Un solo chama

Semana de receso docente y con la situación del transporte es imposible no tener que montar en almendrón cuando vas a pasear en familia. Al menos en mi caso hago lo posible por buscarle comodidad a los niños en sus paseos, lo que no significa que en su momento agarremos todos una guagua. Al montarnos en el popular taxi, mi esposa y yo cargarmos a cada uno de nuestros hijos sobre las piernas, como siempre hemos hecho. En el acto  el chofer pregunto si íbamos a pagar el tercer puesto pues dos niños no podían ir sobre las piernas de sus padres, pues “la policía lo multaba”. Como las incertidumbres de esta cosa llamada la ley de la oferta y la demanda no están claras y menos escritas le propuse al disciplinado chofer que no arrancara que ahí mismo nos bajábamos.

Enseguida le bajo su parte buena y dijo que él no lo decía por nada malo, pues  también es padre, pero que la policía que está de posta en el túnel no le permite hacer esto y lo han multado en más de una ocasión…“no se bajen, quizás hoy tengamos suerte y no dicen nada”, aseguró ya casi acelerando el carro. Aunque desconozco los detalles del Código de Vialidad y tránsito y por más que he comentado el caso con amigos, incluyendo otros boteros, ninguno me ha que el susodicho chofer tuviera razón. Montar en las piernas de sus padres a niños de 4 y 7 años no puede ser una penalización alguna y menos en la parte trasera del auto.

¿Y si yo no fuera con mi  esposa y padres separados se montaran con sus hijos sobre sus piernas no podrían llevarlos…?

La idea de que “un solo chama” puede ir cargado en los asientos posteriores de un carro más bien tiene que ver con el estado técnico del auto o la edad de los niños.

Sé que es difícil mantener un auto en buen estado y más con la intensa explotación que sufren los almendrones, pero si esta estafa los choferes la van a convertir en ley, estamos bien embarcados.