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jueves, 3 de octubre de 2024

FIART 2015: espacio para promover la cultura del vestir en Cuba

Cada edición de Fiart ha demostrado que la moda artesanal es una opción útil y muy importante para conformar la imagen del cubano de hoy...

Maya Ivonne Quiroga Paneque en Exclusivo 21/12/2015
1 comentarios
Artistas de Fiart
Fiart es un excelente espacio para disfrutar de las nuevas tendencias que proponen los diseñadores cubanos.

Desde tiempos inmemoriales, el vestuario ha sido considerado como una forma de artesanía. En sus inicios era un trabajo esencialmente manual. Las costureras, con sus saberes ancestrales, lograban piezas únicas, exclusivas, que tenían en cuenta las características físicas de una parte de la población que no podía pagar los altos precios de las casas de modas.

Antiguamente, los tejidos y bordados formaban parte de las labores hogareñas de una mujer y mostraban cuán preparadas estaban las féminas para elaborar ajuares de bodas o canastillas. Con la incorporación de la mujer a  la vida social, los cambios tecnológicos y el desarrollo de la ciencia, esas tradiciones ancestrales corrieron el riesgo de quedar en el olvido.

Sin embargo, en regiones de Cuba, como Trinidad, en la provincia de Sancti Spiritus, los tejidos y bordados poseen un rostro identitario y constituyen otra solución para el ajuar doméstico y personal.

La UNESCO ha declarado al proyecto de las artesanas de Trinidad como un  patrimonio vivo por sus conocimientos sobre las técnicas de tejidos y bordados. Entre las labores de agujas características de esa región espirituana se encuentran: el encaje de bolillo o catalán y el de Tenerife.

Por la calidad demostrada, con el paso de los años, el proyecto Agujas de Trinidad ha resultado laureado en varias ediciones de la Feria Internacional de Artesanía (Fiart). Milenarias labores de aguja encuentran espacio entre tanta modernidad del textil.

Aunque todavía los precios no están accesibles para la mayoría de los bolsillos, proyectos como este han contribuido a visualizar el valor de técnicas ancestrales como el ganchillo ocrochet, patchwork, macramé, heredadas de nuestras abuelas.

Los productos que se expenden en Fiart,demuestran que para estar bien presentables no hay que recurrir siempre a los brillos y lentejuelas, propios del vestuario que expenden las personas que viajan a países latinoamericanos, principalmente Ecuador.

Muchos artesanos unen de manera coherente y acertada diseños donde están presentes las llamadas técnicas milenarias y los conocidos como materiales alternativos o reciclados para reelaborar, con distinción y virtuosismo, un renovado y singular repertorio artístico dentro del mundo del vestuario.

“Se trata de artesanas muy bien preparadas porque conocen qué tipos de tejidos van con un diseño y cuáles con otros. Se está viendo la utilización de la artesanía para realizar bolsillos bordados y cuellos tejidos”, afirma la prestigiosa diseñadora Nieves Lafferté.

Como se conoce, el concepto de moda surgió aproximadamente en el siglo XIV, cuando en cada país se empezaron a crear diferentes estilos relacionados con sus modos de vida y comportamientos.

Sin embargo, en este siglo veintiuno, con su ritmo tan vertiginoso y cambiante, el concepto imagen del hombre cobra cada vez mayor importancia, no ya desde el sentido de la banalidad, sino desde un principio donde se desdibujan las fronteras entre la artesanía y el arte. 

“En el país hay muchísimo talento. Los creadores cubanos estamos dispuestos a poner de manifiesto nuestro quehacer y, saltando por encima de todas las dificultades económicas, tratar de que nuestro trabajo sea digno y tribute a la imagen de la familia cubana”, comenta el diseñador Mario Freixas, cuyo stand está presente en cada edición de Fiart.

Las prendas de vestir que diseña Freixas se caracterizan por su calidad y el rescate de manualidades a las que se les imprimen aires renovadores de acuerdo con las tendencias internacionales.

Una parte de la población ya ha llegado a reconocer la marca Freixas no solo por la permanencia, año tras año, en Fiart, sino también porque tradicionalmente el diseñador tiene en cuenta colores como los blancos, beige, rosa, pasteles, azules, y tejidos como el algodón, el lino y la bambula, los más apropiados para quienes habitamos en la Mayor de las Antillas.

Dentro de la alta costura cubana ocupa un lugar protagónico la artesana Carmen Fiol, fundadora de la Asociación Cubana de Artesanos y Artistas (ACAA), quien ha obtenido numerosos premios y reconocimientos nacionales e internacionales. Es que esta nonagenaria guantanamera ha tenido el honor de vestir a altas personalidades de Cuba y otras naciones.

Fiol ha confesado su preferencia por la ropa femenina porque según ella: “Aunque da más trabajo que la ropa de hombre a mí me gusta. Me veo realizada cuando le hago una ropa a una mujer y le entalla bien. Di con el clavo, como se dice en buen cubano. Porque no se ve como las prendas compradas en la tienda que te pueden quedar con una arruga o un hombro fuera de lugar”.

La buena costura es una actividad que lleva tiempo, dedicación y mucho sacrificio, advierte, la artesana:

“No se puede pensar solo en los jeans, tenis y los pullovers. Cuando una usa una prenda con tela de algodón o de lino va bien vestida. Superarse está en la ambición de la persona. Uno  debe sentirse orgulloso de haber hecho una ropa perfecta”.

Aunque en esta edición 19 de Fiart se extrañaron los tradicionales desfiles de moda, que tanto han contribuido a la difusión de los buenos diseños entre la población, en medio de la hojarasca de la ropa serializada que se vende por las calles habaneras y en algunas tiendas estatales, van imponiéndose voces que apuestan por la moda artesanal como una opción útil y muy importante para conformar la imagen del cubano de hoy.


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Maya Ivonne Quiroga Paneque

Periodista, locutora, guionista y directora de radio y televisión

Se han publicado 1 comentarios


Omar
 4/5/16 16:09

muy interesante este articulo y que igan trabajando asi para que la moda en Cuba aumente.

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