En el año 2017, luego de una carta de intención firmada entre los Ferrocarriles Franceses y el Ministerio del Transporte de Cuba, se recibió una visita de expertos ferroviarios franceses para hacer un estudio sobre la modernización de dos talleres de mantenimiento en Cuba, uno de coches de pasajeros, y otro de locomotoras chinas, con la contribución de un financiamiento de la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD).
Ese estudio concluyó que era posible la modernización de los talleres de Luyanó, en La Habana, y los talleres de locomotoras, en Camagüey. Sin embargo, el proyecto tuvo modificaciones.
En el año 2019, mientras se preparaba la firma del contrato de asistencia técnica de los Ferrocarriles Franceses al proyecto en Cuba, por la activación del Título III de la Ley Helms Burton, tanto la AFD como los Ferrocarriles Franceses dieron su negativa a continuar participando en el taller de Camagüey. Esto trajo como resultado una paralización temporal del proyecto, a la que se sumó posteriormente el plazo de la pandemia de la COVID-19.
En el 2022 se encontró una nueva solución para retomar el proyecto, y ofrecer los servicios de asistencia técnica por los franceses, uno de los requisitos que exigía el convenio de financiamiento, que se había firmado entre la AFD y el Gobierno Cubano.
Vencidas esas dificultades y con un nuevo impulso, en el 2022 se firma un contrato con una nueva empresa francesa, y en abril de 2023 empezaron los primeros trabajos encaminados a hacer un estudio preliminar en los talleres ferroviarios de San Luis, Santiago de Cuba, finalmente seleccionados.
De conjunto, entre los especialistas cubanos y expertos franceses, el estudio evaluó la factibilidad de implementar en este lugar el proyecto de modernización de los ferrocarriles. El resultado fue positivo.
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En estos momentos se están llevando a cabo acciones técnicas y civiles, que devendrán en una mejor fiabilidad y ciclos de mantenimiento de nuestras locomotoras.
El proyecto tiene 2 fuentes financieras: la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD), destinado para el pago de la asistencia técnica francesa y la adquisición de los recursos que se necesitan para la modernización de la instalación y las locomotoras; y para gastos locales, en los que se necesita un respaldo financiero en moneda nacional, el Fondo para el Desarrollo del Transporte, y el presupuesto del Estado, aprobado por el Ministerio de Economía y Planificación.
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