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miércoles, 27 de noviembre de 2024

¿Quiero crecer así? (+Infografía)

No es poco común ver en redes sociales fotografías estereotipadas de infantes; vestimentas, posturas, y comentarios que violentan la edad del menor. Un fenómeno que conocemos como hipersexualización de la infancia...

Noemy Marrero Rodríguez en Exclusivo 09/08/2023
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niña en tacones
Las series, películas y los diversos show, influyen sobre los receptores en cómo comportarse, vestirse o tomar una serie de actitudes que los infantes tienden a imitar.

Abrir Facebook. La multitud de publicaciones saltan inmediatamente de la pantalla. La niña más pequeña de la vecina con pose de modelito ”ya es toda una mujer”. Un infante de un año exhibiendo un conjunto Shein.  Prosigo el viaje. “La artista de la familia”. La foto estilo quinces de quien apenas cumplió seis, o el bailecito like con música de un tal Bunny.

 

Sumergirse en este viaje cibernético, es encontrarse con una serie de publicaciones del compañero de la primaria, el vecino, el colega de trabajo o el desconocido que ahora integra esa nueva lista de amigos.  Una serie de fotografías banales de usuarios que apenas conoces, pero que poseen amigos en común.

 

Los infantes no están exentos  de esta larga lista de imágenes que integran la red. Fotos de la salida al parque, la playa, con el amiguito del barrio, en la escuela, el cumpleaños… En fin, imágenes que los padres orgullosos comparten. Ingenuas, podríamos llamarle, subidas sin ningún tipo de maldad, pero donde se ve al pequeño adoptar un rol estereotipado que no corresponde con su edad.

 

Este fenómeno, que a diario vemos en diversos medios de comunicación se conoce como hipersexualización de la infancia. Definido como la sexualización de las expresiones, posturas o códigos de vestimenta considerados  demasiado precoces.

 

Posa. La pequeña con  los labios pintados, los pies en forma de uve, el cabello suelto, un crop top como el de Becky G y short. Ponte la mano en la cintura, y ahora, levanta la cabeza.

 

Las series, películas y los diversos shows, influyen sobre los receptores en cómo comportarse, vestirse o tomar una serie de actitudes que los infantes tienden a imitar. Hipersexualizar la infancia viene siendo normal desde tiempos remotos. Junto con la televisión, las revistas de modas, las muñecas barbie, o por qué no, los Ken; los pequeños empezaron a adoptar actitudes similares a los referentes que veían.

 

Mejor cambia de posición. Sonríe pícara como sabes. Gira el cuerpo. Un poco de brillo. Baja contraste. Click. Su imagen se ha guardado correctamente. La modelo, igualita a su mami. Se ha subido su publicación.

 

Esta es una manera de violentar la infancia, siendo los padres los máximos responsables. No hay maldad, solo la idea estereotipada de mujer o de hombre en un cuerpo diminuto. Ya no es la influencia de referentes a través de la televisión o los medios de comunicación, sino del tutor, ordenando aptitudes en los pequeños para encajar en la sociedad.  Expertos cubanos, como la Dra Patricia Arés, se ha adentrado desde la psicología para alertar sobre los problemas que surgen en torno al físico de los niños, asegura que este fenómeno puede ser nefasto para su correcto desarrollo emocional, la aparición de ansiedad o depresión, baja autoestima y desencadenar embarazos adolescentes, abusos sexuales infantiles e incluso trastornos alimenticios como la bulimia y la anorexia.

 

Hipersexualización de la infancia
En los infantes se hace necesario supervisar el uso de las redes, y los adultos, controlar lo que se publica. Los niños merecen ser niños, sin romper etapas ni implantar estereotipos. (Noemy Marrero Rodríguez / Cubahora)

Bajamos el cursor del móvil. Fotos, videos, mucho texto. Como si esto de las redes fuera para nunca acabar.

 

Con el nacimiento del tik tok, like, los short en Youtube, no es poco frecuente ver a infantes realizando videos con poses y posturas provocativas, canciones con letras sexualizadas, y vestimentas que estos propios medios han impuesto como moda. Un comportamiento normalizado, que toman de referentes jóvenes que ven a través de estos medios.

 

“Cada vez es más frecuente ver infantes manejando perfiles en redes sociales donde se exponen a través de fotografías y bailes sensuales. La hipersexualización de la infancia ha sido normalizada en nuestra sociedad, tanto así, que la banda sonora de un cumpleaños infantil puede ser el reguetón duro y vulgar que es tan popular en nuestros días”, nos comenta Rosangela González Castro, estudiante de sociología de la Universidad de la Habana que actualmente examina esta problemática en su trabajo de diploma. “No solo determina repercusiones personales, sino también sociales: como es un posible incremento del sexismo, la desigualdad, el acoso y la violencia sexual.”

 

La fábrica, el producto. Hace poco se volvió tendencia entre todos nuestros contactos. Veíamos a los padres y al lado una foto de sus hijos, muchas veces adoptando el parentesco fenotípico con oufits similares. Una miniversión de sus progenitores.

 

Es importante recordar que los niños no tienen la madurez emocional o cognitiva para entender completamente lo que significa sexualización. Su mente infantil no es capaz de comprender este concepto. La imitación es una parte importante de como los niños aprenden sobre el mundo.  Es completamente normal que quieran usar tacones, ropa de adultos, colgarse la gafas de papá, la gorra o una fletera. Los pequeños, en particular, suelen mirar a los adultos en su vida para obtener pistas sobre cómo comportarse. La sexualización ocurre cuando  los tutores imponen estereotipos que atentan contra la edad del menor.

 

Leticia Peña Hernández. Lic. en Psicología y Máster en Orientación Educativa. Especialista Principal en el Hospital Pediátrico Octavio de la Concepción y de la Pedraja nos comenta: “Los padres y otros adultos influyentes en la vida de un niño tienen la responsabilidad de proteger la infancia del niño y de fomentar su desarrollo saludable. Esto incluye respetar su inocencia y su privacidad, y ayudarles a entender la importancia de mantener ciertos aspectos de su vida fuera del dominio público. Cuando los padres comparten imágenes de sus hijos en las redes sociales, deben considerar cuidadosamente el contenido y el contexto de esas imágenes. Deben preguntarse si las imágenes son apropiadas para su edad y si respetan la privacidad de sus hijos. También deben considerar cómo esas imágenes podrían ser interpretadas por otras personas y si podrían ser utilizadas de formas que no anticipan.”

 

Esta problemática está siendo amplificada por las redes sociales, herramienta con la que esta generación no contaba en su niñez, por lo que nuestros menores crecerán asimilando ideas erradas sobre la apariencia física, la sexualidad, estilos de vida, e incluso relaciones poco realistas. El hecho de que este apartado social esté siendo bombardeado negativamente es suficiente para tomar una actitud responsable. Es importante para los padres y otros adultos modelar comportamientos saludables y respetuosos para los pequeños, y ser conscientes de cómo sus acciones pueden influir en la forma en que los niños ven y se valoran a sí mismos. En los infantes se hace necesario supervisar el uso de las redes, y los adultos, controlar lo que se publica. Los niños merecen ser niños, sin romper etapas ni implantar estereotipos.


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Noemy Marrero Rodríguez

De mayor quiero ser niña; mientras tanto, estudio periodismo


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