¡Que cese en el planeta la pobreza!

En la actualidad, uno de los problemas que más aquejan a la humanidad es la escasez de recursos (en lo cual también se encuentra, por supuesto, la mano del capitalismo y sus políticas), y como consecuencia de ello, la miseria. Es un mal muy serio. A partir de 1993, desde su declaración por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se conmemora cada 17 de octubre, el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.

Su objetivo fundamental radica en la promoción de una mayor conciencia sobre las necesidades para eliminar, en gran escala, la pobreza y la indigencia, en particular en los países en desarrollo. No obstante, pese a la meritoria intención de la ONU, pasados casi 20 años, no observamos con claridad una respuesta positiva en el tema. Existen millones de pobres en el mundo.

Y muy lamentable resulta que mueran cada año alrededor de 400 mil niños por enfermedades como la tuberculosis, tifus, malaria, diarrea, VIH/SIDA y otras, relacionadas con las condiciones antihigiénicas en que viven y al hambre que padecen.

AQUÍ NO SE “DUERME” NADIE

Raúl Castro Ruz, el Presidente de Cuba, ha insistido, en varias ocasiones, en la importancia que posee la batalla por los frijoles (refiriéndose, claro está, a la alimentación del pueblo en general).

Muy a pesar de la situación económica por la que transita el mundo y Cuba, en la nación se realizan grandes esfuerzos para la atención de este tema, encontrando de una forma u otra soluciones al problema de la nutrición; así como el apoyo a la Salud Pública, la Educación, el deporte (los tres gratuitos), esfuerzos en el difícil aspecto de la vivienda, entre otros).

La vía alternativa utilizada en el enfrentamiento a dicha dificultad se ha basado, principalmente, en el rol protagónico del Estado; la voluntad política; la amplia aceptación y participación popular; la decisión de enfrentar y vencer todos los obstáculos, tanto externos como internos.

La experiencia de nuestro país, imperfecta y no libre de errores, demuestra que es posible combatir con éxito la proliferación de la pobreza extrema e incrementar sustancialmente el capital humano, incluso azocado por el bloqueo de Estados Unidos, sostenido ya por más de cinco décadas.

¿Obstáculos en el camino? Han sido múltiples. Aún queda mucho por hacer en lo que respecta a la elevación del nivel de vida material de la población.

MEDIDAS PARA MEJORAR

A pesar de todo lo mencionado, en nuestra nación se han identificado rasgos de vulnerabilidad familiar, tales como: bajos ingresos, núcleos familiares con muchos integrantes; el envejecimiento, la incapacidad para trabajar, la enfermedad crónica, y la escasez de vivienda o de su equipamiento.

Todavía se ha hecho el esfuerzo de mantener una libreta de abastecimiento de alimentos subsidiados por el Estado, la cual ofrece una gran ayuda, sobre todo a las capas de la población de menos ingresos.

Existe la protección de un sistema de seguridad y asistencia social, responsable de las dificultades en la vejez, en los casos de discapacidad y en situaciones de necesidad. Una política de alimentación se encuentra dirigida a garantizar la seguridad alimentaria, en especial el acceso de los niños, ancianos, embarazadas y enfermos crónicos.

Se atiende a menores en desventaja social, en especial con alimentos, en casos de desnutrición.

La solidaridad humana se despliega por diversas vías hacia las familias vulnerables, en particular contribuyendo a que los programas sociales señalados funcionen bien.

Pero no solo los cubanos estamos pendientes al asunto alimentario. Varios países se han preocupado por este tema y han perfilado proyectos de misiones sociales con el fin de erradicar la miseria. Podemos destacar las estrategias trazadas por los mandatarios latinoamericanos Hugo Chávez (Venezuela), Evo Morales (Bolivia) y el ex presidente Fernando Lula da Silva (Brasil) —a la cual ha dado continuidad la actual presidenta, Dilma Rousseff —, y se han mostrado muy buenos resultados en este orden.

Ministros de naciones como Argentina, Haití, Perú, Ecuador, Cuba y las tres anteriormente mencionadas, entre otros, se han reunido para debatir y combatir la indigencia en sus respectivos territorios.

Esperemos que estos males en los próximos años al menos disminuyan… si es que aumenta la voluntad política. Mientras tanto, y precisamente para ayudar en esa intención, bienvenido sea cada Día Mundial de la Erradicación de la Pobreza.

Otras medidas que favorecen la alimentación en Cuba:

- Promoción de la agricultura urbana y de la producción de viandas y hortalizas.

- Desarrollo de una red de mercados agrícolas comunitarios a precios controlados.

- Promoción del autoconsumo alimntario en patios, parcelas y fincas.

- Distribución subsidiada de una canasta básica de alimentos.

- Desarrollo de alimentos industriales con mayor contenido nutricional.

- Suplementos minerales y vitamínicos en productos como la sal y las compotas.

- Suplementos alimentarios a estudiantes, niños y a gestantes con bajo peso.

- Atención a ancianos necesitados, vinculándolos a comedores obreros cercanos a su residencia.

- Dietas a enfermos.

- Despliegue de investigaciones para el mejoramiento de la alimentación animal, el desarrollo de la biotecnología agrícola y de vacunas veterinarias.

Mapa Mundial de la Pobreza