Protección e inclusión ante el riesgo sísmico en el Oriente cubano

Ciudades preparadas y alertas, proyecto que se propone mejorar la gestión ante el peligro sísmico en el Oriente cubano, no solo incrementará la calidad del monitoreo y análisis de la actividad sísmica en esa región, sino que fortalecerá el poder de respuesta de las autoridades, quienes deben prestar especial atención a personas discapacitadas, en caso de ocurrencia de eventos de este tipo.

PROPÓSITOS Y MÉRITOS DEL PROYECTO

Financiado por la Dirección General para la Ayuda Humanitaria y la Protección Civil de la Unión Europea (Unión Europea ECHO-DG), la acción Ciudades Preparadas y Alertas ante riesgo sísmico en el Oriente cubano se propone fortalecer el sistema de alerta sísmica temprana en esta región, específicamente en las urbes de Santiago de Cuba, Guantánamo y Baracoa.

En el plazo comprendido entre mayo de 2015 y octubre de 2016, fechas en la que se inició y deberá concluir, respectivamente, el proyecto, serán construidas cinco estaciones sismológicas e instalada una red de acelerógrafos, que en su conjunto facilitará la precisión en tiempo real de la información sobre vulnerabilidad y movimiento sísmico, y en consecuencia favorecerá la toma de decisiones de la Defensa Civil en Cuba.
También figura entre los objetivos de esta acción fortalecer la capacidad de respuesta de organismos como la Cruz Roja y los bomberos, de forma que su trabajo tenga una mayor correspondencia con las necesidades de los grupos más vulnerables como las personas con discapacidad.

Asimismo, Ciudades preparadas y alertas ante el riesgo sísmico en el Oriente cubano se propone a través de intervenciones comunitarias, aumentar la percepción del peligro en la población y preparar a las personas para enfrentar este tipo de catástrofe, en caso de su ocurrencia.

RESULTADOS Y PROYECCIONES

En reunión de trabajo realizada este mes, entre representantes de ECHO en la región, como Virginie André, jefa de ECHO CARIBE, y especialistas del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS), se conoció que el proyecto marcha según el tiempo y la forma previstos.
Enríquez Arango, Vicedirector Técnico del CENAIS, luego de explicarles a los visitantes la necesidad de la ampliación de la red de estaciones sismológicas en la región oriental, reveló la decisión de ubicar las cinco aportadas por el proyecto en las localidades de El Yarey y Pilón, territorios de la provincia de Granma, además de Boniato y Chivirico, pertenecientes a Santiago de Cuba, y en Imías, localizada en Guantánamo
Chivirico, según está previsto, será la primera en comenzar su funcionamiento, pues ya la caseta se construyó, motivo por el cual su instalación y puesta en marcha se ha programado para los primeros meses del 2016.

Sobre la estación de Imías se explicó que aún está pendiente su microlocalización o la decisión del sitio exacto donde se emplazará, pues los terrenos analizados hasta el momento no cumplen los requisitos indispensables para la instalación. Entre las ventajas de estas estaciones sismológicas no asistidas, pues su trabajo se realiza de forma automática, se encuentra el aumento de la precisión en la localización de los epicentros de los terremotos.

Arango también puntualizó que de los 40 acelerógrafos, 30 serán ubicados en Santiago de Cuba y 10 en Guantánamo, todos en territorios urbanos. Esta, la primera red de acelerógrafos del país, que será implementada el primer cuatrimestre del próximo año, posibilitará un mejor estudio de la las consecuencias de los terremotos para la corteza terrestre, en estas ciudades

La información aportada por la red de acelerógrafos se procesará en tiempo real a través de un software encargado de recopilar las señales de cada uno de estos equipos para generar el mapa de intensidades de manera independiente y simultánea (para cada ciudad y para ambas) con el cual se podrá realizar una mejor evaluación del impacto de las ondas sísmicas en los diferentes tipos de suelo.

Estos pequeños aparatos, para garantizar su protección, serán situados próximos a las casas de los trabajadores del CENAIS, quienes deben encargarse de su supervisión. En caso de ser necesario la ubicación de alguno en zonas donde no habite nadie vinculado a este Centro de Investigaciones, los organismos del Estado más próximos tendrán la responsabilidad de su cuidado.

 CURSOS, POSTGRADO E INTERVENCIONES COMUNITARIAS

Durante la cita, Yelena Berenguer, coordinadora del proyecto por la parte cubana, aseguró que a finales del presente mes se iniciará un diplomado elaborado por la Universidad de Oriente y CENAIS para técnicos y decisores regionales ante caso de catástrofe.

El Diplomado de Gestión de Riesgos de Desastre y Resistencia Comunitaria, primero de su tipo en el país con carácter inclusivo, por la especial atención que presta a las personas con discapacidad, se desarrollará en la tercera o cuarta semana de cada mes hasta el fin de proyecto.
También en el intercambio, Sergio Peña Macías, Secretario General de la Cruz Roja en la provincia de Santiago de Cuba, declaró el pasado mes que las intervenciones comunitarias comenzaron por el poblado de El Cristo, pero estas se realizarán en los 29 Consejos Populares del municipio de Santiago de Cuba, así como en algunos de la urbe de Guantánamo.

Según Peña Macías, aunque los barrios se escogen teniendo en cuenta los criterios de los Gobiernos locales y el Centro de Gestión de Vulnerabilidad y Riesgo, es la población quien elige los espacios específicos y los horarios en los que se realizarán las actividades, por lo que se facilita la asistencia de mayor cantidad de público.

Luego de la reunión, los participantes se trasladaron hasta el poblado de El Cristo, donde los visitantes extranjeros presenciaron la aplicación de la herramienta Amenaza Vulnerabilidad y Capacidad (AVC) a través de cual se imparten cursos de apoyo psicológico, de primeros auxilios, entre otros, y se realizan juegos de participación para motivar a los niños como la Caminata sísmica y el parchís sísmico.

El principal objetivo de la intervención comunitaria en la que se aplica AVC es lograr que las personas visualicen las amenazas a las se encuentran expuestas y se preparen para enfrentarlas de la mejor forma posible para evitar la pérdidas de vidas humanas.
También, en estas intervenciones se enfatiza en la atención de personas con discapacidad, las cuales por sus limitantes físicas motoras, visuales o auditivas necesitan una atención diferenciada y ayuda especial.

Al finalizar la jornada de trabajo, Richard Paterson Director Programa de CARE en Cuba, en declaración a Cubahora, confesó sentirse satisfecho con el tiempo y esfuerzo dedicados al proyecto, lo cual es palpable en los resultados presentados, y de igual forma valoró como muy positivo su enfoque inclusivo.

Y es que, sin lugar a dudas, el proyecto Ciudades preparadas y alertas ante el riesgo sísmico en el Oriente cubano, está orientado a prevenir para ofrecer protección, pero no cualquier tipo de protección, sino una, que nos incluya a todos por su capacidad de ajustarse a nuestras necesidades como seres humanos, seamos discapacitados o no; nos ofrece una protección orientada a conservar nuestra vida, y por supuesto, con la mejor calidad posible.

Si cierto es que los terremotos son imprevisibles e indetenibles, también es una verdad que estar preparados y alertas contribuye a disminuir el impacto de catástrofes como estas, porque nos convierte en resistentes a los sismos, no desde el punto de vista físico, pero sí humano.