domingo, 29 de septiembre de 2024

¿Y después de Viñales?

Geológicamente famosa por su popular valle, esta zona pinareña aloja historias de peculiares personajes y leyendas misteriosas...

Mayra García Cardentey en Exclusivo 30/01/2015
2 comentarios
Valle de Viñales 03
Torcedor de tabaco en el Valle de Viñales en Pinar del Río.

Para los geólogos, esta región se caracteriza por las formaciones caprichosas de las rocas más antiguas de Cuba que datan del Jurásico inferior y medio; sin olvidar la antojadiza unión de montañas, como la de aquellas tres que en la Sierra de Guasasa dejan ver la figura del Apóstol: el Martí yaciente.

Para los espeleólogos, otro de los elementos a destacar resultan sus 300 cuevas reportadas, incluida la Gran Caverna de Santo Tomas, considerada como la más grande de Cuba con unos 46 kilómetros y 8 niveles de cavernamiento.

Para los empresarios, estatales o particulares, el poblado y sus aledaños resulta todavía una zona con mayores posibilidades de comercialización e incorporación de servicios. Un buen negocio. Sus tres hoteles y seis restaurantes estatales no compiten con las más de 300 habitaciones de renta y diez paladares privadas. Pero se complementan.

Para los decisores, deviene en referencia por ser Paisaje Cultural, excepcional reconocimiento del Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO a todos y cada uno de los habitantes de esta zona que a través de los años han sabido, a pesar de las dificultades, conservar los valores naturales, históricos y culturales que  les distinguen.

El chovinismo por su belleza es justificado.

Pero detrás de ese Valle de flahs turístico, detrás de esa oportunidad económica, más allá de su sugerente naturaleza, está su gente, sus historias… sus misterios.

VIÑALES: ¿VIÑEDOS O APELLIDOS ESPAÑOLES?

Ninguna. Aunque estas dos referencias son conocidas por los lugareños, las características de los suelos no permitirían la existencia de viñedos en la zona; y, de provenir el nombre del lugar de apellidos españoles, ¿por qué no hay presencia hoy de estos, cuando era costumbre de los otrora colonos colocarles sus identificativos a sus esclavos?

Según los historiadores, la aparición del corral San Francisco de Viñales en 1607 tiene su argumentación más lógica en la herencia toponímica española y la existencia de un lugar en la metrópoli con el mismo nombre.

Aclarado esto, Viñales es menos conocido por las varias anécdotas y fábulas que arropa como aquella de una casa embrujada en las propias curvas camino al poblado, la mística existencia de los acuáticos con la correspondiente historia de Antoñica Izquierdo o el vínculo de estos parajes con importantes escritores y artistas de Cuba y el mundo.

ÓLEO PARA UNA PÁJARA PINTA

Cerca del hotel Los Jazmines se puede encontrar un busto de Domingo Ramos, denominado popularmente el Pintor del Valle. Gracias a sus entregas visuales Viñales alcanzó notoriedad mundial y en el propio archipiélago cubano. Hasta estos lares llegaron entonces personas de diversos orígenes, muchas de ellas tan encantadas con la peculiaridad del paisaje, que eligieron a estos “elefantes rocosos” como la última morada de sus restos. Dora Alonso fue una de ellas. Allí nació su Pájara Pinta y desde allí aún escucha su canto.

Y si a Antonio Núñez Jiménez le hubieran permitido, también desandara en la otra vida por los mogotes y montañas que tanto escrudiñó, muchas veces en compañía de los que tiempo después serían conocidos como Los Malagones. El cuarto descubridor de Cuba, siempre estuvo emparentado con el hermoso lugar, y allí en Dos Hermanas quiso la casualidad que le celebraran su último cumpleaños, el número 75.

Tampoco se puede olvidar el legado de Benito Hernández Cabrera (Benito, el viñalero), un lugareño que cuentan hablaba con frecuencia solo en décimas, como fiel defensor de la tradición cubana.

LOS DÍAS DEL AGUA Y OTROS MISTERIOS

Aunque, una de las tradiciones que más curiosos todavía atrae es la presencia de los Acuáticos, una comunidad que aún existe y cuyos dispersos integrantes profesan una creencia férrea en las propiedades de la cristalina corriente que baja de la sierra.

Cuentan los historiadores que todo empezó en la década del 30 del pasado siglo, cuando Antoñica Izquierdo, una residente de la zona, tenía a su hijo de dos años con fiebre muy alta. Desesperada, por no disponer de recursos para llevarlo al médico, tuvo una revelación divina que le incitó a bañar al crío en el agua del arroyo más cercano. Cuando lo hizo, misteriosamente, el muchacho mejoró, para así dar comienzo al “milagro” y la celebridad de Antoñica.

Desde entonces se dedicó a curar a los infelices sin cobrar ni un centavo, pero sobre todo sin usar medicinas, solo el agua. La concentración de miles de personas por los alrededores era común en esos días. Todos querían su milagro.

Comerciantes inescrupulosos, acciones dudosas de políticos de turno y “locuras aparentadas” culminaron la historia de Antoñica; pero tras su obra nacieron los Acuáticos de Viñales, primero en la zona del Rosario y después en la Sierra del Infierno. Por la popularidad del mito se filma en la región en 1971, el largometraje cubano Los días del agua.

Hoy todavía algunos residen en la zona conocida como la Penitencia en la Sierra del Infierno, que a pesar del nombre posee uno de los miradores naturales más hermosos del Valle, y hasta donde llegan cientos de turistas todos los años en busca de las atrayentes relatos y la magnificencia de sus parajes.

Ya los tiempos son otros, y las dudosas ficciones asociadas al grupo de creyentes del agua se disipan gracias a la ayuda constante de las políticas gubernamentales, que sin irrespetar sus prácticas, le proveen salud y educación.

Estos no son los únicos misterios del afamado Valle. Los pobladores todavía no han podido descifrar a la casa misteriosa que corona una de las curvas camino al pueblo. La pequeña vivienda de dos plantas ha alojado a familias enteras, peregrinos, mendigos y policías, sin que logren permanecer mucho tiempo. Dicen que se oyen pasos y cazuelas que suenan.

Una casa de mampostería deshabitada en Viñales es una verdadera incógnita. Pero esa ya sería otra historia.


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Mayra García Cardentey

Graduada de Periodismo. Profesora de la Universidad de Pinar del Río. Periodista del semanario Guerrillero. Amante de las nuevas tecnologías y del periodismo digital.

Se han publicado 2 comentarios


Graciela Elsa Autelli
 31/1/15 21:35

He tenido la dicha de conocer el pais, es una maravilla en todos los sentidos, la educacion y generosidad de su pueblo, la limpieza y el orden del mismo, espero que la apertura sirva a su gente pero no la cambie. Tienen un gran sentido de patriotismo. 

Me he quedado con ganas de conocer mas. Ademas si bien soy psicologa y estoy por jubilarme hubiera deseado informarme sobre su salud mental. Un gran abrazo al Pueblo Cubano todo.

 

pppooii
 1/2/15 23:22

Graciela,envie una direccion para hablar sobre el tema

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