domingo, 29 de septiembre de 2024

Elevar la cultura del cuidado laboral

En Cuba, aunque los accidentes de trabajo al cierre del 2014 disminuían al igual que las cifras de lesionados, aún queda mucho por hacer en este sensible aspecto...

Yuniel Labacena Romero en Exclusivo 28/04/2015
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En el mundo, cada día mueren 6 300 personas a causa de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo, lo que representa alrededor de 2,3 millones de fallecidos por año. En igual período ocurren más de 317 millones de accidentes en el trabajo. El impacto de estos hechos representa el cuatro por ciento del Producto Interno Bruto global de cada año. En América Latina y el Caribe ocurren 36 accidentes laborales por minuto y cerca de 300 obreros mueren cada día como resultado de estos.

Las cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) no dejan de alarmar, si se tiene en cuenta no solo los irreparables daños a la vida humana y la economía, sino también el impacto negativo en las familias y la sociedad en general, que ocasiona esta situación. Quizás por ello, la OIT decidió celebrar cada 28 de abril el Día Mundial de la Salud y Seguridad en el Trabajo, con el fin de promover la prevención y disminuir la accidentalidad laboral.

A diferencia de otros países donde existen esas condiciones adversas, Cuba posee un programa nacional de salud para prevenir determinados riesgos y accidentes, y evitar enfermedades profesionales a los trabajadores. Aunque los accidentes de trabajo al cierre del 2014 disminuían al igual que las cifras de lesionados, aún queda mucho por hacer en este sensible aspecto.

Datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), de la publicación Protección del Trabajo. Indicadores seleccionados,enero-diciembre 2014, muestran que en ese año ocurrieron en el país 3 789 accidentes, 386 menos que en el 2013. De ellos 67 fueron mortales. Refleja la publicación, recientemente, que los lesionados ascendían a 3 802 y disminuían los fallecidos con 70.

Los días laborales perdidos aumentaron a 78,3 %, cifra mayor que en 2013, cuando fue de 62,5. El 79 % de los fallecidos fueron debido a accidentes ocurridos en la vía (en el tránsito), caídas de alturas y electrocución. La causa principal está relacionada con la falta de exigencia y control administrativo, pues en muchas ocasiones no se ponen en práctica los reglamentos establecidos.

Vale destacar que las provincias con más accidentes de trabajo son La Habana (983), Holguín (301) y Santiago de Cuba (298); mientras que las de menores cifras son el municipio especial Isla de la Juventud (29) y Mayabeque (80), el resto sobrepasa el centenar de accidentes. Igualmente, los territorios de La Habana, Holguín y Matanzas son los que tienen más cantidad de fallecidos.

En Protección del Trabajo…se señala también que los sectores económicos con mayores accidentes de trabajo son salud pública y asistencia social, industrias (excepto la industria azucarera) y agricultura, ganadería, silvicultura y pesca. Además los ministerios de la Agricultura, del Transporte y el de Energía y Minas constituyen los organismos con mayores cifras también en este aspecto.

ACCIDENTES EN LA MIRA

¿Qué es un accidente de trabajo? ¿Quién es el máximo responsable de la seguridad y salud en el trabajo? ¿Existe un presupuesto destinado a este tema? ¿Qué aporta el nuevo Código de Trabajo en cuestiones como estas? Con esas interrogantes llegamos al máster Ángel Rolando San Martín, especialista del Departamento de Seguridad y Salud del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).

El especialista explicó que el accidente de trabajo es un hecho repentino relacionado casualmente con este, que produce al trabajador una lesión corporal que afecta su capacidad para laboral, por una o varias jornadas de trabajo, o la muerte. Además, agregó que los misterios de Trabajo y Seguridad Social, de Salud Pública, del Interior y el de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente son los organismos rectores en esta materia.

Apuntó que tal como establece el Código de Trabajo en su Capítulo XI, dedicado a esta actividad y que se adecua a los nuevos escenarios, la seguridad y salud en el trabajo tiene como objetivos garantizar condiciones seguras e higiénicas, prevenir los accidentes, enfermedades profesionales y otros daños a la salud de los trabajadores y al medio ambiente laboral.

San Martín subrayó que el máximo responsable de la seguridad y salud en el trabajo es el empleador, quien debe adoptar las medidas para controlar lo que al respecto se dispone en la legislación general y específica.

“Es necesario también que todos los obreros dominen los peligros a los que están expuestos en su profesión, pues a partir de ello estarán mejor preparados para laborar de forma segura y eficiente.

”Para reducir los accidentes es necesario también que las administraciones realicen el levantamiento de los riesgos de cada puesto laboral, se proyecte el trabajo con los jefes directos y se mantenga una divulgación constante sobre el tema”, apuntó San Martín, quien señaló que cada organismo cuenta con un presupuesto destinado para el mantenimiento y la compra de equipos de protección y que estos deben hacer las gestiones necesarias para garantizarlos al trabajador.

Como reconocía el especialista, los Convenios Colectivos de Trabajo son esenciales para reforzar el accionar en la seguridad y salud de los obreros, pues quien sufre un accidente de trabajo o contrae una enfermedad profesional tiene derecho a las prestaciones en servicios, en especies y monetarias, de acuerdo a los requisitos y condiciones establecidas en el régimen de seguridad social correspondiente.

INVESTIGAR PARA CONOCER

La Oficina Nacional de Inspección del Trabajo (ONIT) es la encargada de investigar los accidentes en este ámbito y tiene representación en todas las provincias, con inspectores especializados en los temas laborales y de seguridad y protección. Son sujetas a inspección, entre otras, las entidades laborales radicadas en el territorio nacional con capacidad jurídica para establecer relaciones laborales y el sector cooperativo.

En correspondencia con lo establecido en el artículo 131 del Código de Trabajo, el empleador para investigar los accidentes de trabajo está en la obligación de preservar las condiciones del lugar o puesto de trabajo donde se producen los hechos, para así determinar las causas que lo originaron, los responsables, los daños a la salud de las personas y las pérdidas económicas ocasionadas.

Igualmente, adoptar las medidas que eviten hechos similares, aplicar medidas disciplinarias a los responsables, informar a la ONIT —cuando el accidente tiene consecuencias mortales, en el término de veinticuatro horas siguientes a la ocurrencia del hecho—, conservar el informe con el resultado de la investigación por un término de cinco años y registrar los incidentes y accidentes de trabajo a los efectos de la información a brindar.

Cuando ocurre un accidente de trabajo en el cual el trabajador lesionado o fallecido no está contratado por el empleador del lugar donde se produce, ambos empleadores de conjunto realizan la investigación. Los accidentes ocurridos a estudiantes durante la realización de trabajos, como parte de su formación integral, se investigan por la entidad donde ocurrió el hecho, y luego se comunican los resultados al centro de estudios.

La estrategia cubana en pos de elevar la cultura del cuidado laboral y minimizar los riesgos de accidentes, no solamente se refiere a las enfermedades profesionales, sino también orienta a los colectivos laborales en relación con la prevención y sobre cómo hacer un proceso de autorresponsabilidad, pues el individuo debe conocer cuáles son las sustancias, los productos y las condiciones de su entorno laboral que le pudieran acarrear determinados accidentes o enfermedades profesionales, y qué medidas se pueden utilizar.


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Yuniel Labacena Romero

Se han publicado 1 comentarios


Angela lilia Rodriguez M aden
 5/6/19 10:36

Muy interesante el artículo, me interesa porque actualmente tutoro una tesis con el el tema del asesoramiento psicpedagógico a directivos en las enfermedades profesionales pedagógicas, me gustaria intercambiar con el autor del artículo. Cordialmente Dr. C angela lilia rodriguez Maden  Profesora Departamento Pedagogía-Psicología

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