Los bosques necesitan de nuestra toma de conciencia

Si los bosques pudieran hablar…

Una quimera sí, pero al parecer necesaria, pues no hacemos de nuestro actuar cotidiano un ejemplo de responsabilidad, no solo para con la naturaleza sino también para con nuestra especie.

Así habla el especialista Raúl González Rodríguez, jefe del Departamento del Manejo del Fuego de la Jefatura del Cuerpo de Guardabosques de Cuba y quienes lo escuchamos, atentos, desde una silla, podemos incluso asustarnos.

Sin embargo, si la vida te ofrece la posibilidad de ver cómo áreas boscosas de Mayarí son ahora terrenos quemados y yermos y de escuchar las lamentaciones de campesinos pinareños que no entienden por qué los árboles desaparecen, es posible que entonces, de esa manera, se pueda entender mejor lo que el especialista advierte.

“Al inicio de la campaña predijimos cierto número de incendios forestales que, afortunadamente, han sido menos. Hasta el momento se han registrado 342, con una afectación aproximada de 3 895 hectáreas, principalmente en las provincias de Pinar del Río, Mayabeque, Matanzas, Holguín, Santiago de Cuba y el municipio especial Isla de la Juventud.

“Es una señal de optimismo que los siniestros hayan sido menos de los pronosticados, sin contar que en el oriente del país, debido al huracán Sandy, tuvieron lugar el 66 por ciento de ellos. No obstante, estas estadísticas no pueden ocultar que las negligencias son la causa principal de más del 90 por ciento”, agregó.

Fumadores y transeúntes irresponsables, choferes que transitan con sus vehículos sin matachispas, la quema para diferentes fines que hacen algunos usufructuarios o campesinos y las acciones de cazadores y pescadores furtivos es el panorama que se repite año tras año, acotó.

“Nuestras fuerzas están bien preparadas y lo demuestra el hecho de que el 70 por ciento de los incendios forestales no sobrepasó las 5 hectáreas afectadas, pero la verdad del cambio radical que requieren nuestros bosques estará dado por la toma de conciencia de la gente.

“Estudiamos la situación anual y tenemos datos que nos permiten prepararnos con mayor eficacia pero esperamos que de la mente y sobre todo, del corazón de las personas crezca con raíces el árbol de la conciencia. Aún trabajamos en cambios que propondremos en la legislación vigente pues es cierto que las cuantías de las multas son muy bajas y no logran un efecto aleccionador en los infractores, pero no habría que llegar hasta ese punto si las personas actuaran con responsabilidad.

Más de 13 millones de pesos en concepto de pérdidas económicas se han registrado desde enero a mayo de este año pero realmente el daño ecológico, ese que puede afectar el futuro de la especie humano, es incalculable”, enfatizó González Rodríguez.