viernes, 29 de marzo de 2024

Un remix contra la industria (+Videos)

El remix lírico crítico de la “Canción Bonita”, una propuesta nuestramericana contra la banalización que se opera con la música industrial...

José Ángel Téllez Villalón
en Exclusivo 14/09/2018
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moral distraida grupo
Un nuevo estreno de la agrupación chilena Moral Distraída: su remix de su exitosa “Canción Bonita” (Foto:)ProAraucania.com)

Ya había enviado el post, “Otra canción bonita”, cuando me llegó la notificación de Youtube de un nuevo estreno de la agrupación chilena Moral Distraída. Era el remix de su exitosa “Canción Bonita” que, en su primera versión, ya había conseguido más de 20 millones de reproducciones en plataformas de streaming.

Un remezcla motivada —no como casi siempre— en reempaquetar un éxito comercial con una versión en inglés o portugués; o en otro ritmo, tecno o salsa, sino para recrear un discurso antihegemónico. Contraofensiva lírica con dos exponentes del género urbano alternativo en la que Martí llamó “Nuestra América”, el colombiano Jiggy Drama y el brasileño Emicida.

Es evidente, en la introducción del audio y del video se experimentan los más importantes cambios de este remezcla. Un inicio soleado por otro nocturno; con un nuevo escenario de cañambú y el mismo zunzún como símbolo protagónico. El resto mantiene la factura mixta, la visualidad pop y el mismo tono satírico; con viñetas tan sugerentes como las del libro y el televisor pujando por conquistar el cerebro.

Los realizadores, bajo la dirección de Franco Bertozzi, y especialmente el animador Matías Ahumada, consiguieron una reedición en la que se empastan armónicamente “las viejas” y “las nuevas” pistas visuales. Sustituyendo sobre los mismos fondos los sugerentes textos rapeados por los hermanos Camilo y Abel Zicavo, por los de Emicida y Jiggy Drama. La ilusión de Camilo de “hacer una canción que construyera”, por el deseo del guerrero brasileño de un “tiempo para las reflexiones. / Para ver bailando cerebros y corazones”.

Discursos que se complementan. Como “la industria solo quiere contenidos light”, “la crítica no vende” y “el mundo busca likes, un ejército de clones”. Si como canta Abel una canción para la Televisión “no puede hablar de la Revolución”, y lo que se promueve es “reguetón para la cinturita”; el colombiano se queda con las ganas de decir y si quiere tener “éxito” ha de limitarse al típico “te quiero”, hacer “coros pegajosos pa' que canten las masas” y no dispararle “la verdad a otros artistas narcisistas”.

 

Ideas coherentes con la crítica a la industria y al mercado musical del tema versionado y con el propio devenir de los artistas participantes. Trayectorias que vale esbozar —como nos enseñaban en la escuela— a partir de los orígenes etimológicos de los nombres artísticos de estos dos invitados de la agrupación santiaguina.

El seudónimo de Jiggy Drama proviene de la combinación de dos palabras en diferentes idiomas que representan las diversas influencias en su obra. El término “jiggy” fue acuñado por el actor y cantante americano Will Smith en su sencillo de 1988 “Gettin' Jiggy wit It”; en inglés hace referencia a algo jocoso y agradable y para el colombiano representa la influencia caribeña y la felicidad propia de su isla natal. La otra parte, Drama, no hace referencia al género literario, sino que es una abreviación de Dramaturgo, que alude a su faceta como letrista musical y a la importancia que le confiere a sus mensajes críticos. Evidenciado —y a propósito del video que nos ocupa— en su tema “La Industria”, una crítica fuerte a la industria musical y discográfica colombiana.

 

En aquel tema incluido en el álbum SA Finest The Best of Bad Worlds 2, Jiggy Drama cuestiona asuntos como estos: “¿Qué pasa en la industria musical? / La gente ya no escucha música/ se guía de lo que dijo un canal/ ya no compra CD, solo compra DVD/les importa más lo que verán/ que lo que van a oír”. Y “Salgo a la calle y ¿qué es lo que veo? / Tarados imitando lo que ven en video”.

A sus paisanos Carlos Vives, Sofía Vergara, Juanes o Shakira les pide no solo que manden plata para “sacar sus discos”, sino además ayuda con voces “autorizadas” como las de Don Francisco y a “conseguir palancas en los Grammy” y que Kike Santander le escriba un éxito en Miami. En su parodia también describe lo que le pasa a muchos cuando “se le sube la fama a la cabeza”, como decimos aquí en Cuba: “luego viene un comercial de Pepsi/ y me compro mi Volkswagen/ y ahí está/ sueño cumplido. / Luego vuelvo a mi país con un acento argentino/ diciendo que vivan los latinos!!!”

El nombre Emicida es una fusión de las palabras MC y homicida. Debido a sus frecuentes victorias en las batallas de improvisación, sus amigos empezaron a decir que Leandro era un “asesino” y que “mataba” a sus oponentes a través de sus incisivas rimas. ​ Más tarde, el rapero lo resignificó como sigla (E.M.I.C.I.D.A), y la connotación: “Mientras Mi Imaginación Componga Locuras Dominaré el Arte”. ​

Este “contador de historias, poeta y embajador de las calles”, al decir del periodista, DJ y consultor musical francés Francis Gay, se destaca por su capacidad de combinar ritmos musicales de todo el mundo, con una marcada influencia de músicos nacionales como Wilson das Neves. Apegado a la manufacturación, sus beats combinan la samba paulista y el maracatú con el funk o el dubstep.

Su relativa fama no lo abstrae de sus raíces y compromisos. “Siempre creí que era posible llevar adelante una propuesta inspirada musical y líricamente en las características culturales de mi ciudad. La fama es una responsabilidad inmensa, pero no es algo que me quite el sueño”, ha dicho Emicida. “Me concentro en la música, en el arte, porque represento algo súper bueno de mi cultura, y políticamente es la ascensión de un exponente que viene de la escena independiente, lo que significa mucho para la movida musical local”.

En 2008, el brasileño lanzó su primer sencillo, producido por Felipe Vassão, titulado Triunfo, que fue acompañado por un videoclip que llegó a más de seiscientas mil visitas. Con este video fue nominado para el Video Music Brasil 2009, en la categoría de Videoclip del Año, donde concurrió además en las categorías Mejor Grupo/Artista Rap y Apuesta MTV, pero no alcanzó el premio.

Emicida es considerado el nuevo abanderado del hip-hop brasileño, por su discurso renovado no sólo en lo musical, sino a nivel estético e ideológico. “En Brasil se habla mucho de diversidad, pero desde un lugar bastante particular, pues en el discurso de los congresistas, al momento de referirse a la identidad brasileña, yo no encuentro ese rasgo”, ha declarado el artista. “Yo soy un soldado del rap, ésta es mi causa. El hip hop brasileño tiene un vínculo político muy fuerte con la igualdad y con el antirracismo, que es a lo que también le canto”.

Ambos se unen para reforzar “Canción Bonita”, sencillo con el que la agrupación suramericana Moral Distraída realizó recientemente una gira con más de 35 presentaciones en Chile y Perú.


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José Ángel Téllez Villalón

Periodista cultural


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