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jueves, 3 de octubre de 2024

Piénsalo antes de "compartir"

La era digital y la Web 2.0 no viven al margen de las desigualdades sociales, el maltrato y la violencia…

Lirians Gordillo Piña en Cubaperiodistas 07/02/2016
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Las tecnologías de la información y las comunicaciones han cambiado nuestro mundo. Pero sus beneficios sociales y privados están marcados por el uso que les demos. Hoy las TIC también se constituyen en una plataforma moderna para la histórica violencia machista.

Memorias flash, teléfonos celulares y smartphones, aplicaciones para el intercambio de mensajería videos y fotografías, salas de chat en Internet, redes sociales, son solo algunos de los espacios y plataformas más utilizados por jóvenes.

La “sociedad de la información” es un mundo al que poco a poco accede—con lentitud y no pocos esfuerzos—la juventud cubana. Pero la era digital y la Web 2.0 no viven al margen de las desigualdades sociales, el maltrato y la violencia.

Hoy vemos como emigran al espacio virtual la discriminación racial, las clases sociales y por supuesto la violencia machista. Un fenómeno al que Cuba no está ajena.

El acoso cibernético y la pornovenganza son manifestaciones de violencia  de género en línea, una forma de maltrato que se expresa a través de la nuevas tecnologías pero que en nuestro contexto suele ser más frecuente a través de memorias flash y teléfonos celulares.

Es pornovenganza circular imágenes de contenido erótico o sexual sin consentimiento y con el objetivo de dañar la autoestima de las mujeres, ejercer presión y extorsión, o simplemente para desacreditar a la víctima.

Adolescentes, mujeres y profesionales del espacio público como artistas, periodistas incluso funcionarias son las principales víctimas de la pornovenganza y el ciber acoso. No obstante, también muchachos y hombres que no encajan en los estrictos patrones de la sociedad patriarcal pueden experimentar burlas, ofensas y ataques a su integridad psicológica vía internet.

Estas imágenes una vez lanzadas al espacio virtual por el acosador—en la mayoría de los casos exparejas—quedan prácticamente libres y es muy difícil controlar o impedir su circulación por la red, ya sea internet o las redes informales que crean grupos de personas.

Proteger nuestra privacidad, ser solidarias y evitar ser cómplices del acoso y la violencia sexual digital son hoy nuestras principales opciones. También puede marcar la diferencia apoyar a las víctimas y condenar públicamente una acción que ya se considera en varios países como un crimen punible.

DEL CIBERESPACIO A TU CALLE

Hay quienes justifican la pornovenganza denigrando a las jóvenes y juzgándolas por el número de sus relaciones amorosas, por su proyección social e incluso por su vestimenta. “Total, a ella no le importa” o “Ella se lo merece” son frases cómplices de la violencia machista.

Compartir imágenes con contenido erótico de muchachas sin su consentimiento puede tener efectos devastadores en la vida de las víctimas.

Según especialistas la violencia de género relacionadas con las TIC si afecta la vida cotidiana y “real” de las mujeres. Estudios recientes han demostrado que la violencia ligada a las TIC tiene consecuencias psicológicas tales como el daño a la reputación y la destrucción de la autoestima de la víctima.

Ante la imposibilidad de frenar la divulgación de las imágenes muchas deben cambiar de domicilio y/o escuela, pueden perder su trabajo, sufren la ruptura de relaciones, e incluso pueden poner en peligro su integridad física y psicológica. Algunos casos hanterminado en suicidio.

QUÉ HACER…

En el artículo La porno venganza la periodista chilena Alejandra Carmona ofrece algunas recomendaciones para protegerse de la porno venganza. Sugerencias que ofrecen las autoridades chilenas para enfrentar el  Ciber Crimen entre los que se encuentra la pornovenganza.

1. No sacarse fotografías ni grabarse a sí misma en situaciones eróticas o sexuales, como tampoco permitir que terceros lo hagan.

2. Es necesario considerar que los contenidos eróticos o sexuales pueden ser conseguidos de manera oculta, por eso hay que poner especial atención en parejas que manifiesten marcado interés en dichas prácticas.

3. En el caso de que por algún motivo no se hayan seguido las recomendaciones anteriores y los contenidos eróticos existen, tener en cuenta:

a. Anticiparse a un presunto final de la relación y eliminar las fotos o videos que pudieran ser comprometedores.

b. Si se decide a mantener ese contenido, resguardarlo en un lugar seguro, asegurándose que sea "out of line"; es decir, grabado en un soporte que no se use a diario y guardado en un lugar al que solo tú tengas acceso, ya que en ocasiones estas imágenes son subidas a internet porque hackearon el computador, se quedó abierta la cuenta de correo en un lugar público o porque se pierde o roban el celular.


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Lirians Gordillo Piña


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