Modesto Estremera no teme a las alturas, pero por ello no deja de tener gran cuidado cuando maneja por la trinitaria loma de Topes de Collantes, en la provincia de Sancti Spíritus. En los más de 40 años que lleva como chofer de una guarandinga (ómnibus con cabeza de camión) nunca ha tenido que lamentar un accidente. Y esto produce enorme satisfacción, porque la mayoría de sus pasajeros son niños.
A partir del próximo septiembre este hombre retornará a su principal función: la de transportar puntualmente a la escuela a pioneros y al personal docente de las diferentes comunidades de las montañas de Trinidad y retornarlos en la tarde a sus hogares. También a infantes y educadoras de círculos infantiles y centros especiales.
Para ello, diariamente lidiará con caminos colmados de curvas y pendientes peligrosas, y tramos de la vía que colindan con el vacío.
Modesto reconoce que conducir en estos difíciles parajes implica un doble cuidado y responsabilidad, “pues casi siempre las personas que transporto son menores de edad”. Desde muy temprano en la mañana, casi presenciando la salida del sol, comenzará entonces a recoger a los alumnos y maestros en los distintos puntos de embarque.
Varios de ellos viven muy lejos de la escuela o en lugares muy intrincados, razón por la que necesitan obligatoriamente los servicios del Grupo Empresarial de Transporte Escolar, entidad a la que pertenece la guarandinga de Modesto. Tal es el caso de los pequeños Merli Juviel y Bárbaro Soto.
Con el inicio del curso escolar, ambos lo esperarán nuevamente en la localidad de La Chispa. Desde allí emprenderán cada día el viaje hacia la escuela primaria Miguel Calzada Nieblas, ubicada bien adentro en las montañas. Otros asentamientos poblacionales que en el territorio espirituano se benefician con estos servicios son Algarrobo, Méyer y Polo Viejo.
Y no solamente estamos hablando de profesores y alumnos, pues los choferes de estos vehículos, cuando no tienen que realizar su labor principal, también apoyan la transportación pública de pasajeros. Esto ayuda notablemente a las personas que no tienen medios para trasladarse al llano u otras zonas.
ESFUERZOS QUE HABLAN POR SÍ SOLOS
No resulta fácil mantener en activo estos equipos rurales con motor kama, que prestan servicios como parte del Plan Turquino en la provincia de Sancti Spíritus. A veces los recorridos fallan por desperfectos técnicos de los vehículos, la falta de piezas o por las difíciles condiciones de la geografía.
Es por ello que los trabajadores de la unidad de Transporte Escolar de Trinidad hacen todo lo posible para vencer las dificultades surgidas, y no afectar las clases ni el traslado de pasajeros. El esfuerzo conjunto del colectivo de mecánicos, choferes y directivos ha permitido restaurar y alargar la vida útil de las guarandingas.
“Ante la falta de piezas, muchas veces andan los ómnibus a base de innovaciones y el esfuerzo del día a día, pues adquirir uno nuevo significa desembolsar de las arcas del Estado varias decenas de miles de dólares”, comenta el mecánico Jorge González.
Por su parte, el agente de seguridad y protección Humberto Mendoza refiere que, además de su labor como custodio, se dedica a pintar los ómnibus de la base de amarrillo y negro, colores internacionalmente establecidos para la transportación escolar. “Las guarandingas están todas pintaditas”, puntualiza.
Igualmente resultan importantes las labores de remotorización y reacondicionamiento que lleva a cabo el Grupo Empresarial de Transporte Escolar, las cuales posibilitan el buen funcionamiento de los vehículos, acciones que también se llevan a cabo en provincias con zonas montañosas como Guantánamo, Santiago de Cuba y Holguín. Toda iniciativa resulta válida entonces si se trata de lograr que las guarandingas lleven a profesores y pioneros puntualmente a la escuela.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.