Cumplir años y festejarlo

Hace pocos días mi hija menor cumplió quince años. (Parece que fue ayer cuando le festejé el primero). Entonces me vino a la mente investigar un poco sobre este tema y compartir con los lectores de Cubahora un material sobre por qué los celebramos?

Viajemos a través del tiempo…

Debido a las desfavorables condiciones en que vivía el hombre prehistórico, ya era un reto procrear un hijo, y mantenerlo con vida resultaba difícil. Así la subsistencia se convirtió en una celebración. Y a través de milenios, desde el primer pastel de cumpleaños, los humanos nos encargamos de asignarle un significado a los aniversarios, así como transmitirlos de generación en generación. Siempre ha poseído un gran valor, especialmente cuando se llega a una nueva década, y mucho más aquellos que arriban a una centena.

CONMEMORACIÓN Y EMOCIONES

Resulta que esta tradición, como ya apuntamos, se remonta de la antigüedad. Egipcios, griegos, romanos… conmemoraban dichas fechas. Felicitar, dar regalos y hacer una fiesta tenían el propósito de proteger de los demonios, en ese preciso momento, al que lo celebraba, y de garantizar su seguridad durante el entrante.

La costumbre de la torta de cumpleaños comenzó en la Edad Media, y está dedicada especialmente a los niños y niñas, al igual que la oferta de atractivos regalos; práctica que se ha conservado hasta la actualidad.

La idea de decorar el cake con velas poseía en aquel entonces un significado: el círculo compuesto por ellas formaba parte de un ritual que protegía al homenajeado de los malos espíritus durante un año; a eso se le sumó encenderlas y soplarlas pidiendo un deseo.

Claro está que este tipo de eventos representa que una etapa se cierra en el crecimiento de un ser humano y comienza otra, llena de nuevos desafíos y alegrías. Es el momento indicado para entregar cariño al festejado, haciéndole sentir lo importante que es para su familia y amigos.

Especialistas aseguran que resulta un factor positivo en nuestras vidas y ostenta una especial importancia en la niñez, reforzando así la autoestima. Para ello es importante planificarlo acorde a la edad, gustos y características personales de cada quien. El tipo de conmemoración depende de las tradiciones y estilo de cada familia. Un buen recuerdo va marcando el futuro y favoreciendo, de este modo, el desarrollo de la noción del tiempo. Hay quienes inmortalizan el momento a través de fotografías. Y eso es lindo… Ello brinda la posibilidad no solo de guardarlo como recuerdo, sino de comparar cómo éramos antes y cómo somos ahora, ver las diferencias entre ser “grandes” y “chicos”.

FORMAS DE CELEBRARLO EN EL MUNDO

Cada país posee una manera muy peculiar de festejar. Por ejemplo: en varias naciones del continente africano se realizan ceremonias de iniciación para grupos de niños, en vez de cumpleaños, y al llegar a una cierta edad, aprenden leyes, creencias, costumbres, canciones y bailes de sus tribus.

En China, el agasajado saluda a sus padres y recibe dinero. Amigos y parientes están invitados a almorzar y se sirven fideos para desearle una larga vida; los alemanes suelen, desde el amanecer, prender las velas en el pastel, tantas como los años cumplidos y una más para buena suerte. Después de la cena se soplan las velas; si se logra apagarlas de una sola vez, se dice que su deseo se hará realidad; en Canadá se le toma por sorpresa y se le engrasa la nariz para que la mala suerte no pueda capturarle; en Dinamarca, se iza una bandera en una ventana para indicar que alguien en esta casa celebra su cumpleaños; y en Hungría se llevan caramelos a la escuela y se reparten entre sus compañeros de clase.

Existen otras naciones que conmemoran la fecha de una manera más insólita. En Irlanda empujan al homenajeado al suelo y lo golpean tantas veces como años cumple esta persona y una vez más para suerte extra; los italianos y los brasileños tiran de las orejas, según la edad cumplida…

¡Y buen invento el de los mexicanos! Fabrican la piñata de papel maché y en forma de un animal, la cual llenan de golosinas y, colgada del techo, debe ser golpeada por el cumpleañero con los ojos vendados hasta que se rompa.

Por suerte, los cubanos somos más simples: compramos un cake, preparamos refrescos, caramelos, panecitos con pasta de bocadito, una ensaladita y croquetas; se pone un poco de música... ¡Y ya se formó la fiesta! Si no hay velas, colocamos fósforos. Y si no logramos llevar un regalo, se nos comprende. Lo más importante es no dejar pasar por alto fechas como ésta.