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domingo, 6 de octubre de 2024

El sueño del Padre Elixander Torres Pérez

Para el 2018, Jaruco celebrará el 250 de la Ciudad Condal. El sacerdote Elixander Torres, sueña con rescatar los valores originales de la Iglesia Parroquial San Juan Bautista construida entre 1773 y 1778...

Maya Ivonne Quiroga Paneque en Exclusivo 03/11/2016
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San Juan de Jaruco, ubicado en la actual provincia de Mayabeque, constituye uno de los seis asentamientos de señoríos creados por reales órdenes, en el interior de la jurisdicción de La Habana. Como se conoce, esas nuevas jurisdicciones territoriales fueron fomentadas por familias criollas ricas, que por ese u otros motivos, solicitaron títulos de nobleza a Castilla.

Durante el reinado de Carlos III tuvo lugar la fundación del tercer señorío habanero, y de la ciudad condal y señorial de San Juan de Jaruco, entre1767 y 1770,  por el doctor habanero Gabriel Antonio Beltrán de Santa Cruz Valdespina y Aranda, a quien el monarca le concedió el beneficio de primer conde de Jaruco.  Después del fallecimiento del primer Señor de Jaruco, su viuda, la condesa consorte Doña Teresa Rosa Beltrán de Santa Cruz, fue erigida en Señora.

Entre 1773 y 1778 se realizó la construcción de Iglesia Parroquial San Juan Bautista en Jaruco, obras que concluyeron bajo el mandato de la condesa y señora Doña Teresa. A su muerte ocupó ese cargo Joaquín María de Santa Cruz y Cárdenas. En ese período – coincidente con el fin del siglo XVIII y principios del XIX–, se produjo un florecimiento de la economía tabacalera.

Según señaló el arquitecto Germán Bode, la Iglesia Parroquial de Jaruco guarda cierta similitud con la Parroquia de Santa María del Rosario, ubicada a unos 20 km de La Habana, Cuba, en el municipio del Cotorro. Uno de sus elementos distintivos es que posee una pintura al fresco donde se recrea el cuadro de La última cena, de Leonardo da Vinci.

TIEMPOS DE CAMBIOS

En 1946, decenas de sacerdotes misioneros, naturales de Quebec en Canadá, llegaron a Jaruco con una mentalidad francesa moderna. De conjunto con el párroco de la Iglesia de la localidad, Serafín García, dieron inicio a las obras de restauración del templo y regalaron las maderas preciosas dejando al descubierto el nicho de la pared.

“La Iglesia había perdido su encanto. Sufrió dos reformas grandes en materia constructiva. En 1947 se procedió a una especie de modernización exterior sin afectar el altar. Ya para ese entonces habían desaparecido los altares laterales, el arco falso, el mural, parte del suelo y las piletas de bendición”, advierte Elixander Torres Pérez, el actual párroco de la Iglesia.

En 1962, durante la segunda reforma, todavía se encontraban presentes algunos padres canadienses en la Iglesia. Ellos se encargaron de separar el altar de la pared y sustituirlo por uno nuevo de mármol lo cual, al decir de Torres, se alejaba del concepto arquitectónico original.

De 1997 data la tercera restauración donde –en opinión del párroco– ya la Iglesia pierde totalmente sus valores arquitectónicos. Solo queda como testigo mudo de su antiguo esplendor la imagen de la paloma que representa al espíritu santo.

DE CARA AL ANIVERSARIO 250 DE LA CIUDAD CONDAL

Los habitantes de Jaruco se alistan para celebrar el aniversario 250 de la Ciudad Condal en el año 2018. A pesar de algunos escollos que ya ha tenido que enfrentar, el párroco Elixander Torres Pérez se muestra muy optimista con un proyecto que ha presentado al gobierno local con el objetivo de reparar el templo que él preside.

“Mi sueño sería que realmente se recuperaran sus valores originales, devolverle el ambiente que tenía con sus altares laterales, el púlpito, restaurar la pintura del espíritu Santo, los arcos, las puertas y ventanas de madera, etcétera. Hemos realizado algunas gestiones para contactar en España con Francisco Javier Hecheverría de Santa Cruz, el actual señor de Jaruco, heredero de ese título nobiliario”, confiesa el cura.

No obstante, especialistas en materia arquitectónica señalan que en su estructura exterior la Iglesia mantiene algunos rasgos característicos como una sola torre octogonal, con su campanario, que fue construida en 1846 luego de un destrozo producido por el ciclón que azotó Jaruco el 10 de octubre de ese año.

El arquitecto René Gutiérrez advierte sobre la necesidad histórica de realizar una investigación de campo y arqueológica seria para no cometer errores durante esta nueva restauración y recrear el ambiente original hasta donde sea posible. Además, opina que se debe hacer un estudio sobre la pertinencia y necesidad de los altares laterales, desde el punto de vista funcional.

Sobre el tema de la restauración del santuario existen opiniones encontradas. Mientras tanto, el padre Elixander no cejará en su sueño de devolverle el esplendor a esta Iglesia Parroquial que data del siglo XVIII y que, sin dudas, forma parte de la historia y la identidad cubanas.  


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Maya Ivonne Quiroga Paneque

Periodista, locutora, guionista y directora de radio y televisión


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