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sábado, 5 de octubre de 2024

Yo no me baño en el malecón…

Una decena de bahías naturales cubanas se incluyen en un programa para preservar sus valores ecológicos y mitigar la contaminación, la de Puerto Padre-Chaparra lo precisa con urgencia...

José Armando Fernández Salazar en Exclusivo 29/07/2016
3 comentarios

La famosa canción Yo no me baño en el malecón, que popularizó Farah María, tiene un significado distinto para los pobladores de la ciudad de Puerto Padre. En su caso la negativa no responde a la presencia de un tiburón en las aguas, sino a la contaminación existente en el ecosistema, cuya sola imagen de aguas oscuras y basuras flotando alertan sobre el peligro de pescar una enfermedad si alguien osara sumergirse entre aquellas olas.

Por más de 100 años la bahía de Puerto Padre-Chaparra —ubicada en la costa Norte de la oriental provincia de Las Tunas— ha sido el escenario de un conflicto entre la necesidad de preservar sus componentes ambientales y la sobreexplotación humana. Hace menos de un lustro la zona comenzó a gestionarse desde el enfoque ambiental del manejo integrado costero, mientras que la bahía, junto a otras en Cuba, fue incluida en un programa especial para reducir la carga contaminante y manejar de forma sostenible sus componentes ambientales.

AGUAS NEGRAS

En la región correspondiente a la llamada franja oriental, en la bahía de bolsa de Puerto Padre-Chaparra, se puede apreciar una zona muerta donde son depositadas las aguas residuales del central azucarero Antonio Guiteras.

La merma en las poblaciones de peces y aves acuáticas, además de la degradación del paisaje, son la cara más visible de la contaminación en dicha bahía. Amado Luis Palma, especialista del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) agrega que la situación también impacta en el desarrollo turístico de la región e incluso en la actividad portuaria.

Puerto Padre tiene el propósito de convertirse en una ciudad turística, en cuyo concepto desempeña un rol fundamental la náutica. Sin embargo, los actuales niveles de contaminación son incompatibles con los requerimientos ambientales internacionales exigidos para este tipo de oferta.

Otro tanto ocurre con el atraque de buques de carga y de cruceros turísticos. Varias navieras internacionales exigen índices de contaminación bajos para autorizar la llegada de buques a los puertos.

La salud humana es otro de los costos de la contaminación. Donde mismo se vierten residuos hospitalarios y de aguas negras se alimentan peces que luego son incorporados a la dieta de las personas, con el creciente peligro de intoxicaciones y enfermedades cancerígenas. En esas mismas aguas, cada verano, miles de personas disfrutan del baño.

Las autoridades locales han detectado más de una veintena de fuentes contaminantes, la mayoría de ellas como resultado de la ausencia de sistemas de tratamiento de residuales o ineficiencias.

Una investigación del CITMA, citada por el profesor de la Universidad de Las Tunas, Hermes Ramón Infante, señala que las aguas del ecosistema tienen una concentración media de carbono orgánico de 3,50 %, muy elevada en comparación con otras áreas del país, además de altos índices de nitrógeno y lenta demanda de oxígeno. También se han detectado, aunque en menor medida, niveles de residuos petrolíferos, fósforo, silicato y metales pesados; los que son dispersados por el movimiento de las mareas y corrientes marinas.

A pesar de ello la presencia de materia orgánica en la bahía es alta, por lo que aún es tiempo de recuperar los valores ambientales de la zona.

AGUAS BLANCAS

Disminuir la contaminación pasa por erogar importantes cantidades de dinero, asegura Cándido Medina, especialista de la Delegación Provincial del CITMA. De acuerdo con información ofrecida por el experto, en el territorio están previstas inversiones por un monto de alrededor de cinco millones de pesos en fuentes contaminantes claves, como el central Antonio Guiteras.

Paralelo a ello en la localidad se desarrollan varias iniciativas de educación ambiental. El profesor e investigador Hermes Ramón Infante señala que existen varios proyectos de desarrollo local, varios de ellos coordinados o dirigidos por el Centro Universitario Municipal, tales como el “Proyecto de Gestión Medioambiental para la Comunidad Costera de la Playa La Llanita en el Municipio de Puerto Padre”; “Reanimación Medioambiental del Distrito Rafael Izquierdo del municipio de Puerto Padre”, y “Proyecto para la Eliminación de la Carga Contaminante que Vierte la UEB ‘Gerónimo Astier’ a la Bahía de Puerto Padre”. Todos con resultados e impactos prácticos y teóricos.

Con el ánimo de buscar una convergencia entre estas dos corrientes, las autoridades locales aplican un sistema de manejo integrado costero, el cual tiene el objetivo de crear mecanismos gubernamentales y estrategias de desarrollo que impliquen cambiar el concepto de explotación de recursos naturales por el de manejo de los componentes ambientales del ecosistema.

Hermes Ramón agrega que como parte de este programa se ejecutan acciones de educación ambiental, reducción de la carga contaminante y ordenamiento territorial, entre las que se incluyen la delimitación de zonas para la pesca, disminución de vulnerabilidades al cambio climático, así como también audiencias públicas en comunidades.

De lo que se trata es de crear la conciencia social, el aparato legislativo y los recursos materiales necesarios para la sostenibilidad de todas las actividades que se desarrollan en la bahía Puerto Padre-Chaparra, y que esas gaviotas y pelícanos que aún persisten en sobrevolarla y habitarla no se conviertan en un recuerdo nostálgico.


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José Armando Fernández Salazar

Para mí no hay nada mejor que estar con los que quiero, riendo y escuchando a los Beatles

Se han publicado 3 comentarios


ivan
 9/9/16 15:49

No pierdamos mas tiempo, unámanos y evitemos una catástrofe ecológica antes de que sea tarde

ivan
 9/9/16 15:42

Realmente es una lástima que muchas de nuestras bahias sigan siendo contaminadas sin que nada se haga por salvarlas. Yo soy un holguinero que visito regularmente la hermosa y enigmática ciudad de Puerto Padre y les confieso que es triste observar el deterioro paulatino de esta bahia. Pienso que para evitar males mayores todos los pobladores de esta ciudad, guiados por los dirigentes de la localidad y apoyados por la provincia,  las autoridades nacionales y el CITMA deben darse a la tarea de inmediato de trazar un plan para evitar una catástrofe ecológica, que luego las "nuevas generaciones" lo agradecerían.

Iván de Jesús

minerva
 6/8/16 7:31

Es un error de las personas ir al malecon a bañarse , porque aunque las aguas se vean claras y critalinas todos sabemos q son el producto de muchos desagues y luego nos quejamos de setar enfermos cuando somos nosotros los primeros q no cuidamos nuestra salud.

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