La salud y el buen sueño

Dormir menos horas de las aconsejables se relaciona con mayores probabilidades de sufrir  infecciones y resfriados. Sin embargo, dormir bien durante la noche invierte la ecuación y se pudieran evitar estos desagradables eventos.

LAS ESTADÍSTICAS LO DEMUESTRAN

Quienes duermen cinco o menos horas cada noche presentaron un 28 por ciento de mayores probabilidades de haber sufrido un resfriado el mes anterior en relación con quienes dormían mayor número de horas.

En comparación a otras infecciones del aparato respiratorio como gripe o neumonía así como infecciones de los oídos, quienes durmieron menos presentaron un 80 por ciento más de probabilidades de haberlas padecido en el mismo periodo de tiempo investigado en relación con los del buen dormir.

Según el estudio, realizado por  la Universidad de San Francisco, California y publicada en la revista JAMA Internal Medicine, las probabilidades de estos tipo de infecciones en el mes anterior entre las personas con trastornos del sueño, en general, se multiplicaron por más de dos en relación con quienes duermen de siete a ocho horas como promedio diario.

LAS RAZONES AÚN NO ESTÁN CLARAS

AÚn no se puede afirmar con absoluta certeza las razones de cómo la falta de sueño colabora con el aumento de las probabilidades de incrementar la susceptibilidad a las infecciones.

En un estudio anterior ya se había demostrado cómo en las personas expuestas al virus del resfriado se establecía un vínculo entre la menor duración de las horas de sueño con el riesgo de contraer esta infección.

Se ha planteado cómo las células T, un tipo de glóbulo blanco combatiente activo contra las infecciones, no funcionan con la misma eficiencia cuando una persona está carente de horas de sueño.

Hasta ahora los datos recolectados apuntan a cómo el sueño podría estar alterando la función inmunitaria de alguna forma. Pero por otra parte,  un sueño suficiente ayuda en la defensa del organismo.

TIEMPO DECISIVO

Se plantea las siete horas de sueño como el tiempo mínimo para mantener un fuerte sistema inmunitario y disminuir el riesgo de infecciones.

Mientras más disminuye este período de sueño, progresivamente aumenta el riesgo pues el sueño juega un papel en la prevención de las infecciones.

CÓMO CONSEGUIR UN BUEN DORMIR

Aunque aún no se puede afirmar si el sueño ayuda a mantener un sistema inmunitario fuerte, todo apunta a esta posibilidad. Aunque otros factores, como la falta de ejercicios, también pudiera explicar parte del problema.

Prácticamente todas las personas pueden dormir satisfactoriamente durante el tiempo reglamentario.

En primer lugar, quien fuma debe dejar de inmediato esta adicción capaz de desvelar a sus esclavizados adeptos. Pero si no fuma se debe comenzar por levantarse todos los días a la misma hora como una forma de disciplina de alcoba.

La habitación donde se duerme debe estar fresca, ventilada, silenciosa y a oscuras.

Y por supuesto, se debe observar un período de relajación antes de dormir sobre todo evitando programas televisivos con elevadas dosis de tensión nerviosa.

Una lectura reconfortante o una música romántica, suave y relajante son también factores de primer orden para dormir un buen sueño.