martes, 24 de septiembre de 2024

Verano 2013: “Ya casi me voy” (+Fotos)

Desde algunos escenarios de divertimento Cubahora sigue tras las pistas estivales hasta el último día de la temporada...

Yoelvis Lázaro Moreno Fernández en Exclusivo 28/08/2013
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Imágenes del Verano 2013 00
El Verano 2013, se van las vacaciones y se queda el calor.

Cuando apenas faltan horas para que agosto se despida y ya hay quienes andan por ahí en trajines de arreglarse el uniforme escolar, o entallarse nuevamente la saya o el pantalón para ajustarlos a la medida que quizás impongan ahora unas libritas de más; les invito a recomponer, casi a modo de resumen, desde los mismísimos escenarios del divertimento, la temporada más caliente del año. ¿Se suma conmigo? Movámonos entonces por algunos “nervios” alegres de este verano que aun respira.

¿Qué hicimos? ¿Cómo la pasamos por estos meses?¿A dónde fuimos o nos hubiera gustado ir?, ¿a dónde iremos el año que viene?, ¿refrescamos, cambiamos de ambiente, nos oxigenamos? ¿Qué nos viene quedando por hacer?

Para que el sabor estival sea aun bálsamo de bienvenida en el retorno de muchos a la escuela, el trabajo y otras encomiendas hogareñas y de vida, ¿por qué no dejar entonces que veraneantes de múltiples gustos y motivaciones, jóvenes y no tan jóvenes, nos cuenten por dónde anduvieron?, ¿cómo combinaron propuestas con preferencias?, ¿de qué modo vivieron las intensidades “agostinas”, devenidas para muchos un espejismo “sudoroso”, suerte de playa, piscina, paseo, baile, discoteca, excusiones por lugares de interés histórico,  visitas a amigos y por qué no:  el disfrute de suculentos platos?

MEDIODÍAS DE LIMONADA, CASQUITOS Y MAMONCILLO

Allá en La Luz, un pueblecillo casi perdido en los confines de la geografía  villaclareña, la abuela Aida Isidra Capó, como ya es costumbre, ha preparado exquisitos manjares durante estos meses para sus nietos más pequeños. Ella confiesa no dárselas de repostera, “más bien soy una inventora, una atrevida, una conjugadora de sabores, una mezcla aquí,  una mezcla allá. No le tengo miedoal fogón ni al fregadero; mientras otra gente trata de huirles, yo intento buscarles encantos, mañas, maneras”.

"¿Usted sabe lo que es hacer casquitos de guayaba azucarados y rellenos con la masa del mamoncillo? ¿Se habrá imaginado alguna vez un plato de arroz con leche, salpicado con canela, pero con rebanadas de mango hervido encima? ¡Oh, no son inventos míos!", ella me lo dice, y me lo confirman sus nietos, aunque lamenta este reportero no haber tenido una cámara en mano para que los deleites de esta anciana sesentona no quedaran solo en lo propositivo.

Aida, por lo que se cuenta, es una fábrica de golosinas de bajo costo, una productora de confetis a granel, para sus nietos, “y para el barrio también, aquí le gusta coger una probadita a todo el mundo”. Aida, sin demasiadas alharacas ni miramientos, es una  felicísima “anirista”  de la culinaria cubana, una ingeniera de proyectos para el paladar, sin recetas prestadas y con el delantal siempre puesto.

 “Nada de lo que yo hago es difícil; tengo que estimular con algo a mis nietos durante el verano. Se esfuerzan en el curso, cogen buenas notas y con lo menos que uno puede retribuirlos es con una sorpresa. Y ya que no los puedo llevar a la playa ni a la piscina ni al río, y sus padres tienen que seguir trabajando, yo les preparo esas delicias para los mediodías. Casi siempre les reservo también limonadas y batidos. A ellos les encantan esos inventos para cuando van a ver una película o como postres. Así se divierten ellos y, por supuesto, me divierto yo”.

VIAJE, CAMINO, OXÍGENO…

Yoslaine González Ramos anda todavía con las extrañezas a cuestas y los recuerdos que no los evita cuando alguien le dice, al estilo de un saludo de vuelta: "Oye, te veo quemadita, ¿cómo la pasaste por allá?". Acaba de poner en Facebook  las fotos de su recorrido por lugares de interés histórico del centro del país, y las emociones se dejan entrever en las propias imágenes: todos abrazados, risueños, desentumecidos, cómodos, con la resaca del jaraneo de casi todo el día, compartiendo chistes e historias de unos y otros.

“Estuvimos en la plaza del Che, en la ciudad de Santa Clara. El monumento en el que se erige la estatua es impresionante. Los que nunca lo habíamos visto quedamos en extremo conmovidos. Y la nota más solemne de todo el recorrido la vivimos cuando entramos al Mausoleo donde reposan los restos del Guerrillero. ¡Qué sobriedad! Imaginaba una construcción colosal;  y no, allí la sencillez prima, el ambiente natural. Creo que esa es la mejor manera de inmortalizar la humildad de la gente grande".

“Pero no todo terminó ahí. Subimos hasta Caballete de Casa, donde estuvo enclavada la comandancia del Che a su llegada al Escambray, tiempo antes de organizar la toma de varios poblados de importancia militar en la región. El ascenso fue estremecedor, la naturaleza se agiganta mientras uno más se acerca a la cima. Como parte de la excursión pernoctamos en la base de Campismo Planta Cantú.

“Los más de treinta jóvenes que vivimos de conjunto la experiencia quedamos fascinados. Queremos regresar, pero antes nos interesa recorrer otras zonas: El  Turquino, la Gran Piedra, El Nicho, Viñales, Guanacahabibes…Si algo nos sobran son lugares para elegir”.

¡AGUA, “PA REFRESCAR”!

Jaranea, se inquieta con el “chucho” casi constante de los amigos; pero no se da por vencido, espera que pase el rato de las bromas y vuelve a la carga.  “Yo sé que todo eso es jugando, no importa que me mortifiquen; todo eso pasa”, comenta el veinteañero Alberto González Martínez, quien lleva más de la mitad del mes de agosto en una casa  en el litoral de Guanabo, junto a amistades de su barrio.

Ni él ni sus acompañantes son cazadores, pero a cada rato preguntan por el “rifle”. Las muchachas  suelen ser más directas: “dame acá la botella para darme un traguito”. Y se la pasan de unos a otros y la guardan en un bolsillo.  Y se disputan quién cocinará por la tarde, y no se ponen de acuerdo en lo que harán: si comerán pizzas y espaguetis en algún lado o prepararán un plato “made in colectivo”.  

“Ya casi nos tenemos que ir, aunque hemos disfrutado bastante. No es la primera vez que lo hacemos; casi siempre nos ponemos de acuerdo a principios de año y planificamos venir. Hay otras personas que prefieren quedarse en la casa viendo televisión, pero nosotros no. Por unanimidad preferimos ambientes como este. Mi piquete es de río y playa”, concluye Alberto.

A él, y a todos los cubanos, ya se nos va el verano. Quedan pocos días para que septiembre, bien comprometido con la escuela, multiplique rumbos. Lo importante, más allá de lo que se pudo y lo que quedó pendiente, siempre será pasarla bien, con ánimo, con entusiasmo; no importa si tomando batidos de chocolate con mamoncillo bajo el sol de mediodía en la playa, o jaraneando con el televisor y sus propuestas.   


Veraneantes santiagueros disfrutan de la playa de Casonal, uno de los centros recreativos del Parque Baconao (Foto: Miguel RUBIERA JÚSTIZ/AIN)


Proyecto Cultural ?Esculturas Vivientes?, por el Grupo de Teatro, Carro de Thespis (Foto: Modesto GUTIÉRREZ CABO/AIN)


Verano 2013, tiempo de carnavales en casi toda Cuba. (Foto: Juan Pablo CARRERAS/AIN)


Vacacionistas disfrutan de las bondades de la naturaleza, en los ríos. (Foto: Oscar ALFONSO/AIN)


Ofertas gastronómicas, durante las actividades del "Coppelia". (Foto: Oriol de la Cruz ATENCIO/AIN)


Jóvenes disfrutan del baño en la piscina del Complejo deportivo Vicente Quezada, de la ciudad de Bayamo. (Foto: Armando Ernesto CONTRERAS TAMAYO/AIN)


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Yoelvis Lázaro Moreno Fernández

Joven periodista que disfruta el estudio del español como su lengua materna y se interesa por el mundo del periodismo digital y las nuevas tecnologías...


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