A partir del 3 de julio comenzó el servicio de transportación pública de pasajeros hacia un grupo grande de bases de campismo en todo el país, ofrecido por la Empresa de Transporte Escolar, en momentos de receso de su servicio habitual vinculado a la educación.
No en todos los territorios se pudo comenzar ese día la transportación debido a que desde el 5 de mayo habían comenzado las ventas del verano 2024 por parte de las empresas de campismo, sin la opción del transporte incluido, y no en todos los lugares se pudieron localizar a los campistas para ofrecerles ese servicio.
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Se realizaron en el verano un total de 2122 viajes de campistas, con 63 091 pasajeros transportados, y 1287 viajes de pasadías, con 42 975 pasajeros. El Grupo de Transporte Automotor (GEA) informó que las incidencias que ocurrieron en este verano estuvieron provocadas fundamentalmente por la no existencia de combustible físico en los territorios, lo que ocasionó algunas llegadas tarde. Se tomaron alternativas en cada provincia para minimizar la afectación a los clientes.
Las principales incidencias se concentraron en La Habana, Cienfuegos, Las Tunas y Guantánamo, con 14 llegadas tardes y una cancelación de pasadías por lluvias. Ciego de Ávila fue la provincia que menos campistas transportó, con solo 910 y ningún pasajero de pasadías.
Desde el punto de vista operacional la provincia que más se destacó en la trasportación de campistas y excursionistas fue Holguín ya que trasportó 30 000 pasajeros (6 398 campistas y 23 602 excursionistas), con una ocupación de 37 pasajeros por viajes, por lo que tuvo un buen aprovechamiento de la capacidad de los ómnibus.
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Sin embargo, tras estas cifras y resultados, hay no pocos desaciertos. El primero de ellos fue informar de que empezaría a brindarse un servicio de transportación para los campismos sin que las condiciones estuvieran verdaderamente creadas, en algunos casos faltaban acuerdos básicos entre la empresa transportadora (Ómnibus Escolares) y las empresas del Grupo Empresarial Campismo Popular. El caso de La Habana fue uno de los más ilustrativos, porque se necesitaron varias semanas posteriores al anuncio, para poder materializar el servicio. Y el verano iba pasando.
Por otro lado, la información inicial refería los campismos a los que se brindaría el servicio por provincias, pero no poseía la debida fiabilidad. No se había comprobado la posibilidad real de acceso de los ómnibus a las bases de campismo, por el deterioro acumulado de los viales que conducen a muchas de ellas. Ello obligó a tensiones, improvisaciones.
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Es cierto que la certeza de poder contar con el combustible necesario para ofrecer estos servicios de trasportación no se tuvo hasta una fecha avanzada del año, y siempre puede haber cambios generados por la compleja situación que vive el país con la disponibilidad de combustibles. Todo ello complejiza el escenario para cualquier propósito. Pero aun así, para el próximo verano el GEA se propone mejorar este proyecto, que no ocurran los desaciertos de este año, de modo que el esfuerzo que el país hace para contribuir a la recreación de nuestro pueblo, que tanto lo necesita, pueda expresarse en un servicio con la mayor calidad, seguridad y eficiencia posible.
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