El año 2023 se fue y nos dejó infinidades de enseñanzas para que este 2024 sea mejor y más próspero, aunque el camino sabemos que no será nada fácil.
En este nuevo año sigamos siendo un pueblo virtuoso, en cada milímetro y segundo. Que nos inunde ese humanismo que se mostró vital en los oscuros días de los desastres en el Saratoga o en los supertanqueros de Matanzas, como después del paso del ciclón Ian por el extremo occidental del país. Aquí solo ha de ver espacios para estallidos fraternales y amorosas tormentas.
Para un futuro mejor, tendremos que luchar por otra la cualidad de ser exitosos, que inunden nuestras calles la solidaridad y no el oprobioso individualismo. Hagamos que se entienda que nuestra normalidad es otra y ha de ser otra la noción de prosperidad y los caminos para concretarla. Acompañemos a nuestro Presidente para socializar “un enfoque descolonizador de bienestar y felicidad”. Que en este año nuevo, le pangamos límites a la ambición y al egoísmo, activando los resortes morales y legales que hagan falta.
Aprendamos de lo vivido para hacerlo mejor y más próspero.
Aquí le compartimos algunos de los principales acontecimientos sociales de la Cuba de 2023.
Para este 2024, ¿cuáles serán los nuevos retos? Ya tendremos tiempo para vivirlo, por lo pronto, a sacudirse el polvo del camino y a empinarnos.
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