Las salsas para pastas son mezclas de ingredientes líquidos o semilíquidos que se utilizan para dar sabor y humedad a los platos de pasta. Hay muchas variedades, cada una con su propia combinación de ingredientes y sabores.
Algunas de las más comunes son:
Salsa de tomate: hecha con tomates, cebolla, ajo y especias como orégano y albahaca.
Salsa Alfredo: hecha con mantequilla, nata, queso parmesano y ajo.
Salsa pesto: hecha con albahaca fresca, piñones, queso parmesano, ajo y aceite de oliva.
Salsa carbonara: hecha con huevo, panceta, queso parmesano y ajo.
Salsa boloñesa: hecha con carne picada de ternera, cebolla, ajo, zanahoria, apio y tomate.
Además de estas salsas clásicas, también hay muchas otras opciones que incorporan ingredientes como mariscos, verduras, hierbas y especias.
- Consulte además: Cómo disminuirles las calorías a las pastas y hacerlas saludables
CÓMO SE UTILIZAN LAS SALSAS PARA PASTAS
Se emplean para agregar sabor y textura a los platos de pasta. Para utilizarlas, primero se debe cocinar la pasta de acuerdo con las instrucciones del paquete, y luego agregar la salsa. La cantidad de salsa que debe agregarse dependerá del gusto personal y de la consistencia que se desee en el plato.
En general, es mejor agregar la salsa de manera gradual, comenzando con una pequeña cantidad y luego ir ajustando según sea necesario. Si la salsa es demasiado espesa, se puede agregar un poco de agua de la cocción de la pasta para diluirla.
Algunas son mejores para ciertos tipos de ella. Por ejemplo, la salsa boloñesa suele servirse con pasta larga como el spaghetti, mientras que la salsa pesto se combina mejor con pasta corta.
Una vez que se haya agregado la salsa, se pueden mezclar suavemente para que se integren bien. Se puede servir la pasta caliente, espolvoreada con queso parmesano, perejil u otras hierbas frescas si se desea.
CÓMO SE CONSERVAN LAS SALSAS PARA PASTAS
La forma de conservar las salsas para pastas dependerá del tipo de salsa y de los ingredientes que contengan. En general, pueden almacenarse en el refrigerador durante varios días o incluso congelarse para su uso futuro.
Para conservarlas en el refrigerador, es importante guardarlas en un recipiente hermético. Hay que asegurarse de dejar enfriar completamente antes de guardarla en el refrigerador. Las que contienen ingredientes perecederos como carne, mariscos o lácteos deben consumirse en un plazo de 2 a 3 días.
- Consulte además: Picadillo a la cubana con recetas saludables
Para congelarlas, lo mejor es guardarlas en bolsas con cierre hermético o en recipientes congelables. Antes de ese proceso es recomendable asegurarse de etiquetarla con la fecha y el tipo de salsa. Se pueden congelar durante varios meses y deben descongelarse en el refrigerador antes de su uso.
Es importante recordar que algunas salsas pueden separarse o volverse espesas después de ser almacenadas en el refrigerador o congeladas. Si esto ocurre, simplemente se agita antes de volver a calentarla para su uso.
Recetas de salsas para pastas
Salsa de tomate para pastas
Ingredientes:
800 gramos de tomates maduros
1 cebolla picada finamente
2 dientes de ajo picados finamente
2 cucharadas de aceite
1 cucharadita de azúcar
Sal y pimienta al gusto
Hojas de albahaca fresca (opcional)
Preparación:
Lava los tomates y córtalos en trozos pequeños. Retira las semillas y reserva.
Calienta el aceite de oliva en una olla grande a fuego medio. Agrega la cebolla y el ajo y saltea hasta que estén dorados, aproximadamente 5 minutos.
Agrega los tomates troceados a la olla y revuelve bien. Agrega sal, pimienta y azúcar, y sigue revolviendo.
Cocina a fuego medio-bajo durante unos 30-40 minutos, revolviendo de vez en cuando. La salsa deberá espesarse y reducirse ligeramente.
Si deseas agregar albahaca fresca, pica finamente algunas hojas y agrégala a la salsa al final de la cocción.
Cuando la salsa haya reducido, retira del fuego y deja enfriar un poco. Si prefieres una salsa más suave, puedes licuarla antes de servirla.
¡Listo! Ya tienes una deliciosa salsa de tomate casera para acompañar tus platos de pasta.
Receta para pastas a base de verduras
Pasta de calabaza con salsa de tomate y espinacas
Ingredientes:
100 gramos de calabaza
1 taza de tomates maduros cortados por la mitad
2 tazas de espinacas frescas
2 dientes de ajo picados finamente
1/4 taza de aceite
Sal y pimienta al gusto
400 gramos de pasta de tu elección
Queso rallado (opcional)
Preparación:
Lava la calabaza y córtala en tiras delgadas, como si fueran fideos de pasta.
En una sartén grande, calienta 2 cucharadas de aceite a fuego medio-alto.
Agrega la calabaza y saltea durante unos 5 minutos o hasta que esté
blanda. Retira la calabaza de la sartén y reserva.
En la misma sartén, agrega 2 cucharadas de aceite y agrega los tomates maduros y el ajo. Saltea durante unos 2-3 minutos hasta que los tomates comiencen a suavizarse.
Agrega las espinacas a la sartén y cocina por otros 2-3 minutos hasta que se hayan marchitado.
Agrega la calabaza a la sartén con la salsa de tomate y espinacas, y mezcla todo bien. Agrega sal y pimienta al gusto.
Cocina la pasta de acuerdo con las instrucciones del paquete. Escurre la pasta y agrega la salsa de verduras.
Si lo deseas, puedes espolvorear queso rallado por encima de la pasta antes de servir.
¡Listo! Ya tienes una deliciosa pasta a base de verduras. Esta receta es muy saludable y fácil de preparar, y es una excelente opción para los días en que quieres comer algo ligero y nutritivo.
Receta de salsa boloñesa para pastas
Ingredientes:
500 gramos de carne molida que puede ser de res, cerdo o una mezcla de ambas
1 cebolla picada finamente
2 dientes de ajo picados finamente
2 zanahorias picadas finamente
2 tallos de apio picados finamente
2 cucharadas de aceite
400 gramos de tomates maduros
1 taza de caldo de carne
1/2 taza de vino tinto (opcional)
Sal y pimienta al gusto
500 gramos de pasta de tu elección
Preparación:
En una olla grande, calienta el aceite a fuego medio. Agrega la cebolla, el ajo, las zanahorias y el apio y saltea durante unos 5 minutos o hasta que estén dorados.
Agrega la carne molida a la olla y cocina durante unos 5-7 minutos hasta que esté bien cocida. Rompe la carne con una cuchara de madera para que quede bien desmenuzada.
Agrega los tomates triturados, el caldo de carne y el vino tinto (si lo usas) a la olla y mezcla todo bien. Agrega sal y pimienta al gusto.
Reduce el fuego a medio-bajo y cocina la salsa durante unos 30-40 minutos, revolviendo de vez en cuando. La salsa deberá espesarse y reducirse ligeramente.
Mientras tanto, cocina la pasta de acuerdo con las instrucciones del paquete. Escurre la pasta y agrega la salsa boloñesa.
Sirve la pasta caliente y, si lo deseas, espolvorea queso rallado por encima antes de servir.
¡Listo! Ya tienes una deliciosa salsa boloñesa para acompañar tus platos de pasta. Esta receta es muy sabrosa y fácil de preparar, y es perfecta para los días en que quieres una cena reconfortante y abundante.
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