Periodismo digital en Cuba: proa hacia una “infoutopía”

Cada día aumenta el número de personas conectadas a Internet. La cifra de más de dos mil cuatro cientos millones de usuarios resulta un dato extremadamente elocuente, si se toma en cuenta la novedad de su aparición. Estadísticas aseguran que, a cada minuto, una de cada 13 personas accede a la red social Facebook, mientras que también en ese lapso se crean en Twitter alrededor de 11 nuevas cuentas. Todo este escenario dibuja un complejo horizonte para los medios de prensa, que han debido reformar rutinas y modos de hacer para insertarse en los nuevos espacios.

Cuba emprendió sus primeros pasos en el universo digital desde hace algunos años, y aún le queda mucho trayecto por andar. Posicionar los medios cubanos en la Web es un modo de llevar la verdad del país al exterior y de contrarrestar los mensajes hegemónicos y monolíticos de los medios dominantes.

En la necesidad del debate sobre los aciertos, problemáticas y caminos de la prensa digital cubana en el momento actual coincidieron varias voces, como parte de la III Jornada de la cultura cubana en medios digitales, celebrada en la sede de la Casa del Alba.

La profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, Milena Recio, ilustró el enorme reto que ha implicado la inserción de los medios cubanos en Internet: “Qué todos tengan un sitio Web no es determinante para que el mensaje de Cuba llegue a la otra orilla, hay que darle a este barco una proa para que navegue y lo haga en rumbo adecuado”.

Como parte de su ponencia “Infoutopía: poner en cubano el periodismo digital en Cuba”, Recio caracterizó el actual escenario de los medios digitales cubanos. En su criterio, aunque se ha avanzado en el ciberespacio, contamos con un grupo de medios on line que no han logrado organizarse satisfactoriamente, cambiar sus dinámicas, aprovechar al máximo sus recursos, ni convertirse en un sistema de tráfico eficiente, que se aleje de la frecuente reiteración de contenidos, en unos y otros sitios.

“Es cierto que ha aumentado el volumen de entradas desde fuera de Cuba hacia las páginas cubanas, pero no lo ha hecho en la misma proporción en que ha crecido el número de usuarios de Internet”, dijo la profesora.

Otra de las ponentes, Beatriz Rosales Vicente, profesora de la Universidad de Holguín, presentó una interesante investigación, titulada “Convergencia mediática y coberturas periodísticas de eventos culturales. Propuesta de un estudio de casos”.

Rosales se refirió al caso de las radioemisoras de la provincia Holguín y al reto enorme que significaba para estas crear estrategias viables para insertarse en la Web 2.0, a la altura de las características de la comunicación en la contemporaneidad.

De acuerdo con la especialista, ese desafío no solo implica remodelar lo existente, sino crear estrategias que permitan un verdadero diálogo con los internautas, así como el aprovechamiento de los sitios Web de la radio como verdaderos multimedios.

Entre las principales deficiencias encontradas por la profesora en su investigación, se develó la imposibilidad de los medios de trascender más allá de una coordinación gerencial e institucional a una editorial, la aún constante visión de las redacciones digitales como medios independientes al órgano tradicional, así como la escasa preparación de los periodistas en las técnicas y exigencias de la Web.

En pos de buscar caminos viables para que los sitios cubanos en Internet diseñen estrategias de comunicación en la Web 2.0, Recio señaló un grupo de cuestiones sobre las que debía trabajar la prensa digital.

“Las redes sociales, la banda ancha dibujan hoy un panorama muy distinto al que conocimos en tiempos de la Internet vitrina- no dialoga con los públicos, solo sirve como repositorio de contenidos-”

Entre las principales obligaciones, no faltó la alusión a la necesidad de desterrar la reproducción de contenidos y convertir los medios digitales en creadores y gestionadores de información propia. Se exhortó también a acelerar la actualización de estos medios, incrementar el uso de hipertextos y elementos multimediales, perfeccionar el uso de metadatos en las páginas principales e interiores, así como a estimular la interacción con los usuarios como eje de todo.

En ese sentido, Recio insistió en que Internet no podía ser un espacio de exposición, sino de participación y comunicación; y preguntó: “¿Cómo es posible que compartamos tantos puntos y sin embargo no podamos hacer avanzar este barco a mayor velocidad?” La interrogante deberá ser repetida cada día en medios cubanos digitales, si el reto sigue siendo parecernos a nuestro tiempo y construir un mejor periodismo, para y con Internet.