Eliminemos toda guarida del mosquito

Las deficiencias en el saneamiento ambiental, la existencia de salideros de agua en la vía pública, la baja calidad del tratamiento focal y adulticida, la poca coordinación informativa en algunas localidades, la atención oportuna a los viajeros cubanos o no, que arriben al país  y la baja aplicación de la legislación vigente son preocupaciones de algunas personas en el país que decidieron acceder al foro debate realizado en el sitio digital Cubadebate y a las vías de comunicación que se habilitan mientras transcurre la Mesa Redonda.

En el espacio televisivo de este jueves comparecieron la doctora Carilda Peña García, directora de la Unidad Nacional de Vigilancia y Lucha Antivectorial y las compañeras Betty Oria González, Teresa Hernández Morejón y Gisela Duarte Vázquez, miembros del secretariado general de los CDR, la FMC y la CTC, respectivamente.

Peña García reiteró que las medidas de control sanitario internacional son de estricto cumplimiento con todos los viajeros que arriban al país, en especial si proceden de naciones en las que se ha detectado la transmisión de chikungunya, zika o fiebre amarilla, como es el caso de la República Popular de Angola.

“Exigir la declaración sanitaria del viajero es fundamental, además de efectuar un interrogatorio acucioso. En los puntos de entrada al país se toma la temperatura de los viajeros con el uso de termómetros digitales y escáneres, y se toman todas las medidas de precaución necesarias para evitar la introducción al país del chikungunya, el zika y la fiebre amarilla”.

La calidad de la campaña antivectorial depende, en gran medida de la población, insistió. “Más de 7000 personas están involucradas en el tratamiento adulticida, y la inexperiencia incidió negativamente en los primeros días del plan de acción intensiva por el poco conocimiento de la manipulación de las bazucas y motomochilas y de la técnica de la fumigación. Por fortuna, en esta segunda semana se tienen resultados cualitativamente superiores, y la población ha colaborado más”.

La directiva del Ministerio de Salud Publica precisó que aún quedan casas cerradas en las que no se ha fumigado, y aunque el número ha disminuido con relación a la semana anterior, cada comunidad debe prestarle especial atención a ese aspecto.

Acotó que para que la fumigación sea eficaz se debe respetar el tiempo de 45 minutos luego de la aplicación del producto, antes de abrir las ventanas y puertas de la vivienda. “El producto que aplicamos no tiene acción residual, así que si las microgotas se precipitan y no impactan al mosquito adulto, se perdió el tiempo y el producto. Si aparecen más mosquitos luego de la fumigación, como refieren algunas personas, se debe intensificar la búsqueda de focos dentro o fuera de la morada”.

Peña García aseguró que en breve se habilitará una línea telefónica “caliente” para recibir llamadas de denuncia de focos activos o de inadecuadas conductas en la población que interfieran o impidan con la ejecución del plan de acción. “No obstante en cada municipio existe un puesto de dirección al que se puede llamar y ser atendido de manera diferenciada, teniendo en cuenta la magnitud del peligro al que nos enfrentamos”.

Oria González puntualizó que aún no se ha concluido el plan de audiencias sanitarias a  realizar tal y como se había previsto, e insistió en que es esencial que en cada barrio se comparta la información necesaria sobre el virus y sus consecuencias, y se analicen las características de ese territorio, sus necesidades de intervención y la solución que pueden adoptar.

Duarte Vázquez afirmó que solo se han certificado como centros saneados: el 46 por ciento de los centros laborales del país. “Esa cifra debe aumentar porque no es posible que los centros de trabajo no se involucren en el plan de prevención y enfrentamiento a estas epidemias.

Si usted que lee estas líneas y yo que las escribo no ponemos de nuestra parte, no será posible eliminar toda guarida para el mosquito. Ciertamente, la labor de Comunales y de Recursos Hidráulicos, así como de otras entidades, debe hacerse más visible, pero de cada uno de nosotros depende el éxito de la lucha antivectorial y por tanto, de la imposibilidad de que proliferen epidemias ajenas a nuestro contexto.