La primera invasión, un estudio sobre la invasión a Guantánamo, dirigida por Máximo Gómez en 1871.También por esta casa editora tendremos Hacia Cuba libre, que agrupa un conjunto de trabajos publicados en Bohemia sobre distintas personalidades del siglo XIX; y Nación e Independencia, son estudios sobre cómo en el plano económico, intelectuales cubanos fueron entendiendo el imperialismo, incluso sin ser especialistas en economía.

”El Centro Pablo de la Torriente Brau pondrá a disposición de los lectores Ensayos de mi mundo, que recoge estudios sobre determinados asuntos que —algunos están relacionados con Cuba, otras no—, de un modo u otro, repercuten en el mundo de hoy.

”Ediciones Unión, de la UNEAC, estará a cargo el volumen Pensar, prever, servir, una serie de ensayos sobre Martí relacionados no con su ideario político, sino con aspectos muy diversos.

”También la Editorial Pablo de la Torriente Brau, de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), hará una segunda edición ampliada de una compilación que publiqué hace algunos años llamada José Martí, el periodismo como misión.

”La Editorial Capiro, de Santa Clara, presentará Diálogos con la historia, compilación de entrevistas mías a historiadores cubanos; todas ya han sido publicadas, pero en esta ocasión ofrezco las versiones íntegras.

”Ediciones Vigía, de Matanzas —la que hace esos libros preciosos de manera artesanal—, presentará un ensayo que escribí sobre Martí y el Partido Revolucionario Cubano.

”Y además de esto que te he mencionado, un amigo colombiano que ama el libro y gusta de hacer tiradas reducidas de libritos para luego obsequiarlas —cuando digo libritos no es por las dimensiones, sino por la cantidad de páginas—, quiso publicarme algo y reuní para él tres trabajos sobre cómo Martí vio las independencias en Hispanoamérica, y este pequeño volumen saldrá con el título Nuestra América en cuadro apretado.


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Isaíris Sosa Hernández

Se han publicado 1 comentarios


Janet
 15/2/13 15:14

wao!! que interesante!! no conocía de la Hiperquinecia de Martí ni de sus apurillos, pero no me extraña que fuese grafómano, si escribía de todo, siempre me sorprendo cada vez que aparece una frase o fragmento de alguna obra de Martí que se ajuste a cualquier situación actual, y con tantos años de diferencia... no será que también era clarividente??

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