Soziedad Alkohólika y un sistema antisocial

Para el intelectual venezolano Luis Brito García, el punk como movimiento estético “regurgita en combinaciones insólitas la imaginería simbólica de la cultura a la cual se opone”. Lo comprobé en muchos de los perfiles de las redes sociales y en las páginas Web que visitaban los guarimberos que incendiaron Venezuela en el 2017. Eran un pastiche de signos diversos, incluidos los fascistas, engrampados por sus diseños y colores; con una desesperada insistencia por la fealdad y la necrofilia. Mensajes denotaban más negación y repulsa, que afiliación ideológica. La anarquía como compulsión, el antichavismo como furia.

Pero, como he dicho otras veces, no siempre la forma musical hace al contenido y sus sentidos. Hay merengue y reguetón cristianos, como géneros y agrupaciones que naciendo contraculturales terminan siendo comercializados por la industria. Y casos de punk rock, como el que nos ocupa, con un espíritu nada nihilistas, sino anclado y comprometido con una comunidad y un credo.

Eso explica por qué los medios españoles que presentaron como “héroes” a los violentos venezolanos, han estigmatizado como terroristas al grupo musical de punk-rock Soziedad Alkoholika. Una banda vasca, que desde principios de los noventa, ha utilizado su música como vehículo para expresar todo aquello que ocurría a su alrededor. Censurada y perseguida por los mismos que acusan a Cuba y Venezuela por falta de libertad de expresión.

En 2002, la Asociación de Víctimas del Terrorismo inició una campaña contra el grupo que derivó en denuncia y juicio por apología del terrorismo en base al contenido de las canciones “Explota Zerdo!” y “Síndrome del norte”. Una campaña mediática que surgió en una tertulia de la Cope que luego retomó El Mundo.  En 2006 la Audiencia Nacional absolvió al quinteto, pero el acoso persiste. Persecución agudizada cuando ha estado el PP en el poder. “Estos son muy aficionados a las cazas de brujas y en cuanto están ahí se intentan cargar a todo Cristo que no piense como ellos. Intentan imponer su pensamiento único”- ha dicho Juan, el vocalista del grupo.

En el 2015 fue noticia la prohibición y suspensión de sus conciertos en Madrid. Censuras que la banda vasca atribuyó a "sectores de la extrema derecha temerosos de la diversidad cultura y la libertad ideológica que estaban presionando para provocar la cancelación de nuestro concierto". Y agregó, "han pasado 13 años desde que nos acusaron y comenzaron a perseguirnos sin cuartel. El mismo tiempo desde que nos pronunciamos claramente contra cualquier tipo de violencia para resolver ningún conflicto. Han pasado ya nueve años desde que fuimos juzgados y absueltos de supuestos delitos".

Para Soziedad Alkoholika, las acusaciones carecen de fundamento, nunca han "simpatizado" con ningún partido y, "por supuesto, jamás hemos apoyado a ningún grupo armado". "Nunca hemos apoyado a ETA, ni estamos a favor de ninguna violencia"- ha manifestado el quinteto agrupación.  Los que sí son es incómodos a las élites españolas, al describir la actualidad con unas letras directas, crudas.

Este el soplo de Sistema antisocial, su noveno disco de estudio. Álbum, facturado en la cuerda de su “Thrashcore”- un hardcore mezclado con punk y metal-, y publicado en el 2017. Se integra por 13 nuevos donde tocan temas como el levantamiento popular en la ciudad natal de la banda, Vitoria-Gasteiz, ante los cinco obreros asesinados por las fuerzas de orden público en el barrio de Zaramaga; el conformismo de algunos ciudadanos, que como anestesiados, se muestran indiferente ante las injusticias que ocurren a su alrededor; el drama social que suponen las condiciones infames que tienen que sufrir los refugiados para sobrevivir, y la enajenación a través de las nuevas tecnologías.

El videoclip “Sistema Antisocial” fue publicado en mayo del 2017, lo antecedieron “3 de Marzo” y “Alienado”. Recrea la pista la que le da título al álbum, una “radiografía del sistema capitalista”, sobre una trepidante base hardcore. Un texto que apunta a cómo los poderosos imponen sus neoliberales reglas de juego. El estribillo claro y efectivo: “Perpetuándose. ¡Puro egoísmo! / Supremacía neoliberal...

El audiovisual es un collage a cuatro manos facturado; con la dirección, guión, arte, diseño y animación de. Manu Viqueira y David Rodríguez Simón, a cargo del Arte y diseño. Profusión de signos con los que se alude la maquinaria capitalista, en especial el papel moneda, no faltan las cabezas de los líderes de las potencias mundiales del FMI.

En febrero del año pasado, publicaron el video de “Resurgir”; uno de los mejores cortes - al decir de  Bolketon Jackson y que marca la mitad del disco. “Con una introducción lenta pero intensa que recuerda al sonido que alcanzaron en el disco “Mala Sangre”, la canción mete un cambio de ritmo salvaje cuyo clímax llega en su épico y adictivo estribillo. La letra demanda el libre albedrío, para elegir la vida que se quiera vivir y no la que tratan de imponer otros, “Si tengo que tropezar yo quiero mis propias piedras”. Y para ello, urge desterrar ciertos atavismos, “Borrar de una vez la doctrina que me impide/ tener espacio para crecer”.

Vuelve Manu Viqueira a encargarse de la dirección general, la dirección de arte, la animación y los efectos especiales del video. Acompañándose, entre otros, por Rodrigo Chico, con la dirección de fotografía, y David Rodríguez Simón, también en la dirección de arte. Esta vez, destacan solo algunas palabras del texto e incluyen en el collage tomas de los músicos y de algunos actores. Editados en el frenético ritmo del tema. El negro, tan caro en la imaginería punk, campea con predominio, quemado por un incendio rojo y al final, por el sol, el resurgir.

Son videos que asumen la estética característica del punk, que se apartan del molde y el discurso que se vende. Actitud que caracteriza a buena parte del género, independiente y contracultural respecto a la industria musical hegemónica. Con un peculiar discurso, anticapitalista. Incómodo para la derecha española, no por el sonido ruidoso o agresivo, sino por su discurso fuerte y claro, contra ese sistema antisocial, marcado por el mercado.

Soziedad Alkohólika.es heredera de uno los movimientos musicales más atacado por los medios hegemónicos españoles, el Rock Radikal Vasco (RRV), “La generación punk del 77” que tuvo entre su mayor influencia al movimiento punk y “sus ‘amigos’ (ska, reggae, hardcore, etc.)”. Con las cuerdas afinadas a los pueblos fabriles de Euskal Herria. El RRV, lejano al “espíritu hedonista de la movida madrileña”, dio visibilidad a jóvenes de infinidad de barrios marcados por la crisis económica, el paro, la heroína y la cárcel.