Mientras Venezuela celebró este domingo los comicios para seleccionar a 23 gobernadores; Cuba también vivió una jornada importante para su democracia: las 168 Asambleas Municipales del Poder Popular nominaron a los 612 candidatos a diputados a la Asamblea Nacional, así como a los mil 269 delegados a los órganos provinciales.
Todo ha quedado listo para que el próximo 3 de febrero, en elecciones generales, unos ocho millones 600 mil ciudadanos ratifiquen, con el voto unido, a los delegados y diputados que tendrán la enorme responsabilidad de guiar a un país que camina hacia la actualización de su política económica.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Candidatura, la composición del grupo de los nominados cumple con los requisitos establecidos por la Ley electoral cubana y muestra un equilibrio en cuanto a criterios como sexo, raza, edad, ocupación y nivel cultural.
El líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, fue elegido candidato a diputado al Parlamento por el municipio Santiago de Cuba; mientras que el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército, Raúl Castro, fue nominado en la localidad de Segundo Frente, también en la oriental provincia Santiago de Cuba.
Durante su discurso de clausura en el X período de sesiones de la Séptima Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Raúl valoraba el proceso de elección de los candidatos a delegados de “masiva participación y de innegable muestra de apoyo y confianza hacia la democracia socialista”.
De hecho, para que el país llegara a la jornada de este domingo 16, le antecedió un amplio ciclo de elaboración de propuestas y de consultas, a cargo de las comisiones de candidaturas Nacional, provinciales y municipales. En Cuba, para integrar estas propuestas, basta con reunir méritos, condiciones y cualidades; la cantera principal de los candidatos del pueblo proviene de los delegados de circunscripción, así como de otros ciudadanos destacados de los municipios.
En los próximos meses, los candidatos a delegados y diputados sostendrán diversos encuentros con comunidades, centros laborales y otros sitios, para que los electores los conozcan mejor, así como para tener una visión más cercana de las inquietudes y sueños de las personas que ellos representarán. Tendrán, en resumen, la responsabilidad de dialogar con una Cuba que avanza hacia profundas y complejas transformaciones, dirigidas a la preservación del socialismo.
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