Una Banda sui generis

Por años, el cuarteto de palabras "Banda Municipal de Conciertos" ha aludido una agrupación musical formada básicamente por instrumentos de viento y algo de percusión. Un collage de arrugas, sillas e instrumentos remendados, partituras amarillentas de esquinas roídas. Argentada quietud, eso significó. Raramente, nos remitíamos a sus orígenes, ligados al mundo militar; briosos músicos uniformados en medio de la batalla, enarbolando con sus instrumentos la moral de la tropa. De donde proviene su nombre, band, de la faja o insignia militar.

A romper con tales arquetipos llegó Daya Aceituno a la Banda de Conciertos de Boyeros. Fue en el 2012, a solicitud del maestro Esteban Quesada aceptó la responsabilidad de dirigirla. Daya tenía solo 22 años, poca experiencia, pero muchas ganas de revolucionar. Encontró escoyos, pero fue persistente, seductora. ¿La resultante? Una proyección singular, una banda traviesa que toca y baila, que ensaya partituras y coreografías. Un novedoso performance que tuvo su primera presentación pública, el 28 de enero de 2014, en la histórica Acera del Louvre.

Esa redonda frescura con que se proyecta la Banda de Conciertos de Boyeros es también la aureola de su primer videoclip, realizado con el apoyo del Ministerio de Cultura y estrenado el pasado 11 de julio en el programa Mediodía en TV. Fue dirigido por Arturo Santana, quien tan bien capta y presenta esa impronta de la banda. Nos la comunica —con el uso eficaz de los planos y la edición de las tomas— mediante la apropiación estética de la espontánea interacción que se estableció entre la banda y los que llegaron al portal del cine Yara, la tarde noche de su filmación. Un público diverso, desde un pequeño bebé hasta un señor mayor que —como cuenta Day—, “se ganó el show”. Tomas que complementan, con otras grabadas en un set de filmación, a las que incorpora cromáticas imágenes del Rey de Mambo.

Una paleta y una atmósfera bien distinta a la última producción de Arturo Santana, la miniserie documental de quince capítulos Selfies. Rostros en pandemia. Vale recordar que el reconocido realizador de videoclips tiene en su haber una gran variedad de audiovisuales. En el Cine ha dirigido los largometrajes Bailando con Margot (2015) y Habana selfies (2019), además, fue el guionista y director de los cortos Besos y lágrimas, La forastera y Subir al cielo.

El concepto del videoclip fue consensuado entre Aceituno y Santana. “Con Santana nos sentimos muy bien, a pesar de que estaba un poco temerosa porque era mi primer videoclip. Él es un director experimentado y tenía clara la idea, me dejé guiar y la comunicación fluyó muy bien. Aunque yo también le aporté alguna que otra idea, que fueron surgiendo al calor de la filmación” —me comentó por WhatsApp la directora de la banda.

“Yo le hice saber mi criterio, quería que vieran mi proyección escénica, lo que nos hace diferentes. No era un video para complicarse, sino sobre lo sencillo mostrar la banda tal cual es, en su esencia. Se aprovechó la magia y la diversión que genera la banda” —añadió la también bombardinista en la capitalina Banda Provincial de Conciertos. “Eso era lo que nos pedía, que fuéramos nosotros mismos para que la gente lo pudiera percibir. No divertimos haciéndolo y así fue el resultado: espontáneo, fresco, natural”.

“Rico Mambo” recrea visualmente el antológico tema ¡Qué rico el mambo del matancero Dámaso Pérez Prado! Su selección responde a motivaciones estéticas y al compromiso social de la directora. Porque Aceituno es fiel defensora de los géneros y la música tradicional cubana. Y como se apasiona con ella cree que todavía puede ser actualizada y divertir. “Entre mis objetivos está que los jóvenes de hoy se identifiquen con un mambo de Pérez Prado, con un chachachá de Jorrín, con un danzón…; que sea parte de lo que escuchan, de que no muera esa tradición —me dijo—. Ese es, precisamente, mi objetivo musical y social. Es lo que persigo con mi proyección, con mi propósito de modernizar la banda, llegarles a los jóvenes, implicarlos con mi propuesta musical”.

Ese fue el cometido con que se fundó la Banda de Conciertos de Boyeros, junto a otras bandas municipales de la capital. En el 2000, como parte de la Batalla de Ideas, el líder histórico Fidel Castro tuvo la iniciativa, para promover la música clásica y rescatar las costumbres, de reunir la mayor cantidad de personas en los parques, el lugar más concurrido de los pueblos. El programa de formación de bandas de concierto en todos los municipios de la isla comenzó en Granma, en 2004, con la fundación de la primera escuela cubana para músicos de ese tipo de formato. De las 46 que existían en aquel momento se sobrepasaron las 100 en todo el país. Con una gran inversión de recursos, humanos y financieros. Como se informó en su momento, los montos “están en el entorno de los 14 000 dólares para cada agrupación”.

La Banda de Conciertos de Boyeros fue la encargada de interpretar la música en las 30 presentaciones de la obra teatral Oficios de Isla, con guion de Arturo Soto y la dirección de Osvaldo Doimeadiós. La última vez que se presentó fue en el popular programa televisivo 23 y M, desde entonces una pena agobia a Daya Aceituno y a los 30 integrantes de la agrupación, el no poder “aglutinar personas”.

Con este sabroso videoclip, al menos lo conseguirá alrededor de una pantalla. Y además del gozo, es hora de empezar a cambiar la imagen que tenemos de este tipo de bandas.