Verano en Cuba: final para un principio

El verano 2013 dice adiós y los cubanos, no sin cierta nostalgia, se despiden de las más diversas maneras de esta soleada y casi siempre festiva etapa. Música, deportes, libros, playas, entre otras actividades, conforman un menú que cada familia prepara y amplía de acuerdo con sus intereses y posibilidades.

Todas las provincias han organizado festejos especiales para cerrar el verano. En un pueblo tan musical, lógicamente no podían faltar propuestas bailables. En la capital cubana, en la escalinata de la Universidad de La Habana, miles de personas disfrutaron de la presentación de X Alfonso, quien compartió muchos de los temas que lo han convertido en uno de los artistas más seguidos del país.

Esta presentación fue dedicada al inicio del curso escolar y al XVIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, que se celebrará en diciembre próximo, en Ecuador. Otro de los grupos más exitosos del momento, Qva Libre, regaló estribillos pegajosos y ritmos variados en su presentación en la Tribuna Antiimperialista, la que puso final al Festival del Libro y la Lectura.

A mil kilómetros de La Habana, los guantanameros también vivieron de manera muy especial la clausura del verano. La tradicional “Noche Guantanamera” estuvo cargada de ofertas comerciales y gastronómicas. Además, en la Plaza Pedro Agustín Pérez, los bailadores disfrutaron los ritmos de Madera Limpia, Zamora y su Sonora y Team Cuba.

Cerca de allí, en Santiago de Cuba, también hubo variadas actividades por el final del verano; aunque, por supuesto, no termina el calor que siempre está presente en la Ciudad Heroína. El Centro del Libro y los Consejos de las Artes Escénicas y de las Artes Plásticas ocuparon la famosa calle Enramadas para proponer ventas de libros, actividades de participación, presentaciones de artistas y otras ofertas que llamaron la atención de quienes transitaron por ese concurrido sitio. Otro momento especial para los santiagueros fue la actuación, en el Complejo Cultural Heredia, de dos personajes humorísticos muy reconocidos: Pánfilo (Luis Silva) y el profesor Mentepollo (Carlos Gonzalvo).

Las montañas de Granma, específicamente en el poblado de Buey Arriba, también tuvieron espectáculos culturales y actividades deportivas, como colofón del verano. Animaron la celebración las orquestas Suave Tumbao y Son de Altura, el mariachi Gavilanes de la Sierra, el órgano Melodías del 80, así como también el proyecto sociocultural infantil Alas de Mariposa.

Mientras, en Cienfuegos, el programa artístico incluyó la realización de conciertos, presentaciones de textos, peñas y espectáculos danzarios. El deporte también formó parte de los festejos y los participantes en un recorrido ciclístico por el Prado exigieron la liberación de los cubanos condenados injustamente en Estados Unidos por luchar contra el terrorismo. La idea de los organizadores de esta jornada fue promover una recreación sana y la práctica de ejercicios, para lograr una mejor calidad de vida.

La literatura fue una de las artes que más acompañó a los cubanos durante todo el verano. En la despedida sobresalió el Festival del Libro y la Lectura, desarrollado a lo largo de más de un kilómetro y medio por la Avenida 23, en La Habana, así como en las ciudades cabeceras de las otras 14 provincias.

En la capital, directivos del Instituto Cubano del Libro premiaron las 10 obras más vendidas en la etapa estival. De acuerdo con Karel Leyva, quien dirige el Departamento de Promoción de esa institución, entre los textos más demandados por el público estuvieron: “¿Cómo era el Che?”, de José Mayo, “Cien preguntas sobre José Martí” y “Cien preguntas sobre Historia de Cuba”, de Francisca López Civeira, todos de la Editorial Gente Nueva.

También resaltaron los volúmenes “Enseñar y Aprender ortografía”, de Osvaldo Balmaceda, “Diccionario Español de sinónimos y antónimos”, de Federico Carlos Sainz de Roble, por la editorial José Martí y “Aventuras en el reino de Ortografía”, de Jorge Oliver, perteneciente a la Casa Editora Abril. “Cuentos del arañero”, compilación de anécdotas de Hugo Chávez, fue otro de los títulos más solicitados por los lectores.

El final de una etapa, por lo general, marca el comienzo de otra. En apenas unas horas, no pocos de los niños y jóvenes que disfrutaron de las actividades por el cierre del verano arribarán a las aulas para iniciar un nuevo curso escolar. No es difícil imaginar que los primeros momentos estarán destinados a las anécdotas vividas a lo largo de dos intensos meses. Sitios visitados, deportes, películas y series vistas, lecturas compartidas, alegrías y también tristezas conformarán ese ajiaco discursivo donde “verano” y “vacaciones”—que en Cuba pueden considerarse sinónimos—estarán en el centro de cada conversación.