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miércoles, 27 de noviembre de 2024

El asma y cómo prevenirlo (+ Video)

El asma puede ser causado por factores genéticos, ambientales o una combinación de ambos…

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 01/05/2023
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Asma, asmático
Las personas con antecedentes familiares de asma también deben tomar medidas preventivas. (Foto: clinicbarcelona.org)

El asma es una enfermedad crónica de los pulmones que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por una inflamación crónica de las vías respiratorias, que se estrechan y se llenan de moco en respuesta a ciertos desencadenantes, lo que dificulta la respiración. Las manifestaciones clínicas del asma pueden incluir tos, sibilancias, dificultad para respirar y opresión en el pecho. El asma puede ser causado por factores genéticos, ambientales o una combinación de ambos, y puede ser tratado con medicamentos para controlar los síntomas y evitar sus desencadenantes. Es importante que las personas con asma trabajen con su médico para desarrollar un plan de tratamiento efectivo y monitorear su condición regularmente.

Es una enfermedad crónica que se produce cuando las vías respiratorias de los pulmones se inflaman y estrechan, lo que dificulta la respiración. Algunos de los factores de riesgo que se asocian con el desarrollo de asma incluyen antecedentes familiares de la enfermedad, exposición a contaminantes ambientales como el humo del tabaco y la contaminación del aire, infecciones respiratorias recurrentes y alergias.

También se ha demostrado que la obesidad y el sedentarismo están relacionados con un mayor riesgo de desarrollar asma. Además, los desencadenantes del asma pueden incluir alergenos como el polen, los ácaros del polvo y los pelos de animales, así como irritantes como el humo, los vapores químicos y los cambios en la temperatura o la humedad. La identificación de los factores de riesgo y los desencadenantes del asma es importante para prevenir la aparición de la enfermedad y para controlar los síntomas en aquellos que ya la padecen.

DIAGNÓSTICO DEL ASMA

El diagnóstico del asma se basa en una combinación de la historia clínica del paciente, los síntomas que experimenta, los resultados de las pruebas de función pulmonar y la respuesta a los tratamientos. El médico realizará una evaluación cuidadosa de los síntomas del paciente, que pueden incluir tos, sibilancias, dificultad para respirar y opresión en el pecho. También se pueden realizar pruebas de función pulmonar, como la espirometría, para evaluar la capacidad pulmonar y la respuesta a los broncodilatadores. Además, el médico puede utilizar la prueba de provocación bronquial para evaluar la reactividad de las vías respiratorias del paciente.

Es importante recordar que el asma puede ser una enfermedad compleja y que el diagnóstico puede llevar tiempo y requerir pruebas adicionales. Es posible que se necesite un seguimiento cuidadoso de los síntomas del paciente y su respuesta a los tratamientos para confirmar el diagnóstico de asma.

SUS PROBABLES CONSECUENCIAS

El asma puede tener varias consecuencias graves si no se controla adecuadamente. Los síntomas pueden interferir en la calidad de vida de las personas afectadas, dificultando su capacidad para realizar actividades diarias y afectando su sueño y concentración. Los episodios de asma también pueden ser peligrosos y potencialmente mortales si no se tratan de manera adecuada, ya que pueden causar una disminución significativa del flujo de aire y una falta de oxígeno en el cuerpo.

Además de las consecuencias físicas, el asma también puede tener un impacto emocional y psicológico en las personas afectadas. Las personas con esta enfermedad pueden sentir ansiedad, estrés y depresión debido a la preocupación constante por los síntomas y el temor a tener un episodio de ella. También pueden sentirse aislados y limitados en sus actividades, lo que puede afectar su vida social y emocional. Por lo tanto, es importante que las personas afectadas reciban un tratamiento adecuado y aprendan a manejar su enfermedad de manera efectiva para minimizar las consecuencias negativas.

CÓMO PUEDE EXPRESARSE EL ASMA

A continuación, se mencionan algunas de las expresiones del asma:

Sibilancias: es el sonido agudo y silbante que se produce al respirar, especialmente durante la exhalación.

Tos: la tos puede ser seca o con producción de moco y puede ser persistente.

Dificultad para respirar: esta sensación puede ser leve o severa, y se produce debido a la inflamación y constricción de las vías respiratorias.

Opresión en el pecho: es una sensación de presión o estrechez en el pecho que puede dificultar la respiración.

Fatiga: la fatiga es común en las personas con asma debido a la dificultad para respirar y la falta de oxígeno en el cuerpo.

Ansiedad: la ansiedad es una respuesta emocional común en las personas con asma, especialmente cuando tienen dificultad para respirar.

Aumento de la frecuencia cardíaca: el asma puede provocar un aumento en la frecuencia cardíaca debido a la falta de oxígeno en el cuerpo.

Síntomas nocturnos: muchas personas con asma experimentan síntomas más graves por la noche, lo que puede dificultar el sueño.

Es importante mencionar que no todas las personas con asma experimentan los mismos síntomas y que pueden variar en intensidad y frecuencia. Quien considere que puedes estar experimentando algún síntoma de asma, es importante que consulte a un médico para recibir un diagnóstico y un tratamiento adecuados.

CÓMO SE PREVIENE EL ASMA

La prevención del asma se enfoca en evitar o reducir la exposición a los desencadenantes conocidos. Los más comunes incluyen alérgenos como el polen, los ácaros del polvo y los pelos de animales, así como irritantes del aire como el humo del tabaco, los productos químicos y los cambios en la temperatura y la humedad. Para prevenir el asma, es importante identificar y evitar estos desencadenantes siempre que sea posible. Las personas con antecedentes familiares de asma también deben tomar medidas preventivas, como evitar fumar y mantener un ambiente libre de humo en su hogar.

Además de evitar los desencadenantes conocidos, también es importante llevar un estilo de vida saludable para prevenir esta enfermedad. Esto puede incluir mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente, seguir una dieta equilibrada y evitar el estrés. También se recomienda vacunarse contra la gripe y la neumonía para prevenir infecciones respiratorias que puedan desencadenar episodios de asma. Es importante recordar que la prevención del asma no es una garantía, ya que algunos factores de riesgo no se pueden controlar, como la edad, la genética y la exposición temprana a los alergenos. En caso de desarrollar síntomas de asma, es importante buscar atención médica de inmediato para recibir un diagnóstico y un tratamiento adecuado.

 


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Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.


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